BEISBOL 007: Estrellas

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miércoles, 13 de julio de 2011

Fielder le dio el triunfo a la Liga Nacional


PHOENIX.- Prince Fielder sacudió un jonrón de tres carreras para encaminar al martes a la Liga Nacional a la victoria 5-1 sobre la Americana, su segunda sucesiva tras un ayuno de 13 años en el clásico de mitad de temporada.

El venezolano Pablo Sandoval conectó un doble remolcador y Andre Ethier impulsó otra con sencillo para redondear las anotaciones del Viejo Circuito.

La Nacional no repetía triunfos desde 1994-96 y con ello aseguró que uno de sus clubes tendrá la ventaja de local en la próxima Serie Mundial.

Fielder de Milwaukee pegó su jonrón en cuenta de 2-2 en la cuarta entrada frente a C.J. Wilson de Texas.

En la parte alta del episodio, Adrián González de Boston había adelantado a la Americana con un jonrón solitario frente a Cliff Lee de Filadelfia. El toletero mexicano prendió una recta cortada del zurdo y por poco no depositó la pelota en la piscina situada en el jardín derecho.

La ventaja de la Americana fue efímera. El puertorriqueño Carlos Beltrán y Matt Kemp, de los Mets y Dodgers, respectivamente, se embasaron con sencillos al abrir la baja del cuarto, dejando la mesa servida para el cuadrangular de Fielder, quien se llevó una fuerte ovación. Su batazo rebotó contra el borde del muro del jardín central.

Hasta ese momento, Fielder había sido blanco favorito de los abucheos de los aficionados en Phoenix.

Pese al calor, manifestantes del grupo Somos América _defensor de los derechos de los inmigrantes_ protestaron contra la SB1070, la ley que Arizona aprobó el año pasado y requiere que los inmigrantes porten documentos que acrediten su permanencia legal en el país.

El partido comenzó con una exhibición de pitcheo, principalmente de parte de Roy Halladay y Lee. Los dos abridores de los Filis encadenaron 11 outs seguidos hasta que el "Titán" González disparó su vuelacercas. Halladay se convirtió en el cuarto lanzador en abrir un Juego de Estrellas con los equipos de ambas ligas.

La antesala del clásico estuvo marcada por la masiva cantidad de bajas, hablándose más de los ausentes que los presentes.

Dieciséis jugadores que fueron seleccionados para participar no vieron acción, sobresaliendo nombres como Derek Jeter, Alex Rodríguez, Félix Hernández, Justin Verlander y Mariano Rivera.

La Nacional rayó nuevamente en el quinto gracias al sencillo de Ethier con dos outs contra Jordan Walden, el cerrador de los Angelinos, para remolcar a Rickie Weeks.

Con un out en el séptimo, Sandoval empalmó un doble por el izquierdo que trajo a Hunter Pence.

La victoria se la adjudicó Tyler Clippard, relevista de Nacionales de Washington, al permitir un hit en 0.1 entradas. Salvó Brian Wilson, cerrojo de Gigantes de San Francisco, mientras que Wilson fue el derrotado.

Por la Liga Americana, Asdrúbal Cabrera de 2-0 y Miguel Cabrera 1-0. Por la Liga Nacional, Sandoval de 1-1, doble e impulsada; Miguel Montero jugó a la defensiva.

domingo, 10 de julio de 2011

¿A QUIEN LE IMPORTA ESE JUEGO HOY EN DIA?


