BEISBOL 007: Mets

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domingo, 20 de marzo de 2011

El 2011 es un año de prueba para el dominicano José Reyes


KISSIMMEE, Florida -- Si José Reyes es José Reyes, pues los Mets de Nueva York estarán bien.
Es una frase trillada, pero con sentido común al considerar que el infortunio reciente de los Mets ha ido correlacionado con los problemas físicos de su veloz torpedero dominicano. En su mejor versión, entre 2006-08, Nueva York fue el equipo con más victorias de la Liga Nacional con 274.
La coyuntura del vínculo se expondrá como nunca en 2011, ya que Reyes puede declararse agente libre al final de la Serie Mundial.
¿Tiene sus días contados en Citi Field? ¿No más clases de español en la pantalla gigante como el Profesor Reyes? Tal es la intuición que rodea al equipo. Un mal arranque y todo hace presumir que sería transferido antes de la fecha límite para hacer cambios.
Formado dentro de los Mets, Reyes y el tercera base David Wright han sido los rostros visibles y populares de la franquicia, los compañeros que posaron juntos en la revista GQ.
Ni el mismo Wright se imagina un futuro sin Reyes a su izquierda en el cuadro interior.
"Cualquier equipo quiere tener a un José Reyes ... José es la clase de jugador que contagia a todos, hace que todos los demás sean mejores", afirmó Wright.
Reyes se ha aprendido de memoria el libreto a seguir para alguien inmerso en la campaña previa a la agencia libre.
"Es una situación nueva para mí, es la primera vez que seré agente libre en mi carrera, pero es algo que yo no lo tengo en mi mente", afirmó Reyes en una entrevista con The Associated Press. "Tengo un año más con los Mets y me tengo que enfocar en jugar todos los días, mantenerme saludable y que pase lo que tenga que pasar después de la temporada".
Y es lo correcto. Está en sus manos el demostrarle a los ejecutivos de los Mets, con una campaña excepcional, que amerita una extensión.
También puede darse que se irá de todas formas, quizás porque el equipo está en un plan ahorrativo por la incertidumbre en sus finanzas tras la demanda que afrontan sus dueños al ser acusados de participación activa en el fraude de la pirámide Ponzi de Bernard Madoff.
Si confirma que puede jugar sin lesiones y aporta sus números habituales, Reyes puede ir al mercado y pedir bajo los parámetros del contrato de 142 millones de dólares y siete campañas que Carl Crawford firmó con los Medias Rojas de Boston durante el último receso.
Después de todo, Reyes tendrá 28 años al momento de la negociación, batea de ambos lados del plato y juega en el campocorto, una posición más exigente que el jardín izquierdo de Crawford.
Reyes va a estar en la lupa y el elemento de su juego que más será analizado corresponde a su promedio de embasado, vital para alguien que es primero en el orden al bate.
Se dice que los Mets quieren ver un repunte en ese aspecto para entonces considerar una extensión.
Dolencias musculares en las piernas y un problema de tiroides hiperactiva mermaron su desempeño en los últimos dos años.
Tal declive se atribuye en gran medida a la falta de disciplina en el plato: su promedio de embasado fue de .321 en 2010, el más bajo desde 2005.
El cibersitio Fangraphs fue más allá y analizó que, entre 2007-2009, Reyes le hizo swing al 24,8% de pitcheos fuera de la zona de strike, apenas por debajo de la media en las mayores, que es de 25%. En 2010, sin embargo, la cifra subió a 32,1%, al tiempo que decayó la cantidad de bases por bolas.
El nuevo gerente Sandy Alderson tiene una reputación de darle mucha prioridad al embasado por encima del promedio ofensivo o los robos. Incluso en sus mejores años, las cifras de embasado de Reyes no fueron notables (.358 fue la mejor).
"Para nadie es un secreto que José es muy agresivo", comentó el coach de bateo de los Mets, Dave Hudgens. "Por un lado tiene el talento de que puede batearle a todo, pero al mismo tiempo le hace contacto a lanzamientos que debería dejar pasar".
Reyes perjura que su enfoque para 2011 va a cambiar radicalmente: "Siempre he tratado de mejorar eso, lo de coger más bases por bolas", dijo.
"Era algo que estaba haciéndolo bien hasta que me pasó la lesión", se lamenta.
Y en eso le asiste la razón, los problemas musculares de 2009 le limitaron a sólo 36 juegos y se perdió buena de la pretemporada del año pasado cuando le diagnosticaron el problema de tiroides.
"Yo entiendo que el año pasado no tuve un buen porcentaje de embasamiento, pero yo no jugué en los entrenamientos, fue un año un poquito difícil ... Estoy buscando trabajar más en eso. Yo sé que si me embaso más, vamos a tener más chances de anotar carreras".
"Estoy al ciento por ciento, la primera vez que me siento de esta forma en dos años, en los entrenamientos sin ningún tipo de problema. Estoy súper motivado con esta temporada, sé que es un año grande para mí, para el equipo también".
Aquí es donde Reyes resalta el factor de su salud, la primera vez en dos años "sin ningún tipo de problema".
"Yo lo que tengo que hacer es demostrar a la gente que yo puedo mantenerme saludable en el terreno".

