En busca del próximo bigleaguer venezolano
El emergente
Luis Guillorme venía tocando las puertas de las Mayores desde el año pasado. Pronosticar su graduación como bigleaguer no tenía mucho mérito. Dueño de un guante privilegiado, era cuestión de tiempo verle arriba con los Mets, especialmente al constatar su reciente progreso con el madero.
Ignacio Serrano
Pablo López |
Guillorme es uno de los criollos que citamos a comienzos de marzo como posibles integrantes de la promoción de 2018, el grupo de bigleaguers que ensanchará este año la huella de Venezuela en la MLB.
En la primera de esas columnas citamos al infielder y también a Gleyber Torres, Engelb Vielma, Víctor Reyes, Carlos Tocci, Ronald Acuña Jr. y Eliéser Hernández. Todos lograron su graduación antes de la primera mitad del campeonato, aunque Hernández aguarda por su estreno, pues empezó en la lista de incapacitados y todavía se rehabilita en las Menores de los Marlins.
En la segunda entrega mencionamos a Yonny Chirinos, que también lo consiguió, y a Ismael Guillón, Pablo López, Jesús Tinoco, Yonathan Daza, Thairo Estrada y Humberto Arteaga.
Lo últimos cinco se mantienen en las granjas. Hoy revisaremos su desempeño. Y agregamos otros siete nombres, para llegar a 20 posibles graduandos esta temporada: José Gregorio Castillo, José Mujica, Samir Duéñez, José “Chino” Flores, Derián González, Franklin Pérez y Jesús Luzardo.
No son los únicos candidatos, pero nos sirven para especular sobre quiénes pueden ser los siguientes émulos de Guillorme y compañía.
Guillón ha tenido un buen inicio en Triple A, con 2.61 de efectividad y 12 ponches en 10.1 innings. No está en el roster de 40, lo que hace más difícil su llamado, pero es zurdo, apenas ha permitido 6 hits y puede convertirse en una opción de los Nacionales, en caso de surgir una necesidad en el equipo grande.
López apenas está en Doble A, pero no ha permitido carreras en sus cuatro aperturas y pertenece a una organización, los Marlins, que puede darse el lujo de subirlo muy joven, a los 22 años de edad, si dentro de algunos meses mantiene el dominio que hasta ahora ha exhibido.
Tinoco también tiene más de un abanicado por episodio en esa categoría, pero no ha sido tan efectivo. Con 4.68 de promedio, mantiene una buena relación de tres fusilados por cada base por bolas. Parece que necesita seguir sumando experiencia abajo y esperar a ver qué ocurre con la rotación de sus Rockies, en la gran carpa.
Daza empezó lento con el madero, después de brillar como campeón bate en Clase A avanzada y mantener el paso en la Arizona Fall League. También está en Doble A, así que necesitará ligar tanto como el año pasado para forzar el llamado de Colorado.
Estrada ha podido alcanzar la meta el Día Inaugural, pero la delincuencia rampante en Venezuela le robó ese chance. Agredido por un criminal, que le descargó un disparo, ya regresó a la acción, luego de completar su rehabilitación, pero su vuelta al juego va lentamente, en Clase A avanzada, sin que los Yanquis estén apurados por tenerle arriba.
Arteaga está en su primera zafra en Triple A, pero al igual que Guillón, no está en el roster de 40. La falta de extrabases y disciplina en el home puede afectar su eventual llegada a las Grandes Ligas, pero sigue siendo un shortstop de alto nivel defensivo. Quizás le cueste más que a los otros que aquí citamos.
Columna publicada en El Nacional, el jueves 10 de mayo de 2018.
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