Por Andrés Pascual
       El Juego de las Estrellas le importa poco a los jugadores establecidos de hoy, como Dereck Jeter, que no va a estar ahí con sus más de 3,000 hits; o como a Josh Beckett, que el Bostón informó que “está en duda su participación”.
       Alex Rodríguez tiene un desgarramiento en el menisco…en los últimos 20 años, o la Liga Nacional o la Americana, han iniciado sin el pitcher elegido como # 1 alguna vez, ahora mismo, recuerdo a Gregg Madduxx…
       A la hora de hablar de récordes o de actuaciones dignas de tenerse en cuenta como difíciles de romper o de igualar, casi siempre viene al caso la racha de juegos seguidos bateando de hit de Joe Dimaggio o el último promedio de .400 de Ted Williams (ambos en 1941) que, en realidad, son más monumentales e imponentes a medida que pasa el tiempo.
       El Juego de las Estrellas, esa fiesta que algunos llaman Clásico de Verano, tiene más de 75 años de vida: el 1ero. se efectuó en Comiskey Park, Liga Americana, en 1933 y se convirtió en leyenda más que por ser el primero, porque el pitcher de los Gigantes, Carl Hubbell, Rey del Tirabuzón, ponchó consecutivamente a Lou Gerigh, a Babe Ruth, a Jimmie Foxx, a Al Simmons y a Joe Cronin, todos, como el propio lanzador, inquilinos de Cooperstown.
       Antes era un verdadero honor ser elegido y, yo no sé por qué, estaban allí “a la hora señalada”, sin excusas ni pretextos.
       En 1945 se canceló por problemas con el transporte y, en 1961, en Fenway Park, se concluyó empatado por la lluvia en 9 entradas; pero en el 2002, por orden del Comisionado, el encuentro se convirtió en algo sin sentido de la competencia cuando, al vaciarse los bullpens de ambos clubes, se decretó blackout en el onceno.
        Para estimularlo, impusieron desde el 2003 la ventaja como sede de apertura de la Serie Mundial a la liga que gane el juego de estrellas; antes era alternativa.
       Desde 1985  se celebra la competencia de jonrones el día previo al partido.
       Nadie puede dudar que hoy se gastan el dinero en festejos fastuosos; que esos dos ó tres días son parte de la memoria permanente de quien los viva y disfrute…Es la verdadera aplicación del concepto de Bill Veek de que “cada fanático un rey, cada juego un carnaval”.
       Los jugadores bisoños de hoy, de primer año, se fascinan; o aquellos que saben que fue un milagro de la Providencia que estuvieran en racha en junio y se les seleccionara. Antes, para Williams fue un acontecimiento de “niño con juguete nuevo” y para Musial, Aaron, Mays…año tras año.
        En esta era (nadie me puede convencer de que esté equivocado), para los superpeloteros de esteroides y HGH, de mucho dinero y poco alma; de absoluto irrespeto por el público, en especial por los niños que los adoran, el juego de estrellas debe ser como una especie de pesadilla de media temporada; a fin de cuentas, “no da dinero” y hay que lidiar con “ese público antipático” y con la prensa con cara hipócrita de buena gente.
         Revise cuántos jugadores iniciaron la temporada en lista de enfermos y a cuántos han ido adicionando o recayendo en la lesión hasta hoy; a pesar de las dietas, de los sistemas de preparación, de spikes que se “agarran” más al terreno y de terrenos-platos que ni piedras tienen; a pesar de que un outfielder se desliza desde el left hasta el center con el pecho y no se corta ni se hinca; a pesar de que las cercas son más mullidas que un colchón King de jet-set. A pesar de todo se lesionan en cantidades más que sospechosas… ¿Por qué ocurre eso hoy?
         Pero le voy a apostar algo, ¿A que el martes no se lesionará ninguno? Esto, todo, alrededor del Juego de las Estrellas, es un relajo sin forma humana de que se pueda imponer el concepto de responsabilidad individual sobre los jugadores que deben asistir por voto fanático.
         Al principio me referí a los llamados récordes difíciles o inalcanzables que quedan, de 60 ó más años de duración, a los que les incluyo las 191 carreras impulsadas de Hack Wilson en 1930.
          Sin embargo, los 24 juegos de estrellas jugados por Stan Musial y sus 6 jonrones en este tipo de encuentro son, sobre todo la primera, las marcas más difíciles de romper que tiene el beisbol; porque, con el asco que sienten los peloteros modernos por el evento, dudo mucho que ninguno alcance a jugar en 15.

