Han pasado solamente 15 meses desde que él puso a volar cuatro batazos de jonrón por el cielo de Baltimore en una noche mágica.
Han sido solamente cinco años desde que él convirtió una noche en el Derby de Cuadrangulares en su propia historia de fantasía.
Así que, por eso nos preguntamos actualmente: ¿Qué rayos le ocurrió a Josh Hamilton?
Pero no necesitan ser descendientes de Agatha Christie para saber que es un misterio.
Es un misterio que un hombre con el poder masivo de Josh Hamilton pueda tener un porcentaje de slugging más bajo (.419) que James Loney.
Es un misterio que un hombre con las habilidades ofensivas prodigiosas de Josh Hamilton pueda tener un OPS menor (.713) que Brian Dozier.
Es un misterio cuando un hombre que gana un salario que es el doble respecto a todo el roster de los Astros pueda encontrarse bateando séptimo en la alineación en noches consecutivas --que de hecho ocurrió, honestamente, a finales de junio.
Así que nos dispusimos esta semana a responder esa pregunta: ¿Qué rayos le pasó a Josh Hamilton?
Hablamos con su gerente general, Jerry Dipoto, un hombre que dijo, firmemente: "Todavía creo en la habilidad física de Josh. Todavía creo en el jugador. Y he visto señales, en las últimas tres semanas (mientras Hamilton conseguía una línea estadística de .329/.414/.539 en un periodo de 19 partidos), que él está volviendo a hacer cosas que Josh Hamilton realiza".
Pero también hablamos con ejecutivos, scouts y otras personas en el béisbol, que han conocido a este hombre durante años. Y lo que aprendimos es lo que sospechábamos:
Hay mucho más de lo que percibe la vista -- o la hoja de estadísticas.
¿Qué le ocurrió a su swing?
Él todavía se balancea sobre sus talones en la caja de bateo, con su cabello ondulado saliendo del caso, su bate puesto sobre el hombro, sus muñecas flexionadas y sus ojos fijos. Pero es la única parte del repertorio ofensivo de Hamilton que luce idéntico.Es cuando él hace el swing con ese bat que las cosas comienzan a verse increíblemente atípicas. Solamente comparemos los resultados del año pasado con los de este año. Esto es lo que se encontrará:
La distancia promedio de cada elevado que batea ha bajado en más de 26 pies, de acuerdo a FanGraphs -- de 299.8 pies a 273.4& Su Poder Aislado (que mide el poder sustrayendo el promedio de bateo al promedio de slugging) se ha desplomado por más de 100 puntos -- de .292 a .185 de forma global -- y está muy por debajo tanto en casa como en gira... Su porcentaje de "pelotas bateadas con fuerza" se ha desplomado, de acuerdo a Inside Edge, de 34 por ciento a 22 por ciento.
"Lo vi el año pasado, cuando estaba encendido, y era una locura", dijo un scout de la Liga Americana. "Todo lo que bateaba era un cañonazo. Y viajaban. Ahora, no es lo mismo al batear. Es el mismo estilo. Pero no viaja de igual forma".
"No impulsa la pelota como acostumbraba", dijo otro ejecutivo de la Liga Americana. "No impulsa la pelota desde el jardín izquierdo-central hasta el poste de foul en jardín derecho como acostumbraba. Parece que ya no tiene esa habilidad".
Y otro ejecutivo de la Liga Americana se acordó de la noche electrizante cuando todo cambió para este hombre: el Derby de Cuadrangulares, Yankee Stadium, 14 de julio de 2008.
"Nadie congeló un Derby de Cuadrangulares como lo hizo Josh Hamilton", dijo el ejecutivo, con una emoción en su voz que raramente se encuentra a la hora de discutir eventos como el Derby. "¿Batear pelotas que casi se salen del Yankee Stadium? ¿Están bromeando? Él fue simplemente mucho mejor que los demás. Pero él no es el mismo tipo en la actualidad".
Entonces, ¿qué le pasó a ese hombre? Un tema que fue recurrente fue lo "delgado" que está actualmente. Y es posible que todo sea culpa de la Dama de los Jugos.
Hace un año, él jugaba con un peso que fluctuaba entre 240 y 250 libras. Él ha jugado gran parte del año, por lo que hemos apreciado, con un peso aproximadamente 30 libras más liviano que eso, gracias a una dieta nueva libre de gluten, dominada por jugos de frutas y verduras, la cual él afirma que aprendió viendo a la Dama de los Jugos en la televisión nocturna.
La dieta no ha sido un gran tópico de discusión en la prensa desde el entrenamiento primaveral. Pero seguro que es un tópico entre scouts y ejecutivos, que han estado observándolo y cuestionándose por qué luce de esa forma actualmente y por qué batea de esa forma.
