JUPITER, Fla. - Por solamente 53 1/3 innings de sus cinco años de carrera en Grandes Ligas, Leo Núñez ha sido requerido al final de un partido para tratar de lograr un salvamento.
Pero el derecho siempre ha buscado enfrentar ese reto.
"Es un muchacho que va para adelante", destacó el timonel de los Marlins, Fredi González.
Núñez, nativo de República Dominicana, no comparte la misma nacionalidad con el venezolano Francisco Rodríguez, pero ocasionalmente hace recordar al taponero de los Mets con sus peculiares gestos en el montículo.
La forma en que flexiona las rodillas antes de cada aparición en la loma.
La forma de celebrar con el puño y con un grito de empuje cada vez que logra un ponche.
Y el golpecito en el pecho para después apuntar a cielo con sus dedos una vez que logra el salvamento.
A muchos bateadores de la oposición no les gusta eso, especialmente cuando viene de un tipo que apenas ha logrado 26 rescates en su carrera en Grandes Ligas, y ninguno previo a la campaña del 2009.
A Núñez eso no le preocupa en lo absoluto.
"No me importa porque ese es mi estilo", dijo Núñez en una entrevista en español previo al juego del martes en contra de los Orioles en el Roger Dean Stadium, que resultó en una victoria por 5-2.
"Ese siempre ha sido mi estilo desde ligas menores. Tengo esa clase de adrenalina que corre por mis venas. Siempre la he tenido".
En ocasiones Núñez ha rechazado hablar después de haber lanzado -la barrera del lenguaje pudiera ser una razón- pero cuando lo hace, lo hace propiamente.
Los Marlins confían plenamente en las habilidades de Núñez para convertirse en su taponero en 2010, y hasta ahora el dominicano de 26 años ha demostrado que puede triunfar en ese rol.
La directiva de los Marlins ha dicho desde que inició el receso de temporada que Núñez sería su cerrador titular para esta nueva temporada, y el martes, Florida dejó en libertad al único lanzador con suficiente experiencia para lanzar en la novena entrada: Mike MacDougal.
Núñez, quien llegó al equipo en el canje que envió a Mike Jacobs a los Reales, arrancó la campaña del 2009 como el preparador de mesa para Matt Lindstrom, eventualmente convirtiéndose en el taponero hasta el final y terminando su primera temporada en el Sur de la Florida con una efectividad de 4.06, convirtiendo 26 de sus 33 oportunidades de salvamento.
No lo hizo tan mal, pero ciertamente puede mejorar.
"Creo que todos buscamos la perfección, y en ocasiones la experiencia es un factor", dijo González. "Creo que la experiencia que obtuvo tras cerrar algunos juegos el año pasado le ayudará mucho esta temporada".
De acuerdo con Baseball-Reference.com, el promedio de efectividad de Núñez fue de 3.48 en oportunidades de salvamento (comparada con 4.94 en situaciones ajenas a una oportunidad de salvamento), y mientras lanzó en días consecutivos en 23 ocasiones, el dominicano registró un PCL de 2.79 (mucho mejor que un 5.12 que tuvo en 21 juegos con un día de descanso).
Núñez salvó 18 de 20 juegos en lo que el librito de Bill James describe como situaciones de salvamento "fáciles", mientras que logró 6 de 10 rescates en salvamentos "regulares" y 2 de 3 en las oportunidades más "difíciles".
Pero su efectividad en 21 juegos del 1 de septiembre hasta el final de la temporada fue de 5.56. Y en su única oportunidad de salvamento esta primavera, el derecho desperdicio una ventaja de 2-0 en la novena entrada en contra de los Cardenales el 11 de marzo.
Pero sin importar que tengan o no otra opción, los Marlins todavía tienen fe en Núñez.
"Ellos creen en mí, y yo seguiré haciendo mi trabajo, y con Dios como mi guía, espero ayudar al equipo a llegar donde queremos, que es la Serie Mundial", expresó Núñez. "Ese es mi deseo. Me encantaría cumplir esa meta con ellos. Y simplemente seguiré luchando cada día para lograrlo".
A lo largo de sus cuatro años previos en las Grandes Ligas, Núñez complementó su tremenda recta con un slider y cambio de velocidad. Pero el año pasado, el dominicano se convirtió en un lanzador de simplemente recta y cambio.
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