BEISBOL 007: Andrès Pascual

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viernes, 18 de mayo de 2018

“Yo no soy un Héroe, los Héroes no regresan…”, Bob Feller


feller con casco guerra

Por Andrés Pascual
Un libro necesario en el librero de todos los amantes del beisbol, debería ser “Baseball’s Dead of World War II: A Roster of Professional Players Who Died in Service”, en español “Muertes de beisbolistas en la Segunda Guerra Mundial: Un Roster de Jugadores Profesionales que Murieron en Servicio”. El material es duro de leer, mejor doloroso.
Cada vez que escriben sobre los jugadores movilizados hacia los campos de batalla o hacia los regimientos llamados de entretenimiento, el interés incide en los años perdidos por las estrellas convocadas al Servicio Militar y la afectación que tuvieron esas ausencias en sus records. Fueron muchos y es otra diferencia que tienen a su favor los peloteros de hoy, que no juegan bajo la presión que significa “cumplir con el llamado de la patria en campos y ambientes de guerra real”.
Según la investigación del autor, pocos bigleaguers sirvieron en el frente de combate; pero, quienes lo hicieron, incluyendo a cuatro miembros del Salón de la Fama, están debidamente documentados por Gary Bedingfield.
En el documento existen dos historias paralelas: la primera, jugadores de ligas menores que lograron sobreponerse a serias lesiones para cumplir su sueño de jugar, aunque fuera poco tiempo, en Grandes Ligas; la segunda, los que no pudieron por la extrema gravedad de la lastimadura.
Pero la indagación se enfoca en los 127 jugadores que perdieron la vida en servicio, que murieron en los teatros de la contienda, incluyendo batallas mayores en el Pacífico o en Europa. Como el Ténico de 5to. Grado Joe Pinder, condecorado póstumamente con la Medalla de Honor por su valor durante el desembarco del Dia-D.
Curiosamente, el 6 de junio de 1944, se cumplía el 6to aniversario del juego sin hits ni carreras que el soldado Forrest “Lefty” Brewster lanzó en la Liga de la Florida, el ex lanzador, paracaidista de la 82 División Aerotransportada, perdió la vida atacando posiciones alemanas dentro de Normandía, cerca de las inmediaciones de Sainte-Mere-Eglise. Elmer Wright, otro ex jugador de las Menores, también perdió la vida aquel día.
Nueve ex peloteros de circuitos menores murieron en la Batalla de Guadalcanal y otros seis estuvieron entre las 6821 bajas en Iwo Jima, entre ellos, el Primer Teniente Jack Lummus, que recibió póstumamente la Medalla de Honor por doblegar sólo tres posiciones enemigas. Harry O’Neil, que actuó en un juego para los Atléticos de Filadelfia en 1939, también estuvo entre las bajas de la batalla mencionada.
El otro ex bigleaguer que perdió la vida en la 2da. Guerra Mundial fue el piloto de la Aviación Capitan Elmer Gedeon, cuyo avión se precipitó a tierra en Francia. Gedeon estuvo brevemente con los Senadores de Washington en 1939.
Cinco ex peloteros recibieron la Medalla de Plata, tres la de Bronce, cinco la Cruz de Vuelos Distinguidos y otro la Cruz de la Marina. Según el autor, pocos recuerdan que 15,000 asistentes de vuelo y de transporte aéreo perdieron la vida durante la Segunda Guerra Mundial, incluidos 16 ex jugadores de beisbol que servían en la Fuerza Aérea y en el Cuerpo de Marines.
Billy Southworth jr. hijo del manager de igual nombre que pertenece al Salón de la Fama, estuvo entre los primeros jugadores en inscribirse voluntariamente e el draft militar en 1940. Como piloto de B-17, después de completar su numero de misiones de combate en 1943, se convirtió en instructor y, en 1945, durante un vuelo de rutina en un B-29, su avión se estrelló en un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto LaGuardia en el que perdió la vida.
El 25 de enero de 1945, el Sargento Earl “Lefty” Springer fue asesinado en Nenning, Alemania; se encuentra sepultado en el Cementerio Americano de Luxemburgo. Cada año, homenaje a los soldados americanos que dieron la vida por liberar a su país, el residente del pueblo, Jean Folschette, pone flores en la tumba de Springer, alguien al que no conoció personalmente, mucho menos como jugador profesional de beisbol en su país.
El libro de Beinsfield es un tributo supremo a aquellos hombres vinculados al beisbol para que su sacrificio no quede en vano; homenaje permanente a los héroes auténticos quienes, como dijo Bob Feller, “nunca regresaron”.