¿A QUIEN LE IMPORTA ESE JUEGO HOY EN DIA?

Por Andrés Pascual

       El Juego de las Estrellas le importa poco a los jugadores establecidos de hoy, como Dereck Jeter, que no va a estar ahí con sus más de 3,000 hits; o como a Josh Beckett, que el Bostón informó que “está en duda su participación”.
       Alex Rodríguez tiene un desgarramiento en el menisco…en los últimos 20 años, o la Liga Nacional o la Americana, han iniciado sin el pitcher elegido como # 1 alguna vez, ahora mismo, recuerdo a Gregg Madduxx…
       A la hora de hablar de récordes o de actuaciones dignas de tenerse en cuenta como difíciles de romper o de igualar, casi siempre viene al caso la racha de juegos seguidos bateando de hit de Joe Dimaggio o el último promedio de .400 de Ted Williams (ambos en 1941) que, en realidad, son más monumentales e imponentes a medida que pasa el tiempo.
       El Juego de las Estrellas, esa fiesta que algunos llaman Clásico de Verano, tiene más de 75 años de vida: el 1ero. se efectuó en Comiskey Park, Liga Americana, en 1933 y se convirtió en leyenda más que por ser el primero, porque el pitcher de los Gigantes, Carl Hubbell, Rey del Tirabuzón, ponchó consecutivamente a Lou Gerigh, a Babe Ruth, a Jimmie Foxx, a Al Simmons y a Joe Cronin, todos, como el propio lanzador, inquilinos de Cooperstown.
       Antes era un verdadero honor ser elegido y, yo no sé por qué, estaban allí “a la hora señalada”, sin excusas ni pretextos.
       En 1945 se canceló por problemas con el transporte y, en 1961, en Fenway Park, se concluyó empatado por la lluvia en 9 entradas; pero en el 2002, por orden del Comisionado, el encuentro se convirtió en algo sin sentido de la competencia cuando, al vaciarse los bullpens de ambos clubes, se decretó blackout en el onceno.
        Para estimularlo, impusieron desde el 2003 la ventaja como sede de apertura de la Serie Mundial a la liga que gane el juego de estrellas; antes era alternativa.
       Desde 1985  se celebra la competencia de jonrones el día previo al partido.
       Nadie puede dudar que hoy se gastan el dinero en festejos fastuosos; que esos dos ó tres días son parte de la memoria permanente de quien los viva y disfrute…Es la verdadera aplicación del concepto de Bill Veek de que “cada fanático un rey, cada juego un carnaval”.
       Los jugadores bisoños de hoy, de primer año, se fascinan; o aquellos que saben que fue un milagro de la Providencia que estuvieran en racha en junio y se les seleccionara. Antes, para Williams fue un acontecimiento de “niño con juguete nuevo” y para Musial, Aaron, Mays…año tras año.
        En esta era (nadie me puede convencer de que esté equivocado), para los superpeloteros de esteroides y HGH, de mucho dinero y poco alma; de absoluto irrespeto por el público, en especial por los niños que los adoran, el juego de estrellas debe ser como una especie de pesadilla de media temporada; a fin de cuentas, “no da dinero” y hay que lidiar con “ese público antipático” y con la prensa con cara hipócrita de buena gente.
         Revise cuántos jugadores iniciaron la temporada en lista de enfermos y a cuántos han ido adicionando o recayendo en la lesión hasta hoy; a pesar de las dietas, de los sistemas de preparación, de spikes que se “agarran” más al terreno y de terrenos-platos que ni piedras tienen; a pesar de que un outfielder se desliza desde el left hasta el center con el pecho y no se corta ni se hinca; a pesar de que las cercas son más mullidas que un colchón King de jet-set. A pesar de todo se lesionan en cantidades más que sospechosas… ¿Por qué ocurre eso hoy?
         Pero le voy a apostar algo, ¿A que el martes no se lesionará ninguno? Esto, todo, alrededor del Juego de las Estrellas, es un relajo sin forma humana de que se pueda imponer el concepto de responsabilidad individual sobre los jugadores que deben asistir por voto fanático.
         Al principio me referí a los llamados récordes difíciles o inalcanzables que quedan, de 60 ó más años de duración, a los que les incluyo las 191 carreras impulsadas de Hack Wilson en 1930.
          Sin embargo, los 24 juegos de estrellas jugados por Stan Musial y sus 6 jonrones en este tipo de encuentro son, sobre todo la primera, las marcas más difíciles de romper que tiene el beisbol; porque, con el asco que sienten los peloteros modernos por el evento, dudo mucho que ninguno alcance a jugar en 15.





