por Carolina Guillén
CortesíaAlex Ramírez Junior firmó con los Cobe Suns y estará más cerca de su padre
Hoy ese jugador es un ídolo en la Tierra del Sol Naciente, se llama Alex Ramírez y juega para los Yomiuri Giants, me atrevería a describirlo como un venezolano como pocos que han jugado en la pelota nipona.
En par de ocasiones ganó un MVP, en 2010 sumó 8 temporadas consecutivas con al menos 100 remolques para quebrar la sagrada marca de 7 de Sadaharu Oh.
"Ramichan" que es como lo llaman sus compañeros, todavía pretende llegar a los 2000 hits, a los 400 HR y registrar 1000 juegos sin interrupción.
Sin embargo, lo que quiero contarles no tiene nada que ver con su paso por esta liga, sino por lo que le espera a nivel personal. La temporada que está por empezar tendrá un condimento muy especial para Ramírez, pues mientras consigue sus objetivos, gozará de la cercana compañía de su hijo Alexander David Ramírez.
Al "Junior" de los Ramírez lo conocí en una de las más influyentes coberturas en la cual he participado, hablo de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas en Williamsport, 2006. Este chamo me enseñó cómo habla, cómo ríe, cómo sueña, cómo aspira un niño antes de saltar al béisbol profesional.
Alex Ramírez Jr. y todos sus compañeros de aquel equipo dirigido por la familia Carrasquel, me transportaron a la esencia pura del béisbol, a la inocencia de este deporte.
De esa camada Cardenalera de muchachos entre 11 y 13 años recuerdo a Manuel Barrios quien fue firmado por los Cachorros de Chicago como jardinero, o a José Alejandro Martínez adquirido como lanzador para la misma organización, por nombrar algunos nombres, y mientras tanto Alex ha esperado su momento analizando cuidadosamente cada paso que da.
El "Pocho" Ramírez tiene hoy 17 años y es tres cabezas más grande que cuando lo conocí, pero detrás de esa corpulenta apariencia es el mismo ser optimista, alegre y encantador, además de lanzador derecho, es un líder, un brazo con el gen "béisbol" en sus venas, quién espera cumplir uno de sus sueños de jugar pelota profesional y hoy está a un mes de dar un gran salto hacia ese objetivo.
Alex Ramírez Jr. fue firmado para jugar con los "Cobe Suns" de una Liga Independiente en Japón por dos años.
Se trata del mismo equipo que adquirió la semana pasada al jardinero de los Leones del Caracas, Jackson Melián, un aliciente que tiene muy emocionado a Alex y de lo cual apuntó: "Jackson y yo vamos a jugar en el mismo equipo, de hecho viajaremos juntos para compenetrarnos como compañeros, él me ha dado muchos consejos, es clase de pelotero y sé que va a ser muy influyente en mis primeros pasos, ojalá se nos dé todo bien y más a Melián quien se lo merece por su calidad humana".
Ciertamente debe ser una escuela para Ramírez lo que le espera en un gran béisbol, como es el japonés, el mismo que ha ganado los últimos dos Clásicos Mundiales. Como todo en la vida las compañías a veces terminan convirtiéndose en las grandes historias, esta vez y en una misma temporada de una Liga Independiente al otro lado del mundo, tendremos a un Melián (31) fajado por causar buena impresión de cara a una oportunidad en ligas mayores niponas y por el otro, a un Ramírez Jr. (17) entregado en su primera vez al aprendizaje de una cultura nueva y desconocida.
Al final jugar en esta liga será para ambos una oportunidad de oro para conocer ese béisbol, para entenderlo y así poder asumir la filosofía de un juego inteligente, pequeño, disciplinado y pulcro.
Mientras tanto Ramírez nos cuenta su plan: "Me ofrecieron un rol de relevista para empezar, calculo que en 1 ó 2 años estaré listo para el siguiente paso. Dependiendo de mi madurez me subirán a algún equipo de ligas menores y posiblemente a los "Tokyo Giants" que es el conjunto grande, o mejor aún, puede ser que reciba otras ofertas, y quién sabe si me uniforme para jugar al menos una vez junto a mi papá, daría todo por hacerlo realidad, hacia allá voy".
Vale destacar que a Ramírez Jr. lo estuvieron viendo en Barquisimeto varios scouts de organizaciones en los Estados Unidos, pero él se decidió por Japón porque aprecia esa Liga y el interés que ellos han mostrado con él en los últimos años, además la presencia y figura de su padre es excusa basta y suficiente para subirse al mismo barco.
Nadie será mejor maestro que su propio padre. Alex confiesa sentir un gran peso encima ante esta oportunidad, por el hecho de representar a Venezuela pero más que todo a su apellido, por lo que expresó: "Es muy grande ser hijo de quien soy, es un orgullo y un compromiso, lo único que tengo que hacer es seguir teniendo la disciplina que me caracteriza y que no se me olvide mi humildad".
Y como si la noticia de este contrato no fuera suficientemente emocionante, Alex finalizó con el siguiente comentario: "Yo siempre he sido el mismo chamo que tú conociste en 2006 cuando me entrevistaste, mi sonrisa nunca se va a cambiar y seguiré siendo el mismo, un capitán a donde voy, todas las cosas me van a salir bien y si Dios quiere surgiré como pelotero y más que todo como persona. Yo siempre pisaré tierra sea quien sea y tenga la familia que tenga, espero que Dios me siga dando salud. Mi sueño era que me entrevistara ESPN en Williamsport, ahora voy por el otro, convertirme en algo más grande".
Mientras tanto sólo sirve agregar que no importa que tan lejos llegue Alex Ramírez Jr., o cuánta fama reúna en esas latitudes, nosotros siempre sabremos de dónde salió y quién es el hijo de un gigante cuyo apellido pesa en Japón.
Carolina Guillén
es Lic. en Comunicación Social de la UCAB de Vzla, trabaja en los campos del periodismo deportivo desde hace más de una década, trabaja para ESPN desde 2004. Durante 4 años fue ancla del noticiero Sportscenter desde Buenos Aires. En 2008 se convirtió en la primera mujer en conducir "Beisbol Esta Noche", el programa de béisbol de la cadena, además es moderadora de Juego Cruzado y colaboradora de ESPNdeportes.com con sus blogs, reportajes y es además una fiebrúa del Fantasy.