jueves, 17 de mayo de 2018

DIHIGO, EL INMORTAL EN LA MEXICANA



Por Andrés Pascual
Martín Dihigo fue uno de los cinco mejores y más completos peloteros cubanos de la primera mitad del siglo pasado; en Estados Unidos le llaman de cinco herramientas al que mantenga en niveles idénticos el corrido de las bases, el brazo poderoso, el fildeo en niveles estelares, el bateo y la inteligencia. Le acompañan Cristóbal Torriente, Lázaro Salazar, Silvio García y Alejandro Oms, aunque el último tenía el brazo de promedio a pobre.
Ni Bienvenido Jiménez ni Pablo “Champion” Mesa, porque no bateaban como los mencionados, ni Esteban “Mayarí” Montalvo, un fenómeno fugaz que solo duró con condiciones superestelares cuatro años. Al Inmortal lo citan como mejor jugador versátil que el juego haya conocido.
Si algún beisbol le quedó a la medida a quien el cronista cubano Adolfo Fonst apodó El Inmortal hace más de 75 años, fue el mejicano: nadie brilló tanto ni con tanta intensidad como el matancero, en tierra azteca, primero en lograr algunos de los récordes individuales para un nivel de juego que, durante la etapa que le tocó, era competitivo.
Tan grande fue el impacto de este jugador, que se le considera factor de importancia de primer orden en la evolución del beisbol mexicano a partir de 1938.
A pesar de que desde los 20’s la presencia cubana en la pelota de México era de interés y clase, rubricada por Agustín Verde, considerado de “los padres” de ese beisbol, Alcibíades Palma, Lolo Correa, Agustín Bejerano o el increíble Ramón Bragaña, no fue sino hasta la llegada de Dihigo para la campaña de 1937, que un jugador, de absoluta categoría inmortal, se desplazó por los difíciles diamantes de aquella pelota con la maestría que le llevó a Cooperstown y que, por su juego en la patria de Juárez, también le convertiría en una de las reliquias más preciadas del Templo situado en Monterrey.
En 1937, con la cooperación del pitcheo magistral de Martín y de su despiadado bateo, el Aguilas de Veracruz se imponía en el circuito que, desde ese momento, se vistió de largo como pasatiempo de fuerza indudable y se convertiría en la verdadera segunda casa del pelotero cubano.
El primer gran resultado de Martín Dihigo en juego sencillo en la Liga Mexicana, ocurrió el 15 de septiembre de 1937 en el parque de la ciudad de Veracruz, cuando dejó sin hits ni carreras al Nogales, juego que concluyo 4-0 por el club de Jorge Pasquel; además, Dihigo contribuyó con sencillo y doble de dos carreras a su victoria. La trascendencia de este partido resultó porque fue el primer no hit no run que se lanzó en el circuito.
La manaña del domingo 18 de mayo de 1938, en el inexistente parque Delta de la capital, se convirtió en el fundador del “Club de los 6-6”, al batear cuadrangular, doble y cuatro sencillos en la victoria del Aguilas sobre el Agrario 10-3.
El sábado 29 de julio de 1939, en Veracruz, derrotó al entonces Carta Blanca de Monterrey 3-2 con 16 ponches propinados y cuando, una semana después, en apertura consecutiva el 5 de agosto abanicó a 18 bateadores de los Alijadores de Tampico en victoria 6-3, se convirtió en dueño absoluto del récord de más ponches propinados en dos aperturas consecutivas, no solo para la Mexicana, sino para todo el beisbol; pero el Libro Rojo de marcas del juego homologó injustamente (remember Finlay y el Nobel), el del Meteoro de los Indios de Cleveland Bob Feller, que, ese propio año, el 10 de septiembre, dejó con la carabina al hombro a 10 bateadores de los Medias Rojas de Boston y el 2 de octubre a 18 de los Medias Blancas de Chicago totalizando 28 ponches, 6 menos que los 34 del Inmortal cubano.
Dihigo fue una de las figuras más destacadas y trascendentales del beisbol cubano, un ídolo genuino dentro y fuera de la Isla, sin dudas, el pelotero más importante de la Liga Mejicana en el período 1937-45; es decir, en el momento justo que más necesitaba ese circuito a un pelotero de clase semejante.
Nadie ha prestigiado mas el calificativo de Inmortal que Martín Dihigo, que lo fue de verdad y así se le reconoce en cualquier lugar donde tuvieron el privilegio de disfrutar de su juego increíble.