miércoles, 16 de marzo de 2011

Los Mets van por una campaña positiva, nada más

John Griswold

Cortar una seguidilla de dos temporadas con foja negativa, consigna de Mets de Nueva York para el 2011 en el beisbol de Grandes Ligas.

La escuadra metropolitana tendrá que lidiar con algunas interrogantes, en especial relacionadas con el estado físico de algunos de sus mejores exponentes, si quiere dejar un buen sabor de boca a sus exigentes fanáticos considerando que no podrán pelear de tú a tú con los archifavoritos Filis de Filadelfia, y tampoco con Bravos de Atlanta, en el Este de la Nacional.

Vital será para los neoyorquinos que el doble Cy Young venezolano Johan Santana pueda incorporarse a la rotación a mediados de contienda tras su operación de hombro, así como la recuperación del cerrojo, también vinotinto, Francisco Rodríguez, luego de su cirugía en un dedo de la mano.

Por otro lado, el torpedero dominicano José Reyes y el ahora jardinero derecho, el puertorriqueño Carlos Beltrán, necesitan mostrar que están en un 100% físicamente. Si ambos logran mantenerse activos, el line-up debería producir debido a la presencia del estelar antesalista David Wright, el inicialista Ike Davis y el canadiense Jason Bay, que aunque fracasó en su primer curso con los de Queens, tiene el potencial para batear en cantidades enormes.

El pitcheo luce débil en todas las facetas, tanto en el abridor con brazos que no garantizan: Mike Pelfrey, Jonathon Niese, R.A. Dickey y Chris Young, dueño de múltiples operaciones, a la espera de la supuesta adición de Santana, como el relevo, muy a pesar de la presencia del "Kid" Rodríguez y tras dar de baja a su zurdo situacional, el boricua Pedro Feliciano.

Es cierto que fueron más los peloteros que llegaron que los que se fueron en el receso invernal, sin embargo, ninguna de las adiciones pareciera pueden fortalecer el roster del estratega Terry Collins.

Luis Hernández con opciones de titularizar en la intermedia

Además de Santana y "K-Rod" (en la foto), el infielder Luis Hernández y el receptor Raúl Chávez son los criollos que hacen vida en la primavera de Mets.

Según Collins, Hernández tiene mucho chance de iniciar titularizando en la segunda almohadilla, en tanto que Chávez fungiría de tercer receptor a lo largo del torneo.

Venezolanos en Spring Training

4:
Johan Santana (PZ), Francisco Rodríguez (PD), Raúl Chávez (C) y Luis Hernández (INF).

Mets de Nueva York

Manager:
Terry Collins (primera temporada).

Récord 2010: 79-83, cuarto lugar.

Estadio: Citi Field.

