Hoy nos concentraremos en tres equipos cuya actuación en lo que va de temporada ha superado con creces las expectativas. Veamos.
Piratas de Pittsburgh
Los Piratas tienen una racha de 18 temporadas consecutivas jugando por debajo de .500, la peor en la historia, y pocos hubieran apostado a una mejoría sustancial este año. Por eso la actuación que han desarrollado es una de las grandes sorpresas del 2011. Recordemos que este equipo venía de perder 105 partidos el pasado año.
El primer responsable de este giro de 180° es el nuevo manager Clint Hurdle, quien ha liderado un cambio de actitud del equipo. Esta versión de los Piratas ejecuta los fundamentos, corre bien las bases, toca y hace lo necesario para anotar carreras sin un gran poderío. Hurdle también ha establecido disciplina, llegando a sentar a su estelar Andrew McCutchen cuando este no corrió fuerte luego de conectar un rodado.
En ocasiones, este equipo presenta una alineación con cinco jugadores de primer año. Esa “hambre” del que quiere impresionar en su primera oportunidad ha sido importante para el éxito de los Bucaneros.
Como es normal en las historias de éxito en el béisbol, el pitcheo ha sido fundamental, con el quinto mejor promedio de carreras limpias de la Liga (3.44). La rotación formada por Kevin Correia, Charlie Morton, Paul Maholm, Jeff Karstens y James McDonald ha sido consistentemente efectiva a pesar de la ausencia de Ross Ohlendorf.
Hurdle también ha contado con Joel Hanrahan, quien convirtió sus 26 oportunidades de salvamento en la primera mitad y es uno de los cerradores más dominantes del momento. El cuerpo de relevistas intermedios encabezado por el dominicano José Veras, Chris Resop y Daniel McCutchen también ha cumplido su cometido.
Con Andrew McCutchen encabezando un núcleo que también incluye al dominicano Pedro Alvarez, el intermedista Neil Walker, José Tábata, Alex Presley y otros, los Piratas aspiran a un futuro promisorio por primera vez desde principios de los 90.
Indios de Cleveland
Quizás el primero en percatarse de que los Indios podían sorprender este año fue su dirigente Manny Acta. Así nos lo comentó en una entrevista el pasado invierno, destacando la mejoría que había percibido de su pitcheo en la segunda mitad de 2010.
Con un staff de abridores que lanzan para el contacto y tiran strikes y una mejorada defensa con la inserción como regulares de Orlando Cabrera, Jack Hannahan y Michael Brantley, Cleveland ha logrado convertirse en contendor luego de perder 190 partidos en las dos temporadas anteriores. El trabajo de Josh Tomlin, Justin Masterson y Carlos Carrasco ha sido encomiable, compensando la baja producción de Fausto Carmona y Mitch Talbot.
El cuerpo de relevistas encabezado por el cerrador Chris Pérez también ha sido determinante para el éxito de la tropa de Acta, quien también ha contado con un efectivo cuerpo de preparadores formado por el dominicano Rafael Pérez, Vinnie Pestano, Tony Sipp y Joe Smith.
Así los Indios han sido competitivos a pesar de una inconsistente ofensiva saboteada por lesiones a Grady Sizemore, Travis Hafner, Shin Soo Choo y Matt LaPorta. Asdrúbal Cabrera y el dominicano Carlos Santana han llevado la voz cantante en materia de producción de carreras en el equipo.
Con el estelar Choo fuera de acción hasta Septiembre, la misión de la gerencia en la segunda mitad es ubicar refuerzos para el ataque, especialmente un bateador derecho, sin sacrificar de manera significativa el inventario de prospectos que representan el futuro de la franquicia.
Diamondbacks de Arizona
Este equipo era la opción de muchos para terminar por tercer año sucesivo como sotanero de su división, luego de acumular marca de 65-97 en 2010. Sin embargo, la escuadra de Kirk Gibson terminó Mayo ganando 15 de sus últimos 17 partidos y se metió de lleno en la lucha divisional.
Igual que en el caso de los Piratas, los cercanos al equipo destacan el hecho de que Gibson ha cambiado la cultura de un núcleo joven que había enfrentado repetidos fracasos en los dos últimos años, estableciendo una temática de juego agresivo, ejecución de fundamentos y la intensidad que lo caracterizó durante su época de jugador activo.
Por otro lado, el gerente general Kevin Towers se dispuso a mejorar un bullpen que había sido el peor de todas las Grandes Ligas, con un PCL de 5.74 en 2010. Con la llegada de J.J. Putz y David Hernández más el desarrollo de Esmerling Vásquez, Sam Demel y Joe Paterson, ese objetivo se ha cumplido.
Towers también introdujo cambios en un núcleo ofensivo que se ponchaba con inusitada frecuencia. Luego de la salida de Mark Reynolds y Adam LaRoche (383 ponches entre ambos en 2010), Arizona se ha convertido en uno de los equipo de mejor producción de la Liga gracias a un balanceado ataque donde se destacan Justin Upton, Chris Young, Miguel Montero y otros.
Combinando esas mejorías con un pitcheo abridor encabezado por Ian Kennedy, Daniel Hudson y Josh Collmenter, los Diamondbacks tienen posibilidades de mantenerse en la lucha divisional por el resto de la temporada.