miércoles, 16 de mayo de 2018

LOS REFUERZOS O EL EXTREMISMO NACIONALISTA EN LA SERIE DEL CARIBE


hermosillo-campeon

Por Andrés Pascual
La Serie del Caribe no es una competencia de selecciones, sino de clubes campeones, por lo tanto, no es un enfrentamiento entre países, sino entre ligas de los países de la regíon; entonces ¿Por qué razón emplean tanto el nombre del país, cuando lo que está en el terreno es el campeón de un circuito?
Antes, cuando Cuba podía afirmarse que estaba representada, no se manejaba a libre albedrío el término por los cronistas cubanos de la época, que se referían al nombre del club en la edición o al del oponente mayoría de veces: el Marianao de Cuba, Santurce de Puerto Rico…
Fácil de entenderse, si toma en cuenta que el circuito amateur cubano conocido por sus siglas UAAC (Unión Atlética Amateur de Cuba), segundo en importancia en el país por sus organización, no participaba en el torneo.
En la medida que comenzaron a contaminar la Serie del Caribe convirtiendo en selecciones a los campeones con exceso abusivo de refuerzos, como Puerto Rico a mediados de los 90’s o República Dominicana, por el complejo anímico de demostrar el poder del beisbol de esas dos naciones en el área, el breve torneo fundado en 1948 y debutado en 1949, pasó a mejor vida de la forma como se concibió, al repletarse de refuerzos durante los últimos 20 años; a fin de cuentas, hoy no pueden contar con nadie de los circuitos mayores porque no hay credibilidad ante el Beisbol Organizado, lo que ha contribuido a debilitar tanto los campeonatos invernales como a la propia Serie regional, con las prohibiciones de jugar a buenos importados o a mejores nativos; además del desinterés de estos jugadores, que no necesitan el dinero de invierno para vivir como reyes.
La inclusión del equipo ganador de la serie castrista, reforzado como para uno de los eventos internacionales que acostumbran perder, le puso la tapa al pomo desde hace 3 años.
Con estos elementos decadentes a mano, el señor Puello vende y pretende mantener los derechos de transmisión del evento ¿Qué de atractivo tiene la Serie del Caribe de hoy, que debe ser considerada como la 3era etapa por las irregularidades permitidas alrededor de la inclusión de la serie castrista, como para convertirla en intereses que ayuden a seguir en buen estado financiero sus arcas, medio vacías a pesar de lo que ha dicho el Presidente de la Confederación en varias oportunidades, que se ha visto obligado a debutar a la tiranía por coincidencia de factores políticos y económicos oportunistas?
La inclusión del equipo castrista contamina el nivel de competencia de la Serie del Caribe, porque esa pelota, aunque conocemos su verdadero status y su clase deplorable de “profesional de estado”, vegeta en estertores por el viejo y ridículo ranking de “amateur”, dando al traste un híbrido inaceptable para tan distinguido y prestigioso evento.

martes, 15 de mayo de 2018

JUGARON CON DOS SOBREVIVIENTES DE CÁNCER Y ESO CUENTA


rizzo-fowler-y-lester

Por Andrés Pascual
“Cabeza fría hace elogios…”, después de la victoria de los Cubs de Chicago han aparecido loas tardías de los mismos que no se comprometen nunca, porque no conocen ni historia “ni inside”, tengo una relación de “cronistas” que identificaron el score 1-3 favorable a Cleveland con “la maldición”, son tantos que puedo hacer un tomo de páginas amarillas, las peores de hispanos, sobre todo de kubanoides.
Es que el paisano de Raúl Castro es un caso atípico en la crónica beisbolera regional, ave rara que desconoce, pero tira aunque nunca acierte.
¿Por qué ganaron los herederos de la “maquinaria de la doble-matanza de Tinker a Evers a Chance”?, en primer lugar porque contrataron a Theo Epstein, en segundo porque Epstein le pirateó a Maddon al Tampa y en 3ero porque este manager sugirió, fue aceptado y aprobado por el GM, que trajera a Chapman “al costo que fuera” y costó 4 jugadores de ligas menores.
Sin embargo, la crónica que tiene una maldición peor que la del Chivo o que la de Ruth, detrás de los errores de dirección, por supuesto, tan malos y graves que “ni Serbio Borges…”, como que es una batería sin balas, de bizca a ciega, para nada cuenta que el club ganó más de 100 y que ganaron la Serie Mundial, por eso los panfleteros son los sabios interesantes, tanto que ¡si de verdad les diera por saber…!
La brillantez del juego, el teamwork de los Cubs fue posible gracias a Joe Maddon, que hizo jugar a la novena cohesionada, a matarse, pero, sobre todo, los hizo salir al terreno sin presión, les hizo entender que el juego es diversión aunque se ganen millones…Maddon es un motivador de carácter especial.
Cuando el outfielder cubano Jorge Soler dio un fly al rightfield que picó, se extendió y ni por eso el antillano apretó el paso, oponiendo al juego profesional el desprestigiado de arreglos en la caricatura de la tiranía; cuando confundió INDUSTRIALES CON Cubs de Chicago, quizás por el color del uiniforme, actitud que trajo al presente una fotografía de Gaby Harnett conversando en ese mismo estadio con Al Capone; cuando Soler decidió correr, estaba a medio camino entre segunda y primera, a pesar de todo, logró llegar a la antesala, robándole al club un jonrón dentro del terreno que hubiera empatado el juego.
Entonces Maddon, que lo aprecia, que cree en él, que ve posible su desarrollo “a pesar de los ponches”, lo envió al banco por un corredor sustituto por el resto de la Serie (castigo ejemplarizante), desde el momento en que ancló en la 3era. Y nadie habla de estos detalles.
La labor de Theo Epstein fue decisiva, la gestión de traer a Maddon un puntillazo, pero existen cosas en el beisbol curiosas, raras, como fuera del alcance humano por sensibles, porque un club que jugó como jugó, para el que rindieron un mundo dos sobrevivientes de cáncer, Rizzo y Lester (foto de ambos con Dexter Fowler), sencillamente no podía perder, Tengo la impresión de que este acontecimiento es el primero en los anales de las Grandes Ligas…

domingo, 13 de mayo de 2018

¿MANTENDRÁ EL CRÉDITO AL SALÓN EL BATEADOR DE 3,000 HITS?


