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martes, 19 de abril de 2011

Argumentos para un Salón de la Fama que refleje la vida real

Por Jayson Stark
ESPN.com
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Cada cierto tiempo, resulta algo aterrador cómo convergen las fuerzas del universo para obligarte a dar un paso atrás y pensar adónde se dirige todo esto. En el béisbol, esta fue una de esas semanas.

Fue la semana en que Barry Bonds fue convicto por un delito grave relacionado a las drogas para el rendimiento en un tribunal en San Francisco.

Fue la semana en que Manny Ramírez recibió un resultado positive, le dijo adiós a su carrera y se fue a su casa.

Fue la semana en que el exiliado Rey del Hit, Pete Rose, cumplió 70.

Barry Bonds
AP Photo/Jeff ChiuEs difícil ignorar la cantidad de jonrones de Barry Bonds con todo y su consumo de esteroides

Así que fue una semana hecha a la medida para la reflexión sobre este gran deporte y sus héroes manchados. Y, especialmente, fue una semana que nos debe inspirar a todos a considerar qué hacer con un museo especial en Cooperstown, N.Y., donde esos héroes debieron brillar algún día.

Nosotros adoramos el Salón de la Fama. Como mucha gente que conocemos, tenemos recuerdos imborrables de la primera vez que entramos al Salón, de las memorias y las emociones que ese día brindó, y de la gratificación de compartir esos recuerdos y emociones con nuestros hijos.

Pero el Salón de la Fama tiene un problema. Un gran problema.

Hemos hablado y escrito sobre esto anteriormente. Y nuestro amigo, Tim Kurkjian, habló elocuentemente sobre ello una vez más esta semanas en el aire, después que el veredicto de Bonds aplastó a un deporte que hacía tiempo lo pronunció culpable de mucho más que obstrucción.

Nos dirigimos hacia un día en que el Salón de la fama podría ser más famoso por los jugadores que no están allí reconocidos que por los que sí lo están. Y todos tenemos que preguntarnos: ¿Acaso eso tiene sentido alguno?

El hombre que registró más imparables que cualquier jugador en la historia (Rose) no estará en ese Salón de la Fama. Tampoco estará allí el hombre con la mayor cantidad de jonrones en las mayores (Bonds).

El hombre que superó el récord de Roger Maris (Mark McGwire) estará ausente. También ausente estará el segundo lanzador derecho con más victorias desde la Primera Guerra Mundial (Roger Clemens). Y no olvidemos a un tipo que podría cerrar su carrera al tope de las listas de todos los tiempos en una docena de categorías ofensivas (A-Rod). Esta es la lista corta.

Así que nos preguntamos una vez más: ¿Acaso eso tiene sentido alguno?

Hemos suplicado en el pasado que los encargados del Salón de la Fama nos den una guía sobre este tema a los votantes confundidos. Pero la pregunta que hacemos ahora es más grande, más poderosa, y no es sobre nosotros:

¿Qué ES el Salón de la Fama, en el fondo?

¿Y qué es lo que queremos que sea? ¿Queremos que sea un museo? ¿O queremos que sea un altar?

La contestación sencilla aquí es "altar". Obviamente. Nos encantaría vivir en un mundo en el que podamos caminar por esa galería, mirar cada una de sus placas y escuchar las trompetas celestiales mientras las lágrimas nos inflan los ojos. Eso sería genial. Yo también quiero un pedazo de eso.

¿Pero realmente vivimos en ese mundo? ¿En verdad?

Si haces tu tarea, tú sabes que ya hay placas colgadas en el Salón de la Fama de jugadores que alteraron la pelota, el bate, se tomaban anfetaminas y hasta peor. Hay miembros del Salón de la Fama que han sido arrestados, otros que cumplieron cárcel, y uno (Tyrus Raymond Cobb) del que hasta se rumora que mató a un hombre.

Increíblemente, los votantes que los eligieron, los jugadores del Salón de la Fama que les dieron la bienvenida y los fanáticos que caminan por esa galería están dispuestos a perdonar todo eso.