Altas: PD Chris Young, PZ Chris Capuano, C Ronny Paulino,PD D.J. Carrasco, PD Taylor Buchholz, JAR Scott Hairston, JAR Willie Harris, PD Blaine Boyer, PI Tim Byrdak, PI Taylor Tankersley, 2B Brad Emaus, INF Chin-lung Hu, C Raúl Chávez, PD Boof Bonser, 2B Russ Adams, C Dusty Ryan.

Bajas: PZ Pedro Feliciano, PZ Hisanori Takahashi, C Henry Blanco, PD John Maine, JAR Chris Carter, PD Elmer Dessens, INF-JAR Fernando Tatis, PD Sean Green, 2B Joaquín Arias.

Probable line-up

José Reyes S

Angel Pagán JC

David Wright 3B

Ike Davis 1B

Jason Bay JI

Carlos Beltrán JD

Josh Thole C

Luis Hernández 2B

Rotación

Mike Pelfrey PD

Jonathon Niese PZ

R.A. Dickey PD

Chris Young PD

Dillon Gee PD

Cerrador

Francisco Rodríguez PD

La figura:David Wright

sábado, 12 de marzo de 2011

Crónica de una carrera que agoniza


¿Será Óliver Pérez capaz de callarle la boca a muchos críticos?

En los pasados días, a través de Twitter, hemos conversado con algunos colegas y fanáticos sobre las posibilidades que se le presentan al zurdo de Culiacán de cara a la temporada 2011 y francamente, las conclusiones no son nada halagüeñas, como cuando viene ese momento crudo, difícil de una película que hemos visto más de una ocasión y que nos trae sentimientos amargos. Todo esto a raíz de las informaciones que de él se han suscitado en los pasados días.

Pérez está en el umbral de perderlo casi todo. Al menos profesionalmente hablando. Debido a la apuesta de Omar Minaya, ex gerente general de los Mets, éstos tendrán que pagarle 12 millones de dólares al mexicano después de que en 2009, el 3 de febrero para ser exactos, firmara un pacto por 3 años y 36 millones de dólares. Se dice que antes del opening day, los Mets lo dejarían libre.

Para Óliver, desde el arranque de 2010, hallar la zona de strike y algo de confianza, resultó tan difícil como para aquellos gambusinos fue encontrar el preciado metal dorado en la parte final de la llamada Fiebre del Oro en el remoto siglo XIX.

El primer recuerdo que tengo de Óliver, es de ese pitcher lleno de ilusiones, ambiciones y sueños cuando debutó en 2002 en la Gran Carpa con los Padres de San Diego, el inicio de lo que parecía ser una carrera bastante promisoria.

Después, su paso a los Piratas de Pittsburgh donde empezó a llamar la atención por sus cualidades encima del montículo. En 2004 su recta de 95 millas por hora, que era intimidante, la gente no dudaba en pagar un boleto por ir a verlo lanzar por las noches y se convirtió en una razón esperanzadora para la atribulada y perdedora franquicia de los filibusteros. Ese año fue el mejor que tuvo en Pittsburgh con foja de 12-10.

Recordemos que el zurdo de Culiacán tuvo una lesión en junio de 2005 tras perder un juego ante los Cardenales de San Luis y en el túnel del dugout, pateó un carrito de la limpieza y se fracturó un hueso del pie, en específico el dedo gordo del pie derecho. Se perdió dos meses y medio debido a esa estúpida, absurda reacción para un profesional.

Después, viene la gran oportunidad de su carrera, cuando fue traspasado a los Mets de Nueva York en 2006 con la novena del Flushing Meadows, justo antes del límite de cambios. Con un equipo que no escatimaba en invertir para firmar peloteros de alto calibre que les ayudaran a llegar a la Serie Mundial, Óliver tenía ante sí una gran ventana para poder destacar.