 Ya no hay jugadores ni de la moral ni de la clase de estos

lunes, 4 de julio de 2011

Anunciados los rosters del Juego de Estrellas


NUEVA YORK -- José Bautista estableció un récord de votos. Adrián González logró un hito para el béisbol mexicano. José Reyes se ganó la titularidad en la última semana. Y los Cerveceros de Milwaukee terciaron en el tradicional monopolio que los Yanquis, Medias Rojas y Filis han ejercido en los equipos del Juego de Estrellas.
Bautista, el líder de jonrones de las Grandes Ligas, obtuvo la mayor cantidad de votos en la elección de los fanáticos para los puestos titulares en el Juego de Estrellas.
El jardinero dominicano de los Azulejos obtuvo una cifra récord de 7,4 millones de votos al convertirse en el primer titular del equipo de Toronto en ser elegido desde el puertorriqueño Carlos Delgado en 2003.
Tal vez en un hipótetico turno que podrían protagonizar el 12 de julio en el estadio Chase Field de Phoenix, Bautista le conectó un jonrón a Cliff Lee, el abridor de Filadelfia que fue convocado para integrar el equipo de la Liga Nacional.
Bautista encabeza las mayores con 27 jonrones.
"La gente te da el reconocimiento que lo estás haciendo y en mi casi es algo que recibo en tres territorios diferentes, en Estados Unidos, Canadá y la Dominicana", dijo Bautista. "No se puede describir la satisfacción que esto te da".
Bautista encabezará una alineación titular de la Liga Americana que incluye a cuatro jugadores de los Yanquis de Nueva York. Derek Jeter, Alex Rodríguez, Robinson Canó y Curtis Granderson fueron los cuatro seleccionados de los Yanquis.
Además, el primera base González (Boston) se convirtió en el primer mexicano en ser elegido al Juego de Estrellas mediante la votación de los aficionados. Fernando Valenzuela, Beto Avila y Esteban Loaiza fueron lanzadores escogidos por managers, mientras que el tercera base Vinicio Castillo entró como titular en 1995 tras la baja por lesión de Matt Williams.
La alineación de la Americana quedó así: Gonzalez en primera; Canó en segunda; Jeter en el campocorto; Rodríguez en tercera; José Bautista, Josh Hamilton (Texas) y Granderson como jardineros; Alex Avila (Detroit); y David Ortiz de bateador designado.
A raíz de un cambio de reglas, ésta será la primera vez que se utiliza el designado en un parque de la Liga Nacional. Hay 34 lugares en cada alineación, con 13 para lanzadores. Cada equipo debe estar representado.
En la Liga Nacional, el torpedero dominicano José Reyes de los Mets de Nueva York logró desplazar en la última semana a Troy Tulowitzki (Colorado) y por segunda vez irá al clásico de mitad de temporada como titular.
Los Cerveceros cuentan con la mayor cantidad de representantes en la alineación titular del Viejo Circuito con Prince Fielder, Ryan Braun y Rickie Weeks.
Con el dominicano Albert Pujols fuera de acción por una lesión en la muñeca, Fielder quedó como titular en la primera base al vencer en la votación a Joey Votto (Cincinnati).
La presencia de jugadores de Milwaukee llama la atención por ser un club que no se encuentra entre los de más recursos y arrastre popular.
"Esto significa que los Cerveceros de Milwaukee ahora forman parte de la escena nacional", dijo el jardinero Braun, quien con más de 5,9 millones marcó el paso en la votación de la Nacional.
La alineación de la Nacional estará así: Fielder en primera; Weeks en segunda; Reyes en el campocorto; el dominicano Plácido Polanco (Filadelfia) en tercera; con Braun, Matt Kemp (Dodgers) y Lance Berkman (San Luis) en los jardines y Brian McCann (Atlanta) de receptor.