canseco tampa

Por Andrés Pascual
Históricamente, al Salón de la Fama del Beisbol Americano profesional han accedido los jugadores que hubieran alcanzado números considerados mágicos, o que sus años de liderazgo hubieran sido mucho más que brillantes, como Tony Oliva, como Al Oliver, como Cecil Travis, como Dimaggio, que jugó 12 temporadas o como Ralph Kiner, que actuó en 10, se llevó 7 campeonatos de jonrones y tiene el mejor promedio de por vida en esta casilla, segundo en impulsadas detrás del Clipper y por poco no lo escogen. porque decían que no tenía brazo, además, se ponchó 749 veces contra 1,011 bases por bolas, embasamiento de .398 y sluging de .548.
Por la defensa dejaron fuera a Babe Herman, si quiere ver cómo fue su paso por las Grandes Ligas, repase sus números en baseballreference.com, sin embargo, por circunstancias nacidas en el seno de grupos de intereses muy ajenos a la moral del juego, a su salud y a su trascendencia, era novísima de muchos “magistrados” que votan sin conocer del pasatiempo nada de lo que debe quien asuma y acepte semejante responsabilidad, se han encargado de convertir los números históricos, de etiqueta de inmortal, en “picadillo de huesos”, ejecutando la acción, más que injusta contaminada, de demeritarlos y devaluarlos por el orden de importancia que siempre han merecido, al no escoger a quienes tengan carreras de genuinos HoF’s unos, o retrasarles la elección a otros y hablo de sistema regular por la Asociación de Cronistas.
Por ejemplo, se comenta de Ichiro, el nipón ha sido un peloterazo, pero, para promoverlo a Cooperstown, se menciona el número 3 mil, cantidad de hits colectados por un bateador que, en los anales del juego, ha sido un pasaporte directo al recinto. En el caso de este jugador debiera tener un asterisco sobre el récord de 262 hits en una campaña, porque jugó 162 juegos contra los 154 de George Sisler, 77 veces más al bate y solo 5 hits de diferencia, ya que el inmortal del San Luis Browns dio 257.
Sin embargo, un pelotero mejor que Ichiro, más valioso y más completo, con 3,060 hits, 291 jonrones, más de 650 dobles, más de 400 robadas y más de mil 150 empujadas, no fue elegido en su primer año y hablo del más valioso jugador para cualquier franquicia tal vez de la historia: CRAIG BIGGIO, que se convirtió en all-around obligado por su clase, por su moral, por su respeto al juego y al público, por amor a la disciplina y por exigencias de la oficina, cada vez que fue necesario que cambiara de posición para hacerle espacio “al fenómeno de reciente adquisición que solo podía jugar una base” y nunca le llegó al tobillo. En un periplo de 20 campañas este pelotero, al modo mío de verlo el mejor y más completo de su generación, actuó toda su carrera para el club que lo dio a conocer: los Astros de Houston.
Al fenomenal Roberto Alomar TAMPOCO LO ELIGIERON en el primer intento, dicen que le repitieron la dosis de castigo que le aplicaron a Marichal por el batazo a Roseboro, en el caso del intermedista, mencionaron el escupitajo al umpire; más sospechoso que curioso, ambos son hispanos y Ruth noqueó a un umpire que cantó bola un lanzamiento que el Babe consideró strike, sin embargo, fue del pequeño grupo que inauguró el Salón de la Fama, pero Williams escupió a dos reporteros y lanzó un bate a las gradas que casi mata a una niña y lo seleccionaron en su primer año de elegibilidad.
En este momento, el antesalista dominicano Adrián Beltré está a 132 hits de los 3 mil, el año próximo debe alcanzar la marca, claro, si no ejecutan la pena de muerte que le aplicaron a Canseco (foto año con Tampa) y a Guerrero para que no llegaran a 500 jonrones, incluso a Fred McGriff (foto debajo), que se quedó a 7 bambinazos de las cinco centenas, maraña consistente en dejarlo sin contrato ni para vender maní…pero, si Beltré reporta a cualquier club y lo ponen a jugar, será el 32 en alcanzar el número, además, con 577 dobles hasta hoy, también ha dado 429 jonrones y ha empujado 1,530 hacia el plato.
fred mcgriff
Jim Thome bateó más de 600 jonrones, empujó más de 1,600 carreras y han dicho que no merece el Salón, se habla de que los bateadores designados no deben estar en el recinto ¿Por qué, si un jugador que sirva a la defensa está más en juego, más caliente para batear incluso, que quien observe la acción desde la cueva? ¿Por qué existe ese trabajo si le van a bloquear la posibilidad de inmortalizarse? ¿Por qué no se le aplica igual medida a los relevistas, como Sutter, que nunca abrió un juego?
En los últimos 40 años años de pasatiempo, no se han visto 3 bateadores derechos como Edgar Martínez y no fue escogido y dicen que no tiene méritos, porque, según parece, jugar 18 campañas para un solo club ya no es meritorio; además, tener los créditos de Edgar como designado afea carreras de “inmortales inferiores a él y acompleja al mercenario ante la historia, por eso es tabú hasta mencionarlo; pero el boricua bateó .312, se llevó dos champions-bat, bateó 10 veces sobre trescientos, se embasó para .418, su slugging .525, total .933, 309 jonrones, 514 dobles, impulsó a 1,261 y se ponchó menos veces que las bases por bolas que le dieron. Rebasó 5 veces los mil de suma total de bateo, slugging y embasamiento, dos de ellas líder del joven circuito, este tremendísimo bateador conectó más de 50 dobles dos veces.
Harmon Killebrew ganó 6 títulos jonroneros, bateó más de 550 cuadrangulares en 19 campañas, pero su promedio fue de .254 y empujó 1,506, conectó menos de 350 dobles y está en Cooperstown ¿Merece el nicho que tiene en el pueblito neoyorquino? Por supuesto, los 500 jonrones y las 1,500 impulsadas siempre han sido gancho, lo que pasa es que tal vez haya 10 que lo merezcan, algunos nunca podrán acompañarlo ya y el resto lo están manoseándo para que les “cojan asco” y nadie se los trague.