Esa misma campaña, en 2006, los Mets llegan a playoffs y es la única ocasión en la que el de Sinaloa ha tenido oportunidad de jugar en playoffs. Dos salidas, un triunfo. Del triunfo en el juego 4 no nos acordamos mucho, quizá porque los neoyorquinos lo ganaron fácil, pero el juego 7, que pierden y en el cual Óliver se va sin decisión tras seis sólidas entradas, me parece que es el mejor juego que le he visto tirar al mexicano de 29 años de edad.

No sólo había dudas sobre quién sería el abridor de ese decisivo juego 7 ante los Cardinals, sino que darle la pelota a Pérez para tan crucial momento era una altísima apuesta, pero el entonces piloto Willie Randolph se la jugó con el zurdo sinaloense y en mi humilde opinión, es el mejor juego que le vi lanzar.

En 2007 tuvo la que ha sido le mejor campaña de su carrera, cuando finalizó la temporada regular con marca de 15-10 con 3.56 de efectividad y 180 ponches, la segunda cifra más alta en cu trayectoria, sólo superado por lo que hizo en 2004 con 239 abanicados.

Después de poner esos buenos números, absolutamente todos pensábamos que la carrera de Óliver finalmente había comenzado a despegar. Quizá era como cuando un avión no puede despegar por una cosa u otra, el clima o cualquier problema técnico. Igual Pérez, pero finalmente parecía emprender el vuelo hacia mejores horizontes.

En el trato con la prensa, hasta donde me da la experiencia de haber conversado con él, es bastante bueno. Nunca me ha negado una entrevista, siempre se ha mostrado cordial, dispuesto. Ojalá que su situación mejore radicalmente, pues sería duro, para todos los fanáticos al beisbol en México que lo han apoyado, verlo desmoronarse sin que pueda evitarse.

Hoy día, estamos viendo cómo se le van a Óliver como agua entre las manos las escasas oportunidades que están presentándosele en 2011. Puede ser el momento de atesorar los mejores recuerdos e instantes de Pérez en las Mayores y guardarlos para la posteridad o recordaremos esta mala racha sólo como eso y después de este trago amargo, el zurdo renacerá de sus cenizas para convertirse en aquél que en algún momento, pensábamos que no tardaría en levantar el vuelo.


AUTOR:   Israel German /  A 90 pies blog de MLB

miércoles, 9 de marzo de 2011

Carlos Beltrán tiene tendinitis en rodilla izquierda

Port St. Lucie, Florida, EE.UU. (AP).- Carlos Beltrán tiene tendinitis en la rodilla izquierda y sus actividades con los Mets de Nueva York serán limitadas en los próximos cuatro a cinco días.

El gerente general de los Mets, Sandy Alderson, dijo el martes que el problema surgió porque el jardinero ha favorecido esa pierna por los problemas que ha tenido en la rodilla derecha.

Beltrán fue operado de la rodilla derecha en enero de 2010 y sólo disputó 64 partidos la campaña pasada. El puertorriqueño tomará medicinas antiinflamatorias antes de reanudar las actividades físicas.

Beltrán afirmó que siente bien la rodilla derecha.

El manager Terry Collins indicó que Beltrán no participará el martes en un partido simulado, como habían planificado.

Beltrán jugó el domingo como bateador designado contra Boston.

Conectó un sencillo y anotó desde segunda con una barrida en el plato.

