Estos son los días en los cuales los rumores se acrecientan cada segundo que pasa, debido a que nos acercamos a la fecha en la cual los distintos equipos de Grandes Ligas pueden efectuar transacciones de forma directa. En esta temporada, la llamada fecha tope es el próximo 31 de julio.
En esta oportunidad, es interesante ver cual será la actitud que asumirá la gerencia de los Astros de Houston. Entre la transición que actualmente ocurre entre el propietario saliente Drayton McLane y Jim Crane, quien asumirá las riendas de la organización en cualquier momento, más la posición del equipo en la pizarra de la División Central de la Liga Nacional, en un sótano poco envidiable, pone a pensar a muchos sobre los posibles movimientos que se puedan efectuar.
Ya ocurrió uno entre la oficina comandada por Ed Wade y los actuales campeones de la Serie Mundial, los Gigantes de San Francisco. Los siderales despacharon al infielder Jeff Keppinger a cambio de dos lanzadores de Ligas Menores, los diestros Henry Sosa y Jason Stoffel.
Sobre Keppinger, se puede decir que su bateo oportuno lo hacía ideal para las intenciones de los Gigantes, necesitados como están de ofensiva productora, y de jugadores del cuadro saludables. Freddy Sánchez, Bill Hall y Miguel Tejada están en la lista de incapacitados, y Keppinger, luego de un par de meses al inicio de la campaña fuera de acción, está conectando .307, con .421 de promedio contra lanzadores zurdos.
La negociación sin duda alguna fue hecha pensando en el futuro, en lo que a los espaciales respecta. No solamente se hicieron con un par de pitchers que podrían significar buenos dividendos; igualmente, abren espacio para probar el porvenir inmediato del equipo.
Nos referimos a José Altuve, nativo de Maracay, ciudad del central estado Aragua en Venezuela. Con apenas 21 años de edad, tuvo numeritos que despiertan la atención de cualquiera en su estadía en Ligas Menores durante el presente año. En el Lancaster, sucursal Clase A de los Astros, tuvo promedio de .408 en 52 encuentros; y luego en Corpus Christi mantuvo su buen ritmo, con .361 de average en 35 encuentros.
La transacción que remitió a Keppinger a los Gigantes da dos oportunidades: permite al venezolano mostrar su talento en Grandes Ligas; y a los Astros, tener una idea más aproximada a la realidad sobre su prospecto, que al final de cuentas, sigue siendo una promesa.
Altuve tiene además otro estigma que superar: su estatura de 5 pies, 7 pulgadas, equivalentes a 1 metro y 72 centímetros.
"Todos van a ver a José y su tamaño", comentó Wade a MLB.com en inglés. "Comenzarán a cuestionar su habilidad por ello. En ese caso, estarán subestimando lo que este chico puede aportar, y tiene muchísimas oportunidades de ser un grandeliga de mucha calidad".
Esto fue evidente para quienes lo escogieron como representante de la organización de Houston para el Juego de las Futuras Estrellas celebrado recientemente en Phoenix. Vale la pena destacar que dos de los últimos tres enviados por los Astros a este evento (Jason Castro y Jordan Lyles) ya estaban en las Mayores para la siguiente campaña.
"Altuve es un jugador sumamente talentoso", expresó el director de scouting Bobby Heck. "Debemos mantener una mente abierta en lo que al talento respecta. El talento debe ser reconocido, no importa como venga".
"Hemos subestimado su habilidad y fuerza", reconoció Heck al quincenario Baseball America.
Ya los Astros no pueden seguir dándose el lujo de dejar que Altuve pase por debajo de la mesa. Es cierto que un equipo con la necesidad de minar sus granjas, buscando talento de forma urgente, debía darle paso a las cualidades cada vez más evidentes mostradas por él.
Será cuestión de tiempo saber si la expectativa creada por el ascenso de José Altuve fue justificada o no. Sin embargo, este debut, el más comentado en mucho tiempo dentro del Parque Minute Maid, cuenta con todos los elementos para darle esperanzas a la afición de los Astros.
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