Por Andrés Pascual
Vuelvo sobre lo mismo, me gusta el detalle y llevó más de 10 años “tragando buches de sangre”, indefenso ante la masacre que se cometía (aún se hace en otras facetas) contra el beisbol y el problema de las sustancias de crecimiento.
Ya se puede ver que los jugadores envejecen; además, se observa el efecto de lesiones sobre su capacidad de juego o ambas cosas combinadas, si no lo cree, mire el deterioro de los “jerarcas hispanos” en el asunto, los dominicanos, en base a la merma en el rendimiento de algunos de sus jugadores, luego de que se les “destapó” como positivos: David Ortiz, Miguel Tejada, Manny Ramírez…incluso Alex Rodríguez, nacido aquí y reportado como dominicano por la prensa quisqueyana, como hacen también los cubanos, tiene un evidente y preocupante descenso de su bateo con el incremento de dolencias que, definitivamente, le auguran el retiro más temprano de lo que se creía.
Malo para ellos, bueno para el deporte, inobjetablemente, porque, ¿Cuánto tiempo hacía que no se producían jornadas de actuaciones soberbias por varios lanzadores en un solo día? Yo casi no recordaba que eso hubiera ocurrido, sin embargo, ese es el juego de beisbol en el nivel de Grandes Ligas.
El zurdo de los Filis de Filadelfia, Cliff Lee, enfrentó a los Bravos de Atlanta durante 7 episodios, le dieron 9 hits, le anotaron 3, todas limpias, dio una base por bolas y repartió la escalofriante cifra de ¡16 ponches! Sin embargo, el derecho Dereck Lowe, desde la trinchera contraria, trabajó 6 entradas con solo 2 hits permitidos, ninguna carrera, una solitaria base por bolas y 4 chocolates recetados. El juego lo ganó Lowe (3-3, 3.22) y lo perdió Lee (2-3, 3.69). Como rutina de los tiempos, al cerrador cubano de los Filis, Danny Báez, le encendieron 3 cohetes y le hicieron 2 limpias… ¡Tenía que ser!
Por acá, por el sur de la Florida, los Marlins recibieron a los Nacionales con ese prospectazo que se llama Ricky Nolasco en el box. Para reafirmar la inutilidad de una gran actuación monticular por la inefectiva actividad del relevo: el llanero tiró 7 episodios con 6 hits permitidos, 2 carreras limpias, 2 bases por bolas y 11 ponches. La barrera que contuvo a la batería de los Agujas se llama J. Zimmerman, que no estuvo mal durante 6 entradas, con 5 hits, 2 carreras limpias, 2 bases y 4 ponches. Ninguno de los dos tuvo que ver con la victoria o la derrota.
El mexicano Jaime García, como Loewe, solo permitió dos hits por los Cardenales contra el Milwakee en una victoria 6-0.
A ver, ¿Acaso puede creer alguien que un juego de 5 ó 6 jonrones es más disfrutable que cualquiera de los juegos de la jornada de ayer?
¡Por favor! Que el beisbol siga así y que jamás regrese el fantasma que casi lo hunde en la ignominia: el pelotero de laboratorio.
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| Pie de grabado: Cliff Lee ponchó a 16 y perdió. |