Aún pueden haber cambios debido a las lesiones. Reyes es duda por una dolencia en la corva izquierda.
Una votación en el cibersitio de las Grandes Ligas, www.MLB.com, que se prolongará hasta el jueves definirá la plaza número 34 en cada equipo. El designado venezolano Víctor Martínez (Detroit) está en el grupo de candidatos por la Americana.
Como es ya tradición, la liga que gane el clásico tendrá la ventaja de local en la Serie Mundial. El año pasado, gracias a un doble de McCann, la Nacional quebró el maleficio al salir con el triunfo por primera vez desde 1996.
Tres de los ases de Filadelfia, Lee, Cole Hamels y Roy Halladay integran el cuerpo de lanzadores convocado por el piloto Bruce Bochy. El dirigente de San Francisco citó a cuatro lanzadores de su propio club: los abridores Tim Lincecum, Matt Cain, Ryan Vogelsong y el cerrador Brian Wilson.
Jeter, quien el lunes volverá a jugar tras una lesión, irá a su duodécimo Juego de Estrellas.
Su elección fue la más polémica, al atizar la discusión entre popularidad y producción. El venezolano Asdrúbal Cabrera (Cleveland) cuenta con mejores números y tuvo que conformarse con ir como suplente.
Un total de seis Yanquis irán al partido. El cerrador panameño Mariano Rivera y el receptor suplente Russell Martin completan el sexteto.
Muchos Yanquis, pero igual se destacan dos omisiones con el as CC Sabathia y el primera base Mark Teixeira. Sabathia está entre los líderes de victorias en las mayores, mientras que Teixeira sobresale al tope de jonrones e impulsadas.
Boston cuenta con un total de cuatro representantes. Amén de González y Ortiz, el lanzador Josh Beckett y el jardinero Jacoby Ellsbury fueron también convocados por el manager Ron Washington.
Washington prefirió a uno de los suyos para sus opciones de pitcheo, el zurdo C.J. Wilson, sobre Sabathia.
La cuenta final arrojó 13 debutantes en la Americana y 11 en la Nacional.
Liga Americana
Titulares
1B: Adrián González, Medias Rojas
2B: Robinson Canó, Yankees
3B: Alex Rodríguez, Yankees
SS: Derek Jeter, Yankees
OF: José Bautista, Azulejos
OF: Curtis Granderson, Yankees
OF: Josh Hamilton, Rangers
DH: David Ortiz, Medias Rojas
C: Alex Avila, Tigers
Liga Nacional
Titulares
1B: Prince Fielder, Cerveceros
2B: Rickie Weeks, Cerveceros
3B: José Reyes, Mets
SS: Plácido Polanco, Filis
OF: Lance Berkman, Cardenales
OF: Ryan Braun, Cerveceros
OF: Matt Kemp, Dodgers
C: Brian McCann, Bravos
Los reservas y lanzadores son los siguientes:
Liga Americana
Reservas
Russell Martin, Yankees
Miguel Cabrera, Tigres
Howard Kendrick, Angelinos
Asdrúbal Cabrera, Indios
Matt Joyce, Rays
Adrián Beltré, Rangers
Jacoby Ellsbury, Medias Rojas
Carlos Quentin, Medias Blancas
Michael Young, Rangers
Matt Weiters, Orioles
Michael Cuddyer, Mellizos
Lanzadores
Justin Verlander, Tigres
James Shields, Rays
Josh Beckett, Medias Rojas
Jered Weaver, Angelinos
Félix Hernández, Marineros
Mariano Rivera, Yankees
Chris Pérez, Indios
Brandon League, Marineros
Gio González, Atléticos
David Price, Rays
C.J. Wilson, Rangers
Aaron Crow, Reales
José Valverde, Tigres
Liga Nacional
Reservas
Yadier Molina, Cardenales
Joey Votto, Rojos
Brandon Phillips, Rojos
Troy Tulowitzki, Rockies
Chipper Jones, Bravos
Matt Holliday, Cardenales
Jay Bruce, Rojos
Hunter Pence, Astros
Carlos Beltrán, Mets
Justin Upton, Diamondbacks
Starlin Castro, Cachorros
Gaby Sánchez, Marlins
Lanzadores
Roy Halladay, Filis
Cole Hamels, Filis
Cliff Lee, Filis
Jair Jurrjens, Bravos
Clayton Kershaw, Dodgers
Joel Hanrahan, Piratas
Jonny Venters, Bravos
Brian Wilson, Gigantes
Ryan Vogelsong, Gigantes
Tim Lincecum, Gigantes
Matt Cain, Gigantes
Heath Bell, Padres
Tyler Clippard, Nacionales