¿Pero esto no?

¿Por qué los esteroides son diferentes? ¿Por qué los esteroides son peores? ¿Porque sacaron a Babe Ruth del libre de récords? ¿Porque arruinaron el récord más sagrado de todos los deportes?

¿Quién de nosotros no está indignado por el consumo de esteroides? Es triste. Es trágico.

Pero también es una realidad. La gente que administra este deporte permitió que todo eso sucediera, todo. ¿Acaso ahora pueden cerrar los ojos y desear que no sucediera? Por supuesto. Pero ya es demasiado tarde.

La década de 1990 ya pasó. Esa fue la realidad, nos guste o no. Todo está ahí en los libros, en las fichas que dan los números de los partidos.

Así que otra pregunta importante que hay que hacerse hoy es: ¿Es hora de que el Salón de la Fama sea realista, que refleje esa realidad?

Pete Rose
Malcolm Emmons/US PresswirePete Rose podría quedar fuera de Cooperstown permanentemente

No tenemos una buena respuesta. Y ciertamente no tenemos una respuesta satisfactoria para todo el mundo. Sabemos que cuando tratamos de imaginarnos a Bonds el día de su exaltación, o el día de exaltación de Roger Clemens& Mejor ni hablar.

"¿Tú sabes quién estaría detrás de él?", nos dijo un miembro del Salón de la Fama una vez cuando le preguntamos cómo sería el día de exaltación de Bonds. "Su familia. Eso es todo -- porque no habría ningún miembro del Salón de la Fama aquí".

Nos duele pensar en ese día, imaginarnos esa escena. La magia del día de exaltación, el bullicio de afecto para una figura apreciada del deporte, es algo que todo aficionado del béisbol debe vivir.

Pero no todos los días de exaltación incluyen la misma magia, porque no todos los exaltados inspiran el mismo tipo de cariño. Así que por qué es que todos los días de exaltación tienen que ser una celebración?

¿Por qué no puede haber días de exaltación que den pie a una reflexión?

Podemos seguir pretendiendo que nada malo nunca sucedió en el béisbol hasta la Era de los Esteroides. O podemos ser honestos -- y confersarlo todo.

Sobre los esteroides. Sobre el Rey de los Hits y sus apuestas. Sobre la segregación. Sobre las décadas de abuso de las anfetaminas. Sobre la vida -- la vida real -- y cómo ha dibujado el béisbol a través de las generaciones, no sólo esta.

Podemos permitir que la honestidad inunde la galería de muchas maneras -- con las pancartas informativas que Bob Costas, hasta en las palabras que llevarían las placas. Si vamos a permitir que Barry Bonds y Pete Rose sean miembros del Salón de la Fama, el mundo entero debe saber todo lo que hicieron, no sólo las cosas positivas. Esa debe ser, y tiene que ser, una condición obligada.

¿Pero es eso lo que queremos? ¿O preferimos tener un Salón de la Fama que tolere un vacío tan abismal de la historia que pretenda que todos estos hombres que fueron reyes en el deporte nunca existieron?

Tal vez preferiríamos eso. Pero como dice uno de nuestros amigos: "Ve a cualquier museo de historia. Tú ves tipos como Genghis Khan ahí. No todos fueron hombres ilustres".

¿Pero este museo es diferente? ¿Realmente lo consideramos como un museo? El Salón de la Fama puede ser lo que el Salón quiera ser, suponemos. ¿Pero qué deberíamos querer que fuera? Es una pregunta muy difícil y complicada.

Esta fue una de esas semanas, sin embargo, en la que parecía imposible el no hacernos esta pregunta.


Jayson Stark es escritor senior de béisbol para ESPN.com. Consulta su archivo de columnas.

