Con y sin Félix Hernández
El Emergente
Ignacio Serrano
Félix Hernández es la gran figura del pitcheo venezolano de todos los tiempos. Es el número uno en victorias, innings lanzados y ponches propinados. Tiene uno de los tres premios Cy Young que han conseguido los criollos y durante una década fue el lanzador derecho más dominante y temido de las Grandes Ligas.
Carlos Carrasco fue el mejor abridor nativo de 2017, colíder en triunfos de la Liga Americana entonces e indiscutible fuerza en la rotación de los Indios de Cleveland junto al as Corey Kluber, en fin, fue uno de los cuatro serpentineros más votados en el último proceso de selección del Cy Young en el joven circuito.
La hoja de servicio de Hernández es el producto de una larga carrera y un enorme talento. La de Carrasco es la del digno heredero, un sucesor que ha labrado su sitial de honor con constancia y notables herramientas.
Ninguno fue protagonista principal del pitcheo nacional en esta primera mitad de campaña, recién terminada. Los problemas del primero, la inconsistencia y los inconvenientes físicos del segundo, obligan a mirar a otro lado al buscar a los mejores.
Es un poco injusto despachar así el asunto. Ambos tienen 8 ganados, Carrasco ha completado dos juegos (y encabeza la Americana en ese departamento), ha tenido rachas de gran dominio y Hernández empezó a lanzar de buena manera a partir de junio. Pero el mejor monticulista del patio en estos tres meses iniciales puede que sea Eduardo Rodríguez, entre los abridores, o probablemente Junior Guerra; y entre los relevistas, Edubray Ramos y Héctor Rondón.
Fueron 28 los tiradores venezolanos de la primera mitad, sin contar a Hernán Pérez y Pablo Sandoval. Rodríguez tuvo registro de 9-3, con 4.11 de efectividad, la mejor relación de ponches por inning entre todos los iniciadores locales y 1.9 de WAR, aunque Guerra y el renacido Aníbal Sánchez cerraron con promedios bajo 3.00 y 135 de efectividad ajustada, la cifra más brillante en la expedición Vinotinto, que se traduce en un rendimiento 35 por ciento superior a la media de las Mayores.
Los últimos dos se ganaron a pulso sus lugares en las rotaciones de Milwaukee y Atlanta. Han sido felices noticias, al igual que Jhoulys Chacín, otro veterano que ha reconquistado su antiguo sitial.
Ninguno tiene los números que Carrasco o el Rey Félix han puesto en el pasado, o Johan Santana o Carlos Zambrano. Pero han sido constantes, en una zafra en la que 13 criollos han tenido el rol de abridor, con casi una decena haciéndolo de manera habitual.
Felipe Vázquez era el único cerrador del grupo, hasta que Rondón fue movido al noveno tramo por los Astros. El yaracuyano parece recuperado, luego del terremoto sufrido un mes atrás, pero son este último y Ramos los que más férreos desempeños han tenido, por abanicados, por WHIP, por promedio de carreras limpias y por resultados.
José Álvarez, José Gregorio Castillo, Yusmeiro Petit, José Alvarado y durante cierto momento Yohnny Chirinos, Eliéser Hernández y últimamente Wilmer Font fueron buenas noticias. También quedan deudas: la del lesionado Martín Pérez, por ejemplo, o las de Antonio Senzatela, Gregory Infante y Bruce Rondón.
Empieza la segunda mitad. El Rey Félix parece rediseñarse en el morrito y vuelve el lesionado Carrasco. Veremos entonces si también serán protagonistas en la recta final.
Columna publicada en El Nacional, el miércoles 4 de julio de 2018.
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