José Bautista recibió la mayor cantidad de votos en Grandes Ligas. BauB

miércoles, 20 de abril de 2011

¿JUEGO DE ESTRELLAS O NI UN “PITEN” DE BARRIO?




Por Andrés Pascual

       Aparentemente, el slogan de la campaña de Obama por la presidencia de Estados Unidos ha pegado, como marca registrada por lo que se repitió, en muchos otros sectores del país: el cambio  también llegó a las oficinas del Beisbol Organizado y, su sentido del contrasentido, se le aplicó a los estatutos del Juego de Estrellas, para lo que se creó una comisión que incluye hasta a Tony Larussa.
       Un jugador más y van 34; el bateador designado hasta en la sopa y lo que venga... ¡Que fildee el de atrás, que también cobra!
        El Juego de Estrellas fue un acontecimiento tan esperado por la fanáticada como la propia Serie Mundial, cuando aquello, el beisbol tenía verdadero significado para el pais, al extremo de que, Franklin D. Roosevelt, lo mantuvo en horario diurno durante el difícil periodo de tiempo de guerra, como estandarte de la moral nacional.
        Entre 1959 y 1962 se celebraron dos juegos por temporada, con entradas y audiencias radiotelevisivas increíbles. Era la época de la cláusula de reserva y al fanático se le respetaba como lo que es, el único Rey del Pasatiempo.
         Pero, ¿Qué queda de aquello? Memorias. Perdón, la memoria es inservible cuando se está ante una situación como la actual; en que están hundiendo al beisbol en las narices de todos y, como si con nadie fuera, todos contentos.
       Selig decretó blackout o suspensión de un juego en empate a siete carreras, porque, “se acabaron los pitchers de cada club” ¿La alternativa? Un jugador más que ni lanzador sería.
         Sin embargo, nadie habla de los 30 minutos que demoró el inicio de una Serie Mundial, para colocar un anuncio de campaña política del entonces candidato Barack Obama, mácula permanente sobre los hombres de Bud Selig por siempre jamás.
          La pelota americana es una colosal mentira que tiene indigestados a los que desean orden, clase profesional y respeto.
          A fin de cuentas, el Juego de Estrellas de las Mayores de esta época no es competitivo ni en el nivel de aquellos enfrentamientos de muchachos de dos barrios, en cualquier pueblo cubano o de otro país, a los que en la Isla le llamábamos “pitenes”; estos fantoches de lo  que alguna vez llamaron “mejor beisbol del mundo”, ni juegan con la pasión con que jugaban aquellos jovencitos ni sienten el pasatiempo como lo que debe ser: parte de su corazón. Así que, por ahí, calcule a los que mandan.