jueves, 17 de febrero de 2011

OLIVER PEREZ Y EL SINDROME DEL CONTRATO MULTIANUAL


Por Andrés Pascual

      Tal parece que esperan el último año del contrato para convertirse en agentes libres con más impaciencia y excitación que un niño el regalo de cumpleaños: en primer lugar, lograrán su credencial de ricos del pasatiempo; en segundo, obtienen la patente de corso que les permitirá lesionarse y comenzar el conocido calvario de la inefectividad controlada
       ¿Cuántos jugadores continúan rindiendo igual después de firmar como mercenarios del pasatiempo, que es lo que significa ser agente libre? Es verdad que cualquiera se lesiona; pero, ¿Por qué razón uno de estos millonarios de contrato multianual, corriendo desde el plato a la primera base, donde ni piedras hay por pequeñas que sean, cae al suelo en el trayecto, retorciéndose de dolor con una lesión en el muslo, en la ingle o en una pantorrilla que le sacará del juego quién sabe por cuánto tiempo? ¿A qué obedece el residuo óseo en el codo, el problema en la rodilla o en la espalda del lanzador que firmó por 3 o más campañas por, quizás, más dinero del que costaban todos los clubes de ambas ligas durante cualquier año de la década de los 40’s? Déjenme recordar algo, para pagar gastos de divorcio en 1949, Bill Veek, entonces propietario de los Indios de Celeveland, vendió a la Tribu por la miseria de algo más que un cuarto de millón de dólares, un equipo al que le encabezaba la rotación de pitcheo Bob Feller…
        Tome el récord de cualquiera de los grandes serpentineros del pasado, de antes de 1985, su labor año tras año, para que vea que sus memorables actuaciones mejoran o se mantienen una temporada tras otra: Warren Spahn, Whitey Ford, Bob Feller, Lefty Gomez, Robin Roberts, Steve Carlton, Bob Gibson, Early Wynn, Jim Bunning, Juan Marichal…Y luego venga a los últimos 20 y haga lo mismo para que entienda la razón de la frase que dice que “cualquier tiempo pasado fue mejor…” De esta era hay que hacerles un monumento en todos los estadios a Gregg Madduxx, a Tom Glavine, a David Wells, a Jaime Moyer y a algún que otro más; porque sus actuaciones han sido sostenidas en cuanto a calidad; pero su dedicación, su pasión por el juego les hizo o hace ajenos al relajo de los tiempos modernos y les coloca en el grupo de herederos virtuales de la verdadera esencia del jugador de pelota, en lo moral, y en su relación con el público.
       El pitcher mejicano de 28 años, Oliver Pérez, se convirtió en un sonado fracaso para la rotación de pitcheo de los Mets de Nueva York el año pasado; entraba al primero de un flamante contrato de 36 millones por 3 temporadas; es decir, que su curva y buena velocidad, le han producido dividendos con los que ni soño Sandy Koufax, a quien casi mandan a electrocutar los Dodgers cuando, en 1966, a él y a Don Drysdale se les ocurrió exigirle al club medio millón para ambos.  ¡Qué manera de cambiar los tiempos! Y, para mal del pasatiempo, que nadie lo dude…
       En el ano 2007, Oliver Pérez tuvo récord de 15-10 con 3.56 clp en 177 entradas de trabajo; pero, el pasado, solo ganó 3 con 4 derrotas, y 6.82 de clp en la miserable cantidad de 66 innings actuados.  ¡Hum! ¡Y hubo una lesion en su rodilla! claro que la hubo, si hasta fue operado; pero parte del asunto radica en, ¿Cuál es la causa de esas lesiones en el momento que tienen que comenzar a respaldar, con su efectividad, la monstruosidad de dinero que les logra robar el agente que los representa, al equipo que los contrata?
       Según Johan Santana, el as de la baraja del pitcheo de los Mets, que también regresó de una intervención quirúrgica en el codo, Pérez está en excelente forma y listo para hacerse cargo del cuarto turno en la rotación, que incluye a Pelfrey y a Maine.
       Todo en este beisbol es cuestionable con respecto al “buen tiempo ido”; mas, por la incidencia en el normal desarrollo del juego de liga mayor, el asunto del contrato multianual levanta sospechas favorables a que jueguen al 100 % de sus facultades solo el primero y el último del contrato, con un intermedio que es un verdadero vacilón por la pobre demostración en el terreno y por la poca entrega en la preparación personal, acorde con el cuidado de su persona. Tal vez en lo último resida la explicación razonada de por qué se lesionan tanto los peloteros estos jugadores.
        El contrato multianual es lo que tiene al beisbol actual a la zaga del buen tiempo ido, en igual proporción que la expansión y, a las Grandes Ligas, con un nombre que mejor deberían cambiárselo por otro que disminuya la expectativa sobre el juego y los peloteros modernos.