Por Andrés Pascual
Cuando el manager Tony Larussa aprecia a un jugador es “contra viento y marea”: intentó limpiarle la imagen a Mark McGwire, al que llevó a San Luis, en cuanto pudo, como trainer de bateo; para él, nadie ha sido mejor relevista que Dennis Eckersley y argumenta, con mil y un conceptos analíticos, su compromiso.
Al revés, si desprecia, casi es odio lo que aparenta, como contra José Canseco que, mientras podía y sin tener en cuenta los batazos que decidían para el Oakland, contribuyentes, a fin de cuentas, al desarrollo de su leyenda, de vez en cuando se le escuchaba comentar que “tal vez haya algo raro ahí”. Tan lejos llegó, que le informó al cubano que había sido cambiado al Texas durante un juego, con el artillero en el círculo de espera; aunque, honesto es decirlo, si se pone bravo, nadie sabe lo que puede hacer, porque, a Mark, en un partido de postemporada, le envío, en conteo de dos strikes, a un emergente de poca clase para que le diera “el último palo”.
Al Pujols es un fenómeno del beisbol, si no está entre los más de 100 que faltan por cantar de “la lotería de la muerte deportiva”, hasta hoy, no se puede dudar en colocarlo junto a los mejores bateadores de todos los tiempos; a palo limpio se ha ganado su reputación indiscutible: 9 All Stars, promedio de 41 jonrones, 123 impulsadas y .331 en sus diez años de carrera en los que ha conectado, único en el juego, 30 ó más cuadrangulares en cada uno, 6 Bates de Plata y 2 Guantes de Oro, 3 MVP con un segundo lugar la campaña pasada…
Es “el Hijo Predilecto” de Tony Larussa en la hora presente quien, como acostumbra, hace lo que sea por “el vástago postizo”.
El estratega de los Cardenales acaba de “plantearle bronca” al Sindicato de Jugadores porque, según dijo, “están presionando a Pujols con lo del contrato” y, agregó, “estoy viendo cómo la Unión controla a muchos jugadores”. Lo anterior debería ser ripostado fehacientemente por el gremio, porque, dicho así, huele a suciedad que, tal vez, alcance la intimidación y hasta la extorsión…Y lo que dije es un entredicho, pero…
Sin embargo, Michael Weiner, J’ de la Unión, le confesó a AP que “no hemos discutido sobre números ni con el jugador ni con Danny Lozano, su agente”.
El club de Missouri tiene preferencia, hasta cinco días después de concluida la Serie Mundial, para negociar con el pelotero antes de que se declare agente libre. John Mozeliak, Gerente General del San Luis, explicó que no necesitan “un trato apresurado, pero tienen que acordar los términos”.
Lozano está detrás del récord de 275 millones de Alex Rodríguez y se comenta que quiere 300 para su representado; Pujols, que ha dicho que el dinero no es, en su caso, lo esencial, se sienta a esperar por la fabulosa cifra y no pone reparos en que se maneje esa barbaridad.
Larussa, como siempre, no ha dudado en decir lo que sea que contente a su protegido; aunque, en esta oportunidad, haya sido una declaración de guerra contra el segundo más poderoso Sindicato de Millonarios (que eso es), de Estados Unidos.
Quizás el abogado-genio de la direccion del juego de pelota, razonablemente, esté asustado por la posibilidad de perder semejante pelotero, ¿Quién no?
Pie de grabado: La posibilidad de perder a Al Pujols en el mercado del “agente mercenario”, posiblemente tenga a Larussa enfermo y con insomnio.
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