Diego Naranjo Cevallos | Meridiano
Caracas.- Pocos apostaban al inicio de la temporada que el receptor titular de los Medias Rojas de Boston fuera Sandy León. Hoy, ya en la mitad de la campaña, el venezolano es protagonista detrás del plato y luce tanto con su mascota como con el madero.
León, quien llegó a las Grandes Ligas en 2012 con los Nacionales de Washington, era conocido como un excelente catcher defensivo. Sin embargo, este año el zuliano no ha desperdiciado las oportunidades de juego que le brindó el manager John Farrell.
“Tengo que darle gracias a Dios por darme esta nueva oportunidad”, comentó León, vía telefónica. “He aprovechado cada turno que me ha dado el manager, con la única intención de ayudar a ganar al equipo y de mantenerme en las mayores”.
León solo ha consumido 44 turnos en la contienda, pero batea para .477 con ocho dobles y un cuadrangular, con nueve remolcadas. Además, tiene dos encuentros de cuatro imparables y uno de tres hits.
“Él (León) está quechando dos veces cada cinco días”, dijo Farrell a los medios de comunicación. “Siempre consideramos que esa posición es un trabajo de dos hombres, pero la forma en la que él está produciendo a la ofensiva, la manera como maneja la defensiva y el potencial de lanzar a las bases ha hecho que se gane más tiempo de juego”.
Para el criollo, jugar en la LVBP ha sido la razón por la cual ha mejorado tanto con el madero. “Jugar en Venezuela, estar en una final y jugar una Serie del Caribe me dio la confianza que había perdido”, recordó León, activo de los Tigres de Aragua. “Antes yo iba al plato y llegaba como asustado. Ahora eso no me pasa, tengo la confianza y sé que puedo hacer el trabajo. Mi papá siempre me dice que yo puedo batear, que si lo hacía cuando era muchacho lo puedo hacer a este nivel”.
“La confianza ha sido la clave para lograr los resultados que he tenido en esta temporada”, recalcó el marabino, quien tiene un OPS de 1.258. “Otra cosa importante es no hacer más de lo que puedo hacer. No me meto presión. Solo trato de ayudar al equipo, bien sea tocando la bola, moviendo al corredor, bateando o manejando al pitcheo. Lo importante es que el equipo gane. Si hago eso, sé que tengo muchas oportunidades de seguir en Grandes Ligas”, indicó el máscara, que entre 2012 y 2015 tuvo una línea ofensiva de .187 de average, .258 de porcentaje de embasado, .225 de slugging y .483 de OPS en MLB.
En las menores tampoco fue un bateador que le helara la sangre a los pitchers: .238 de AVE, .325 de OBP y .330 de slugging. De manera que 2016 rompe con sus patrones de carrera.
El cuerpo técnico de las Medias Rojas está complacido con la labor realizada por el criollo. “Ellos han estado muy contentos con mi trabajo. Solo trato de ayudar al equipo y de aprovechar al máximo las oportunidades que me dan”.
León viene de ser campeón en Venezuela con los Tigres. “Su trabajo con el pitcheo el año pasado fue muy efectivo”, recordó Ilich Salazar, ejecutivo de los felinos. “Una de las razones por las cuales se trajo era para que manejara el pitcheo como lo hizo con las Águilas del Zulia (antiguo equipo)”.
“Jugar en mi país es una gran satisfacción”, afirmó León. “Es la tierra que me vio nacer, es donde está mi familia. Jugar allá me cambió la manera de ver el beisbol. Mientras tenga salud voy a jugar en mi país desde el primer día de temporada hasta el último”, culminó León, quien ya es considerado por los patirrojos como el receptor principal para el resto de la campaña, razón por la cual bajaron al puertorriqueño Christian Vázquez (catcher titular) a la filial Triple A.
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