jueves, 10 de mayo de 2018

DOMINICANA, LA MORAL COLECTIVA Y EL USO DE SUSTANCIAS



jenrry mejias 2
Por Andrés Pascual
Debajo puse un link en inglés de TNYT, responde a la suspensión “por vida” del dominicano Jenrry Mejía por uso de sustancias:
Ahora voy a “pegar” un par que escribí hace algunos años, con respecto a las sustancias y a los hispanos, específicamente los quisqueyanos:
Si usted sigue el beisbol, su desarrollo en los países del Caribe, debe estar pensando seriamente en que, República Dominicana, ha bajado el número de jugadores de categoría estelar que enviaba al Beisbol Organizado. Antes de que fuera involucrado en calidad de “culpas mayores” en la carrera de las sustancias, sus peloteros parecían “fuera de liga”.
Impresionaba como que la crema y nata del juego nacía en el país del Perico Ripiao y sus peloteros aparentaban salir por un grifo sin zapatilla…
Resulta que, desde 1980’s, la mayor cantera productora de jugadores del Caribe ha sido Dominicana, el éxito de muchos de sus jugadores en Grandes Ligas, contribuyó a estimar que, “debajo de cualquier piedra hay un pelotero”.
Sin embargo, con los jugadores dominicanos no hubo preferencias, digamos que como hacen con los castristas y por lo visto a nadie le importa: mientras que un joven dominicano es considerado “viejo” con 22 años, varios de los enviados por el castrismo son firmados y llevados a categoría de liga grande a partir de 25, sin pernoctar en ligas menores un solo día. Ahora mismo, Gourriel con 31 y Alexis Bell con 32, esperan por “sus” rutinarios contratos millonarios ¿A qué ha llevado esta situación?
Ante el caso castrista y las Mayores, no se le puede conceder la culpa a los demócratas y a Obama porque hayan “normalizado”, no, la violación del embargo, que es lo que sucedió hasta que “las partes” acordaron con el grupo “presidencial” de intermediario, la inició la tiranía en 1964, cuando 6 jugadores cubanos fueron contratados por la Liga Mexicana por gestiones de Ramiro Valdés ante el tirano Castro.
Aquellos peloteros, todos de la Liga Cubana menos Waldo Velo, que habían pertenecido al Beisbol Organizado en USA (siguieron en éste en terreno mexicano), vivían y trabajaban en Cuba en invierno y jugaban durante el verano en los clubes de la Liga Mexicana, aunque Andrés Ayón lanzó en la liga del Pacífico (invernal), varias veces y otra, por poco tiempo, con el San Diego de la Costa, Triple A, en 1968.
Saque cuenta: 5 de Nixon, 3 de Ford, 8 de Reagan, 4 de Bush sr y 8 de George W: 28 TEMPORADAS REPUBLICANAS ¿Cómo fue posible? Bueno, los republicanos han tenido en agenda no dejar solo a Castro, exactamente igual que los demócratas, por lo que “se impusieron” la tarea de ayudar al tirano a violar las sanciones, incluso a buscar salideros para facilitarlo ¿El exilio? Bien, ahí, haciendo lo de siempre, jugando a hacerse el bobo, sirviéndose del dolor del pueblo cubano con la justificación “a mi no me gusta la pelota…”, claro, salvo honrosas excepciones.
Nadie debe dudar de que, durante 57 años, hemos estado “bien despachados” con estos elementos “super de súperes” patriotas y con semejante aliado.