POCOS CONOCEN AL ESTELAR “TURKEY” STEARNS


Por Andrés Pascual

        Si los fanáticos cubanos recuerdan a Felipe Sarduy, un inicialista zurdo que bateaba parado completamente con las muñecas casi a nivel de la cintura; entonces se pueden imaginar la forma como lo hacía uno de los más grandes bateadores de la historia del beisbol sepia: “Turkey” Stearnes, el gran artillero de las Estrellas de Detroit en el circuito negro del período 1920-1935 y, junto a Ty Cobb y Al Kaline, las tres joyas del beisbol de la Ciudad Automotriz y la Motown Records.
         Por su forma de batear, poco ortodoxa, de Stearnes, comúnmente, se dice que peor que la de Stan Musial y que la de Gil McDougal; pero eso no es interesante si, el bombardeo con artillería pesada que sale del plato es, rigurosamente, destructor como el de Turkey.
        Norman “Turkey” Stearnes nació el 8 de mayo de 1901 en Nashville; pero su carrera como jugador extraordinario se inicio en Detroit, con las Estrellas de la ciudad, en el circuito sepia.
        Su debut, impresionantes para un recluta, fue la presentación de las credenciales de uno de los mejores bateadores de la historia del pasatiempo: 17 jonrones, segundo del líder ese año, Oscar “Heavy” Johnson, que dio 18 y .365 de promedio.
       En 1932 fue enviado al Chicago American Giants donde ganó los lideratos en dobles, triples, jonrones y bases robadas, algo nunca igualado en el beisbol de los blancos y solo hecho por Oscar Charleston algunos años antes.
       Entre 1933 y 1935 promedió .342, .374 y .430, su más alto en una temporada. En su carrera ganó tres campeonatos de bateo y seis en jonrones. Solo Willard Brown acaparó más liderazgos por temporadas que Turkey y muchos historiadores del beisbol no se esconden para reafirmarlo como el mejor primer bate de la historia, por encima incluso de Rickey Henderson con su carrera en el Beisbol Organizado..
       El artillero zurdo, que asistió a cinco Juegos de Estrellas, fue cambiado a los Monarcas de Kansas City en 1940, con los que actuó hasta 1942; sin embargo, cuando Branch Rickey creó la Liga de Estados Unidos en 1945, Turkey Stearnes le respondió positivamente al Gran Innovador del Beisbol y jugó ese año con los Cachorros de Toledo, verdadero último año del pelotero..
       Según Satchel Paige, Stearnes no tenía algo diferente al bate que Josh Gibson como no fuera “que bateaba a la zurda”.
       En una oportunidad, un periodista le preguntó en Nueva York a Jimmy Bell, el legendario Cool Papa, por Turkey Stearnes y sus posibilidades de ser elegido a Cooperstown algun día y el sensacional ex outfielder le respondió: “Si Turkey no puede estar allí a mí deben sacarme ya…”
       En el 2000, las puertas del controversial Templo con sede en el pueblito de Nueva York se abrieron para uno de los mejores bateadores de ligas negras y del beisbol en general; por supuesto, tarde, algo que tiene como vicio el grupo que vota por los veteranos.
       Turkey Stearnes falleció en Detroit, el 4 de septiembre de 1979. Cuando, en 1971, le preguntaron en Kansas City por su total de jonrones, con honestidad y haciendo valer que lo importante de un juego es ganar, declaró: “Nunca conté mis jonrones; si no ganaba, lo que yo hiciera no me resultaba interesante…” Voz autorizada de una época que han enterrado los enemigos del beisbol para siempre; a pesar de su decencia, de su entrega y de su clase profesional y humana para el pasatiempo.




