Por Andrés Pascual
Los jonrones y una prensa deportiva moderna que se entretiene, muy a menudo, en circunstancias ajenas al juego de pelota, con actitud de evidente contribución en la factura de un tipo especial de fanático, confundido en su apreciación del juego histórico y presente, son los responsables de que se sirvan en bandejas de plata, como campañas de injusta devalorización, las actuaciones superiores de muchos jugadores del pasado de raza blanca con respecto a otros de raza negra, a tal extremo viciosas que, cuando se habla de un supertope de bateadores, nadie le hace justicia a Stan Musial, quien debería mencionarse por encima de Willie Mays y de Hank Aaron; porque, sencillamente, fue mejor bateador que ellos en Grandes Ligas.
Lo mismo ocurre entre Jackie Robinson y el ex intermedista del Detroit Charles Gheringer o Roger Hornsby, no solo mejores bateadores que el ex Dodger (el cardenal, un 2 triples coronas, 3 por encima de .400 y .340); sino, en el caso del intermedista de los bengaleses, mucho mejor segunda base también. En otro caso, este entre blancos, en el team de los mejores 30 peloteros del siglo, confeccionado en 1999, no solo dejan fuera a Gheringer; sino que Mark McWire fue seleccionado con Lou Gehrig en perjuicio de Jimmy Foxx, milla y media mejor que el ex atlético esteroirizado. Son solo algunos detalles…
Los Cardenales significaban “joseo” en Grandes Ligas, exponentes máximos de la pimienta en el juego (no por gusto Pepper Martin fue un Cardenal), un club que nunca se daba por vencido: de Gashouse Gang, a quienes el fanático cubano de antes identificaba como la Pandilla del Gasómetro.
Con orgullo pasean por el firmamento de las Grandes Ligas el mérito de ser el único club que tiene un record ganador en Octubre contra los Yanquis de Nueva York, pues le ganaron 3 Series Mundiales contra una de los inquilinos del Bronx. Notable fue la de 1926 con un grupo de inmortales como Alexander, Hornsby, Bottomley, Franckie Frisch…y más meritoria aún, porque se produjo contra el equipo de Ruth, Gerigh, Meusel, Lazzeri, Combs, Dugan…
En los Cardenales, que han tenido a través de la historia tantos jugadores de clase y vergüenza profesional, nadie como “El Hombre”, su jugador franquicia histórico y uno de los cinco más importantes a la hora de enumerarlos: Stan Musial.
“El Polaco” es uno de los cinco mejores bateadores en los anales del pasatiempo y en estos, decadentes y ridículos, no le toman en cuenta con la importancia que merece; porque, por ejemplo, ni Mays, ni Aaron, ni Frank Robinson son superiores a Musial como bateadores. A no ser que la clase profesional de la artillería en el juego de pelota haya sufrido cambios y sea mejor quien tenga desventaja numérica.
Stan Musial jugó 22 campañas con los Cardenales (1941-63), concurrió 10972 veces a la caja de bateo y fue líder una vez en este departamento; anotó 1949 carreras y encabezó a los anotadores de la Liga Nacional 5 veces; 3630 hits con 6 liderazgos; 8 veces al frente en la Nacional en dobles y su total, 725; 177 triples con 5 veces delante de todo el mundo con 20 en dos temporadas (43 y 46) y 18 en 1948; 475 jonrones; 2 campeonatos en impulsadas y un gran acumulado de 1951; 7 campeonatos de bateo y .331 de promedio de por vida; 6 veces líder en total de bases y 6164 de por vida; 1599 bases por bola con un liderazgo; 6 veces delante en slugging y .559 como acumulado total; 696 ponches consumidos con uno cada 16 veces al bate como promedio y 32 por temporada y fueron 1962 y 1963, sus años finales, en los que más lo poncharon con 46 y 43; 24 Juegos de Estrellas (1959, 60 y 61 se jugaron dos por año); 3 MVP y 4 veces segundo en la votación.
Willie Mays, considerado por muchos uno de los más completos de todos los tiempos, no puede competir con Musial como bateador ni aunque resuciten los Padres del Béisbol y lo traten de imponer. No hay forma de poder colar esa guayaba entre limones: en 22 temporadas en el Big Show, estuvo 10882 veces en el plato bate en ristre sin liderazgos anuales; anoto 2062 veces con dos temporadas encabezando el Viejo Circuito; 3283 hits con un año delante; 523 dobles sin modo de que pudiera encabezar a los bateadores en biangulares en ninguna temporada; 140 triples y tres liderazgos, uno de ellos con 20 en 1957; 660 cuadrangulares y 4 veces en la punta; 1903 impulsadas con insuficiencia para liderar ningún año; 1464 bases por bolas con un año como líder; un campeonato de bateo con el más alto promedio anual que obtuvo .345 y .302 de por vida; 1526 ponches, con uno cada 7 veces y 69 por temporada; un liderazgo en bases por bolas recibidas y 1464; 3 en total de bases y 6066; 23 Juegos de Estrellas con 2 MVP y dos veces segundo en la votación y 3 en tercero.
Hank Aaron consumió 12364 turnos oficiales al cajón de bateo, casi 2000 más que Mays y Musial; anotó 2174 veces con 3 delante en el departamento; produjo 3771 hits con dos al frente en la liga; 624 biangulares y 4 liderazgos; 98 triples; 755 jonrones y 4 liderazgos, nunca bateó más de 47; impulsó 2297 con 4 al frente; promedió .305 general y ganó dos títulos de bateo con .328 y con .355 en 1959, el más alto promedio que lograra en un año; 4 campeonatos en slugging y .555 de por vida; 1402 bases por bolas; 6856 total de bases recorridas con sus batazos y ocho liderazgos; 1383 ponches recibidos con 1 cada 9 veces al bate y 60 por temporada como promedio; 24 All Star; un MVP y 4 veces como tercero en la votación. Todo en 23 temporadas en las Mayores.
Si observa que Musial concluyó con .331, Mays con .302 y Aaron con .305, solo con eso, ni si Dios baja del cielo le pueden imponer a ninguno de los dos como mejores bateadores que el descendiente de polacos… ¿Por qué se hace eso? ¿Quién sabe? Ahora, desde hace rato, son señales de los tiempos injuriosos, decadentes y, sobre todo, muy peligrosos.
Mucho mejor bateador que Mays, Aaron o Frank Robinson |