Por lo visto, fama y fortuna en República Dominicana son posibles en la medida que las condiciones para jugar pelota sean de nivel superior, o capaces de competir con éxito en la música tradicional como el merengue y la bachata.
Hoy vi unas fotos espantosas, desalojo sin ninguna piedad en los campos que tienen los Fanjul, billonarios lamentable y vergonzosamente “de origen cubano”; tal vez si alguno de estos desalojados hubiera sido de clase Triple A, no hubieran vivido en guardarrayas; tal vez, digo…y este grupo mafioso, Emperadores del Azúcar que se van “a meter la agricultura” de lo que fue Cuba, poseen en propiedad el Salón de la Fama del Beisbol Latinoamericano, una verguenza mayúscula no por los elegidos, sino por los dueños, otros representantes y algunos votantes.
Tengo la impresión de que con los dominicanos se han extremado en el renglón “sustancias”, parece que allí inventaron “el gato”, que, el uso y abuso para lograr el rendimiento con ayuda artificial, es propiedad exlusiva de los quisqueyanos, cualquier día dicen que lo inventó un curandero medio haitiano en el s. XVII.
Se ha conocido que en República Dominica han muerto jóvenes que se han inyectado sustancias para animales, pero no dicen cuántos aquí con otras de uso humano. De forma extraña, no se ha reorganizado el capítulo de la agencia libre internacional como debe ser, no con maquillaje como hicieron; no se han hecho ajustes para tratar en igualdad de condiciones a los jugadores que envía la tiranía “camuflados” al beisbol organizado.
Todos los males de los peloteros jóvenes dominicanos que buscan contratos en el beisbol, recaen sobre los intermediarios, que no tienen escrúpulos ni ante alteraciones de la edad ni ante el peligroso consumo de sustancias.
El problema es que Dominicana no tiene jugadores de gran talento como al comenzar el año 1990, de pronto se ha resquebrajado la atención y suena desafinada en el concierto de naciones productores del peloteros en la región; aunque, todavía, numeralmente, superen al resto.
Es verdad que son los paisanos de Tetelo y Lantigua los que más sustancias consumen, pero hay que tomar en cuenta que MLB no ha hecho nada por arreglar el problema, sino acusar y suspender a esos atletas.
El último grito resultó en que, hasta hoy, el único suspendido para siempre es de allí también y yo pregunto ¿Por qué no suspendieron a alguno de los americanos que, en el hocico de todo el mundo, pisotearon la moral y la historia del juego?
Jenrry Mejía inauguró con su separación del beisbol un espacio en el que, muy difícilmente, vaya a tener compañía de algún famoso.
Otra vez el infeliz como chivo expiatorio que se salió del plato porque, posiblemente, le informaron que empezara, que la vista gorda regresó y el muchacho se adelantó y pagó la novatada.
Escuche, lea “la exigencia fanática” y saque conclusiones…qué sucederá en menos tiempo del prudente: “el público quiere jonrones…”, supongo que suficiente para los buenos entendedores.