Piratas tuvo su mejor ofensiva de la campaña y apaleó a los Rojos


CINCINNATI -- Andrew McCutchen impulsó el lunes dos carreras como parte de la mejor demostración ofensiva de Pittsburgh en lo que va de la temporada y los Piratas de Pittsburgh vencieron a los Rojos de Cincinnati, 9-3.
Los Piratas anotaron tres carreras en la primera entrada frente al zurdo Travis Wood (1-2), en el segundo juego en fila en que un abridor de los Rojos no logra arrancar bien.
Kevin Correia (3-1) permitió cuatro imparables en el segundo partido completo de su carrera.
Pittsburgh ganó tres de cuatro en la serie ante el campeón defensor de la División Central de la Liga Nacional frente a una molesta concurrencia de 12.777 personas.
Los Piratas ganaron sus primeras tres series como visitantes por primera vez desde 2002, cuando perdieron 89 partidos.
Por los Piratas, los venezolanos José Tábata de 5-2 con una anotada; y Ronny Cedeño de 5-2 con dos anotadas.
Por los Rojos, el colombiano Edgar Rentería de 3-0. Los venezolanos Ramón Hernández 1-1 con una anotada; y Miguel Cairo de 4-0.
___
Pittsburgh 300 510 000_9 15 1
Cincinnati 010 000 002_3 4 0
Correia y Snyder; T.Wood, Jor.Smith (4), Maloney (5), Masset (8), Chapman (9) y Hanigan. G_Correia 3-1. P_T.Wood 1-2. Jrs_Cincinnati, Heisey (2).

Columna de Juan Vene

19 abril 2011

Juan Vené en la pelota

Solo tres gerentes fueron bigleaguers

Flushing, Nueva York (Vip-Wire)

"El hombre de bien se exige todo a sí mismo... El mediocre lo espera todo de los demás"... Anónimo

Hoy es Día del Correo, y mañana miércoles también lo será.

Christóforo Lee, de Fort Simpson, Canadá, pregunta...: "¿Tiene uno que haber sido bigleaguer para ser gerente-general en las Mayores?".

Amigo Chris...: Hay 30 G-G en Grandes Ligas, y solo tres jugaron por esas alturas, Rubén Amaro (Phillies), Billy Beane (Atléticos) y Kenny Williams (Medias Blancas).

José A. Elguezábal, de Barcelona de España, dice...: "Dos outs, hombre en 3B. el corredor sale al robo de home, y el bateador batea un machucón. El corredor de 3B llega al plato casi al mismo tiempo que se produce el batazo y después el bateador es out en primera. ¿Vale la carrera?"

Amigo Pepe...: No. El tercer out mata esa anotación.

Franky D. Lombardo U. de Caracas, expone...: "Un out, bases llenas y disparan línea por primera, aparentemente, el 1B le tira un manotazo con el mascotín, para que la pelota caiga. La recoge, tira a 2B para un out, la devuelven a 1B, y sentencian el doubleplay. ¿Es correcto?".

Amigo Frank...: Si el "manotazo" no es soltando el mascotín contra la bola, todo es correcto. Double play.

Edgar Obregón, de Nuevo Laredo, pregunta...: "¿Cuál es el motivo de la loma que en el centerfield del estadio de los Astros de Houston; y como venezolano, que opinión tiene acerca de Pedro Castellano?".

Amigo Ed...: Quisieron recordar estadios de otras épocas, como Crosley Field de Cincinnati, y Forbes Field de Pittsburgh. Pero también les sirve a los outfielders como zona de seguridad. Y jamás opino de ningún pelotero "como venezolano". Ahora, como periodista, digo que Pedro es de lo más profesional que he conocido en el beisbol. Un gran pelotero en todo sentido.

Juan C. Rodríguez P. de Caracas, pregunta...: "¿Cierto que Cal Ripken debutó en Grandes Ligas como corredor emergente, y que su primer robo fue del home?".

Amigo y tocayo...: Cal había sido llamado de Rochester (AAA) el ocho de agosto de 1981, al terminar la huelga de peloteros, y el 10 apareció por primera vez en las Mayores, enviado a correr en 1B por Ken Singleton en el Memorial Stadium, de Baltimore. Ese año no salió al robo, pero sí en seis oportunidades en 1982, de las cuales llegó safe tres veces. Pero no pude conseguir el dato de si su primer robo fue de home. Lo siento.

Isócrates Arenas, venezolano que vive y trabaja en El Doral, Miami, es gerente de "El Arepazo I", una arepera sport, porque ponen pantallas grandes con todos los deportes al servicio de los clientes. Y hace días les conté de "Playoff", tienda de beisbol ubicada igualmente en El Doral, propiedad de José Zambrano y gerenciada por Leonardo Rodríguez (no es el dirigente del basquesbol), ambos igualmente nativos de Venezuela. El Doral es en todo sentido, una extensión de ese país.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú...

jbeisbol5@aol.com

Matsuzaka y Lowrie guiaron el triunfo de Boston

Boston.- El abridwr japonés Daisuke Matsuzaka estuvo intratable desde el montículo al permitir un hit en siete entradas para guiar a los Medias Rojas de Boston al triunfo de 9-1 frente a los Azulejos de Toronto y lograr el tercero consecutivo, la mejor racha en lo que va de temporada.

El partido se celebró antes del mediodía, hora local, como parte de la tradicional jornada festiva del "Patriots Day" que se celebra cada año en los estados de Massachusetts y Maine para recordar las batallas de Lexington y Concord que se dieron en 1775.

Horas antes también dio comienzo el tradicional Maratón de Boston, que cumplió la 115 edición en su historia y fue ganado por el keniano Geoffrey Mutai.

Matsuzaka (1-2) concedió un sencillo al jardinero derecho dominicano José Bautista, con dos "outs" en la primera entrada.

El abridor derecho japonés concedió una base por bolas al jardinero izquierdo Travis Snider, con dos "outs" en el segundo episodio, y retiró a los siguientes 16 bateadores que enfrentó.

La gran actuación de Matsuzaka contrastó con la apertura previa en la que le hicieron siete carreras en labor de dos entradas.

El campocorto cubano Yunel Escobar le conectó un cuadrangular a Tim Wakefield en la novena para la única carrera de Toronto.

El bateo explosivo y productivo lo encabezó el campocorto Jed Lowrie, que pegó cuatro imparables, incluido un jonrón y ahora acumula 15 hits en sus últimos 24 turnos al bate.

El tercera base Kevin Youkilis y el jardinero central Jacoby Ellsbury también pegaron sendos cuadrangulares para los Medias Rojas (5-10), que siguen en el último lugar de la clasificación de la División Este de la Liga Americana.

Mientras que el bateo latinoamericano de los Medias Rojas tuvo como protagonistas al primera base mexicano Adrián González que se fue de 5-1, con una carrera anotada y el designado dominicano David Ortiz que pegó imparable en tres viajes al plato para producir y anotar carrera.

Otro protagonista de la jornada en el bateo de los Medias Rojas fue el jardinero izquierdo Carl Crawford, que pegó un doble impulsador en la parte baja del sexto episodio para poner el parcial de 8-0.

Crawford, que firmó en el descanso invernal un contrato por siete años y 142 millones de dólares, no ha tenido su mejor comienzo de temporada y antes de conectar el doble tenía marca de 0-15 lo que hizo que los aficionados de los Medias Rojas lo abucheasen en los turnos al bate previos.

Luego lo ovacionaron con el imparable que le permitió irse de 5-1 y subir a .136 (8-59) su promedio de bateo. La derrota se la quedó el abridor Ricky Romero (1-2) después de ser castigado con ocho imparables, cinco carreras limpias, dio cinco bases por bolas y sacó cuatro ponches en una labor de cuatro episodios y un tercio.

Escobar fue el que puso el bateo productivo de los Azulejos al pegar su segundo jonrón de la temporada, mientras que los dominicanos Bautista y el designado Edwin Encarnación se fueron de 4-1 y 3-0, respectivamente.