miércoles, 9 de mayo de 2018

NO HAY JUGADORES CON MARFILADAS “INMORTALES” EN COOPERSTOWN


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Por Andrés Pascual
Solo Willie Mays, cuando su capricho superó lo razonable y se quedó para que le cayeran en la cabeza cuanto fly al leftfield batearon en la Serie Mundial de 1973 los Atléticos de O.FINLEY, es parte del recinto, porque continuó cuando no podía, entonces muestra en su palmarés desinhibidos lances de torero de “cartel enano” en el último evento otoñal que jugó.
Pero aquellos corrings a destiempo, aquel pésimo sentido de la colocación que exhibió alquien que forma parte de lo mejor de la defensa en el outfield del beisbol, no significaron la derrota del club. El gran pelotero jugó con los Mets de la ciudad que le dio el bautismo de fuego en el juego de liga mayor, que lo presentó en sociedad a los 20 años en 1951, NUEVA YORK.
La “marfilada de Merkel” fue un mal corring: no pisó una base, se entusiasmó irresponsablemente con la anotación ganadora que no coronó y el jolgorio fanático que invadieron el terreno, se aturdió y el error fue mental (al momento el jugador más joven de todo el beisbol); en contra que por los Cubs de Chicago jugaba en segunda base un inmortal, Johnny Ever, considerado entre los 3 peloteros más inteligentes de la historia, que se dio cuenta, le pidió la pelota al centerfielder y pisó haciendo out forzado por abandono de la jugada continuada. “Napoleón” McGraw nunca lo culpó, lo repitió en una entrevista en 1926 en La Habana.
Entonces se suspendió el juego empatado por blackout, al siguiente se continuó donde estaba y John McGraw se quedó sin el Clásico con sus poderosos Gigantes y los Cubs ganaron su última Serie Mundial contra Ty Cobb, era 1908.
En los 10’s, a Fred Snodgrass lo consideraban uno de los 3 mejores outfielders defensivos del beisbol, lo habían elevado a la categoría de bigleaguer en 1910 los Gigantes, con el uniforme neoyorquino bajo la tutela de McGraw, asistió a 3 Series Mundiales consecutivas 1911-1913, todas perdidas por el club…
En 1912, Snodgrass “chorreó” un manso y rutinario fly al center y avanzó a segunda el corredor que significaba el empate, inmediatamente después realizó un engarse de “Padre y Señor mío”, pero el Boston anotó dos en el inning y el estigma persiguió al jugador siempre, a extremos de que ganó un sobrenombre despectivo “FRED MUTT” o “30,000 MUTT”.
Como hizo con Merkel, McGraw tampoco culpó al jugador por la derrota y le sugirió a la gerencia que le subieran el salario a mil mensuales y lo hicieron.
En 1941, el catcher regular de los Dodgers de Brooklin era Mickey Owen, estrella defensivamente, que impuso un récord de 508 lances consecutivos sin errores ese año, además, promedió .995, como artillero para la posición era aceptable, aquella campaña los Esquivadores ganaron la Nacional y fueron contra los Yankees a la Serie Mundial…
Hurgando un poco en el pasado de Owen, el hombre fue alcalde durante tres términos de una localidad americana y candidato al Congreso. Al concluir 1945 fue enviado al Servicio Militar durante la 2da Guerra Mundial (Dpto de la Marina), cuando lo desmovilizaron, no se puso de acuerdo sobre salario con los Dodgers para 1946 y puso proa al sur, a la Liga Mexicana, atraído por los cantos de una sirena loca llamado Jorge Pasquel, como manager-jugador (UNO DE 4 MANAGERS DEL VERACRUZ EN LA TEMPORADA DE 1946, ADEMÁS DE RAMÓN BRAGAÑA, CHILE GÓMEZ y el dueño Pasquel), la aventura le costó la suspensión de por vida por “renegado”, medida decretada por el Comisionado Happy Clandler contra quienes abandonaron al Beisbol Organizado, para irse a México, recibió el perdón en 1949 al reducir el alto ejecutivo a 3 años la penalidad y regresó a las Grandes Ligas con los Cubs de Chicago hasta 1954 (1952, 53 y 57 actuó en las ligas menores), se retiró con los Medias Rojas de Boston…
En la campaña 1953-54 estuvo en la Liga Invernal de Puerto Rico como manager-jugador del Caguas, ganó el campeonato y la Serie del Caribe de ese temporada…
El 5 de abril de 1941, los Yankees iban delante en la Serie Mundial 2-1 contra el Brooklin, esa tarde los Mulos visitaban a los Esquivadores en el estadio Ebbets Field, “otro de los 3 barrios” de gran arraigo beisbolero de Nueva York con clubes en las Mayores.
En el 9no inning, parte alta, los Bombarderos perdían 3-4 el juego y llegó al plato Tommy Heinrich con 2 outs; un par de fouls, 3 bolas malas y cayó en 3 y 2… al próximo lanzamiento el artillero zurdo le tiró y Owen no pudo retener la bola que hubiera empatado la Serie a 2 victorias (foto de la jugada), el bateador-corredor llegó safe a primera y con este la debacle brookliniana, porque los Yankees hicieron un rally de 4 que decretó la ventaja 7-4 que los inquilinos del Ebbets no pudieron remontar. El día siguiente, el tercio táctico de Dimaggio volvió a ganar, esta vez 3-1 y se llevaron el gallardete 4 juegos por uno. Un passed-ball de leyenda.
En la Serie Mundial del 2001, jugada que comentan poco o nunca, el relevista Mariano Rivera olvidó su clase, su experiencia y sus nervios de hierro cuando recibió un bounce fácil con tiempo suficiente para hacer no uno, sino 10 dobleplays, en vez de lograr la doble matanza que hubiera representado la victoria de los Yankees, tiró mal provocando la de Arizona, Mariano no era jugador de todos los días…pero la marfilada le costó el Clásico a su club.