lunes, 18 de abril de 2011

EL BOSTON Y LOS AGOREROS DEL DIA FINAL


Por Andrés Pascual

      El grito en el cielo por seis derrotas consecutivas debería producirse de acuerdo al momento en que se encuentre la campaña: en agosto o septiembre, deben horrorizar; al principio, durante los primeros seis miserables encuentros, son una exageración (aparentemente).
     Los primeros 6 perdidos pueden ser decisivos si, al concluir la temporada, se cede la titularidad en la división por, precisamente, 6 ó menos juegos, parece que no, pero sí…
     Los Medias Rojas de Boston tienen a la gerencia y al público al borde del pánico generalizado y hay razones especiales.
     El club que dirige Terry Francona es favorito en el Este de la Liga Americana por un par de ajustes que hicieron, entre estos, la adquisición de Carl Crawford, uno de los mejores y más veloces corriendo las bases de las Mayores, jugador con etiqueta de 5 herramientas en uso y la del artillero mexicano Adrián González, un slugger reconocido que suplirá el inicio evidente del descenso de David Ortiz.
     Y es gracias a la adquisición de jugadores de gran inversión que cualquier desliz, convertido en racha de derrotas, alarma y pone en titulares al equipo como al borde de un fracaso mayúsculo.
     La pelota de hoy se llama dinero; a veces, clase profesional; alguna que otra, inmoralidad e indecencia y, siempre, fanático en las gradas que espera festejar en octubre. En Boston no acostumbran desproteger al público tradicional, por cierto, de los mejores y más fieles de franquicias veteranas de ambos circuitos.
     Pero, la conciencia sobre el dinero que se invierte, hace que los sustos abunden ante cualquier eventualidad, porque, “el respetable” también está consciente del dinero que paga para disfrutar del espectáculo.
     El fanatismo abundante de clubes como el Boston genera alegría de juego en los peloteros y entusiasmo en las taquillas, pero, el frenesí rutinario de ganarle a los Yanquis, más odiados en la ciudad que Bin Laden, no permite ni coquetear con la idea de que “un segundo lugar también es bueno”.
     De cierta forma, se han visto arrastrados por la marea de la franela a rayas en cuanto a que “el mundo se puede acabar, pero mi club no puede perder” y, realmente, Boston no es Nueva York, en nada.
     Todavía no hay críticas ácidas contra el manager o contra los jugadores, pero, si a mediados de mayo tienen un record perdedor preocupante, los gritos y las acusaciones se van a oír en la luna.
      A fin de cuentas, la plantilla esta hinchada en dólares por pagar y eso no se resarce con otra posición que no sea la primera.


Pie de grabado: En Boston hay que “patearles el trasero a los Yanquis

LOS QUE NO SALIAN AL TERRENO DE JUEGO…


Por Andrés Pascual

       Aun en medio de la prohibición impuesta de la historia del beisbol profesional previo a 1962, todavía algunos cubanos de generaciones recientes son capaces de nombrar ex jugadores como Méndez, Marrero, Dihigo y un par más.
       El hecho de haberse perdido completamente el conocimiento sobre las formas de comportamiento del profesionalismo, sobre sus intereses y proyecciones, hace que el cubano atribuya la fuerza de aquella pelota al hombre que brilló en el terreno; incluso, fuera de Cuba, pocos tienen en cuenta que, lo que se logró antes de 1962, no es responsabilidad del jugador…
       La grandeza de nuestro beisbol, su patriarcado absoluto, su clase sin cuentos ni exageraciones está asentada en las bases en que se constituyeron “las oficinas” de aquella pelota: presidentes de ligas, dueños de clubes, j’ de relaciones publicas, promotores, tesoreros, vocales…hasta la prensa nacional.
      Todo el mundo habla de Méndez, pero casi nadie de Abel Linares y la historia del juego en que Torriente dio 3 jonrones por el Almendares y Ruth solo dos como refuerzo de los Gigantes de Nueva York, se recrea constantemente como joya de la tradición oral cubana, pero del nombre del dueño de los Alacranes, que le pagaba a los jugadores cubanos y que hizo lo mismo con el Bambino, nadie se acuerda.
      Es norma que se utilice al Santa Clara como ejemplo de la fuerza del beisbol nacional durante los 20’s, un equipo repleto de estrellas negras como Oms o Paige; pero, ¿Quién conoce a alguien considerado entre los grandes promotores de la historia del espectáculo cubano, uno de los hombres más conocedores del juego en Cuba, propietario de los Leopardos, que respondía al nombre de Emilio de Armas?
      La famosa serie corta que decidió el campeonato 1946-47 quedó incrustada en la memoria del pasatiempo nacional con la frase del pitcher zurdo del Almendares, Max Lanier, al también zurdo cubano Agapito Mayor y aquello de “Sal y gana hoy, que yo me encargo mañana”; sin embargo, detrás de la franquicia añil estaban los 10 millonarios que constituían la directiva del Vedado Tennis Club de la capital.
     ¿Cuántos recuerdan o saben que el Almendares, por el valor inversionista, hubo un momento en que valía más que los Carmelitas del San Luis de la Liga Americana? Eso fue posible por el nivel económico de sus propietarios, por su amor al juego y porque fueron capaces de poner su talento de hombres exitosos en el negocio ajeno al estadio, en función del deporte nacional.
      Algo para refrescar: el Almendares y el Habana pertenecían al hombre considerado el responsable del empuje definitivo del beisbol cubano, por haber derrotado en la competencia por el público habanero al balompié, Abel Linares.  Después que murió, su viuda se mantuvo operando con asesores las dos franquicias; sin embargo, en la transición de los 30’s a los 40’s, decidió venderlas y, al primero que se las ofreció, fue al legendario Miguel Angel González, que solo compró a los Leones del Habana, pero le propuso a Adolfo Luque la compra de los Alacranes, lo que Papá Montero rehusó. Entonces se la propuso al Dr. Julio Sanguily, uno de los miembros de la Junta Directiva del Vedado Tennis a que me referí antes.
      La viuda Linares pedía 10.000 dólares por cada equipo, que le fueron dados por el Dr. Sanguily quien, en la próxima junta de la institución Vedado, le dijo a los 9 miembros restantes: “Acabo de comprar el Almendares a nombre de todos por la cantidad expuesta, denme cada uno los 1,000 dólares de vuelto que es un gran negocio...
      Ciso Camejo, Alfredo Pequeño, Arturo Bengochea, Mike González, Bobby Maduro, el grupo del Vedado… eran millonarios al servicio del beisbol cubano. Fueron los verdaderos responsables de colocar a Cuba, a través de más de 70 años, en niveles de privilegio para el Caribe y solo en segundo lugar después de Estados Unidos.
       Fueron capitalistas triunfadores que jugaban al ganador, costara lo que costara, para quienes el beisbol era realmente una pasión como fanáticos que, para hacer lo que lograron, se rodeaban de asesores altamente competitivos y tenían al Beisbol Organizado como primera referencia; por su éxito con las Grandes Ligas, este nivel los tomó como ejemplo y le sugirió al resto de países de desarrollo relativo del área la creación de la Confederación de Países del Beisbol Profesional de Invierno en 1948.
      Sin ellos no hubiera sido posible hacer la leyenda del beisbol nacional: ni Dihigo, ni Bellán, ni Mayarí Montalvo, ni Champion Mesa, ni Torriente, ni Miñoso, ni Camilo, ni Oliva, incluso ni Kendry Morales ni Alexis Ramírez hubieran podido hacer lo que hicieron o hacen…
      Fueron los verdaderos artífices del beisbol nacional; por supuesto, son una clase mucho más difícil de encontrar, cada uno por separado, que un club de beisbol competitivo en todos sus departamentos.
     Únicamente son posibles en sociedades capitalistas abiertas sin miedo ni al trabajo ni a la competencia y sin imposiciones o participaciones políticas de tiranías. Para conseguirlos donde les erradicaron o no existan, se necesitan varias generaciones de curtido social.
    En la Cuba de hoy pueden enviar a los peloteros adonde sea; pero el lugar que alcanzó el pasatiempo, con su legendario champion a la cabeza, nunca más se podrá reeditar; porque ya no existen en la Isla hombres como aquellos.


Pie de grabado: Bobby Maduro es la referencia obligada a la hora de analizar la clase administrativa que hizo al beisbol cubano