martes, 8 de mayo de 2018

YA NO DISCRIMINAN A LOS HISPANOS EN EL BEISBOL ORGANIZADO


pujols dugout sin gorra

Por Andrés Pascual
No hay Dios que me haga creer que existe la mínima huella de discriminación en las Mayores contra los peloteros latinos…de ningún color, que, para conceptualizarlos como raza, ni decide ni interesa: son “hispanic” y que nadie me venga con el cuento de, porque a un dominicano  no le daban chance hasta un día, pueda considerarse racismo ni ninguno de esos “crímenes”, tan de moda hoy para reflejar la intención de “inferiorizar”. En el jugo de pelota hay que dar palos, fildear, correr, sacar outs y, para publicitarse mejor, “TENER ANGEL” para la concurrencia.
El negro americano está afectado por “la presencia de negros o blancos DE LA REGIÓN”, lo mismo venezolanos que del área holandesa en todo el Beisbol Organizado, porque se debe comenzar desde el principio: las ligas menores.
Los que han tomado una posición de agresión contra los jugadores de pelota de países del sub-continente en Estados Unidos son los llamados “afroamericanos” y hasta declaraciones de algunos de su grupo se han escuchado, capaces de convalidarlas con las peores de la era de la Barrera Racial, que, como muchas otras que se oyen, hay que ponerles atención por lo peligrosas (recuerde las de Gary Scheffield o las de Torii Hunter).
La reflexión sobre el hecho, acorde con los tiempos modernos (últimos 40 años), debe ser: “si eso lo dice un blanco…” Si lo dice un blanco americano lo matan… los latinos; pero sin participación de los jugadores sepias de aquí, que no por gusto son los únicos negros que existen para la ley americana y solo van “por ellos y a ellos contra los arios”, en cualquier otro caso, a favor de los “irlandeses”.
Creo que fui el único que atacó las declaraciones de Hunter y Scheffield en algunos lugares que escribo; incluso las entiendo aún como reflejo de una sustancialmente buena cantidad de sus iguales que se callan por apatía o por conveniencia.
Analizando cómo han transcurrido las cosas, tal vez debí callarme; a fin de cuentas, nadie lo agradece, porque hay como una sumisión rara a posturas impropias de parte de los hispanos hacia los afros, cuyo tema aparenta ser: “contra el blanco americano, aunque me mates…” lo que yo no tolero ni apruebo ni si me matan.
En 1955, en la sección deportiva de Bohemia, el cronista René Molina, refiriéndose a las penurias de los jugadores cubanos negros en Estados Unidos, citó una conversación con el entonces infielder Ossie Alvarez en la que este le confesó que los blancos que jugaban el cuadro del Charlotte de la Sally League clase A, “no le pasaban bolas ni calentaban el brazo con él”.
No comentado por Molina y razón por la que muchos creen que se frustró como pelotero, Juan Vistuer, prometedor outfielder del Círculo de Artesanos de la Liga Nacional de Beisbol Amateur entre 1948-51 y de los Elefantes del Cienfuegos del premio invernal, ese mismo año y con el mismo club que Ossie Alvarez, fue expulsado con su esposa del hotel de blancos en que pernoctaba, porque la población de la ciudad lo exigió. Vistuer parecía blanco que negro claro, por lo que fue a gusto del consumidor la elección y Charlotte escogió la segunda.
Pero hoy no existe esa situación, que no por gusto un fuerte movimiento encabezado por mexicanos y boricuas (la Raza), son permanencia visible en el espectro socio-político de este país, exigiendo los derechos que creen merecer los llamados “indocumentados” que, curiosamente, abarca solo a personas del ámbito latinoamericano y no tienen en cuenta para nada a otras nacionalidades también indocumentadas.
El respaldo al pelotero latino, que no es indocumentado aquí, comienza por el público y el propio jugador blanco de su club, que los ha hecho suyos porque son mejores en mayoría que los negros americanos quienes, desarmados ante cualquier exigencia, utilizan el capitulo racial-regional como arma artera para recuperar lo que ni fue ni es ni será de su propiedad: el pasatiempo nacional.
Cuando a Clemente, que le dieron una galleta racista en la cara mientras jugaba para el Montreal de la Internacional, según muchos, le desconsideraban por poco espacio en titulares mayores luego de 4 champions bates y un MVP que, como complemento de lo que puede hacer jugar y brillar en la Serie Mundial, necesitó la de 1971 para  que “se supiera que existia”, también hacían maravillas en el terreno Willie Mays, Aaron, Ernie Banks, Pete Rose, Yasterzemski, Frank Robinson o Mickey Mantle y el rightfielder del Detroit era el tipo que dicen que inventó el juego en esa posición, Al Kaline. En realidad todos eran superiores al boricua, por mucho que disguste a algunos con la afirmación.
Exagerar las virtudes de Clemente en lo deportivo y realzar sus sinsabores ajenos al terreno de quien no fue ni el primero ni el segundo hispano, negro o no que jugó aquí, a veces es la maniobra escondida para convertirlo, más que en una figura de trascendencia deportiva, en un ente pernicioso de la política de hoy que, de tanto protestar y exhibirse, pudiera no llegar a ningún lado.
Con los más elevados y a veces inmerecidos salarios del beisbol, más de 5 “hispanos negros”, que gozan cada uno de más publicidad en una temporada que la que recibieron en toda su carrera Jimmie Foxx, Hank Greenberg, Gheringer o Mel Ott juntos, nadie puede sugerir que, como Clemente y Amorós en plan de héroes o Mickey Owen y Fred Merckle de villanos antes, haya trampa porque la nación y, acaso su país, descubrieron que un pelotero como Nelson Cruz necesite de esta Serie Mundial para que se reconozca su valor. Pensar así, a mi modo de ver, que me mantengo sin hacerme residente porque no quiero y solo respondo a Cuba luego de 22 años en EUA, deshabilitado por enfermedad y protegido por mi parolee de refugiado político, me parece un FOUL PLAY, por donde quiera que lo miro…