"Cuando lo observas, te das cuenta de que él todavía es fuerte físicamente", dijo un ejecutivo de la Liga Americana. "Él todavía es una figura muy imponente. Pero hay mucho menos de él de lo que había hace un par de años".
(INTERRUMPIMOS ESTA DISCUSIÓN PARA DIRIGIRNOS A LA AUDIENCIA DE LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN: Antes que prosigamos, debemos mencionar aquí que NINGUNO de los que consultamos cree que Josh Hamilton consume sustancias para mejorar el rendimiento. Hace algún tiempo, él tuvo un serio problema con drogas "recreativas". Eso ha sido documentado exhaustivamente. Pero la gente que lo conoce bien nos aseguró que, al ser un adicto en recuperación que es examinado constantemente, es uno de los candidatos menos probables para optar por el camino de las sustancias prohibidas. ¿Sabemos de alguno? Por supuesto que no. Pero sinceramente creemos que no es el caso aquí. Ahora, pueden seguir arrojando la porquería de costumbre contra el muro, si lo desean. Pero nosotros no).
Pero este asunto de la dieta/Dama de los Jugos/pérdida de poder está lejos de ser el único problema ofensivo serio de Hamilton. También tenemos esto:
A veces, parece que es alguien que le hace el swing a todo, desde pelotas que rompen en la tierra hasta aviones que pasan a 30,000 pies por encima de él.
Aquí tenemos algunos números aterradores al respecto, cortesía de TruMedia:
Hasta el momento en esta temporada, él le ha hecho el swing a 439 lanzamientos que NO estaban en la zona de strike -- tercera cifra más alta en Grandes Ligas, superado solamente por Pablo Sandoval (473) y Adam Jones (443). Digamos que eso no ha funcionado tan bien.
La información muestra que Hamilton batea .141 cuando hace eso, con -- ¿están listos para esto? -- 90 ponches, 26 hits y solamente cinco extrabases (tres dobles y dos jonrones). Entonces, pregunta un scout, "¿Por qué hay que lanzarle un strike?".
Pero de nuevo, cuestionó un ejecutivo de la Liga Americana, ¿por qué es noticia esto?
"Su estilo es su estilo, y así siempre ha sido", dijo el ejecutivo. "Revisen los números. Creo que ustedes descubrirán que él siempre ha hecho eso".
OK, los revisamos. El año pasado, él le hizo el swing a 649 lanzamientos que no estaban en la zona de strike -- más de 100 por encima de cualquier otro. Y el caza cerca del mismo porcentaje de no strikes (37.5) de lo que ha hecho en las cinco temporadas que TruMedia ha llevado el registro (38.3). Pero...
Él tenía mucho más éxito cuando se iba de cacería. En 2010, bateó .280 en lanzamientos fuera de la zona. En mayo de 2012, cuando fue jugador del mes en la Liga Americana, bateó .341/.464/.545 en esos lanzamientos y consiguió tantos extrabases en pitcheos que no eran strikes durante un mes (cinco) como los que ha obtenido en toda la TEMPORADA este año.
Entonces, ¿por qué ESO ya no ocurre? Otro ejecutivo de la Liga Americana lo relacionó de nuevo con su pérdida de peso.
"Esa bola que rompía abajo y cinco pulgadas fuera de la zona de strike, a la que siempre le hacía el swing, ¿no se necesita un elemento de fuerza para batearla?", observó el ejecutivo. "Su promedio de cacería no varía mucho. Lo que él hace con esos lanzamientos es lo diferente. Creo que todo está conectado".
Sin embargo, cualesquiera que sean las razones, el resultado es este: toda su aura es diferente. Y eso es un gran problema.
"Él ya no es tan intimidante", dijo un scout. "Los pitchers evadirán a los demás para enfrentarlo. Él ya no es la misma amenaza que era".
¿Qué le pasó a su zona de confort?
Como bien sabe cualquier persona que haya seguido la historia de Hamilton, él es un tipo complicado. Él es simpático y agradable, y un ser humano fácil de apoyar. Pero su mundo también está lleno de sombras producto de un pasado problemático y demonios acechantes.Una fuente con un largo historial al lado de este hombre, una fuente que no podemos identificar de ninguna forma, deja en claro que ningún vistazo a Josh Hamilton el beisbolista debe excluir un vistazo más detallado a todos los vientos cambiantes que se mueven a su alrededor constantemente.
"No pienso que su talento haya desaparecido de la noche a la mañana", dijo la fuente, a quien identificaremos solamente como el amigo de Josh. "Pienso que se trata del lado mental del juego. Es acerca de su sistema de apoyo y la forma en cómo ha cambiado".
Por las historias que hemos escuchado, es incluso difícil comprender todo lo que se hizo en Texas para mantenerlo apuntado en la dirección correcta, desde el mánager hasta el personal del vestidor, desde la gerencia hasta sus compañeros de equipo.
Él tuvo compañeros de equipo, muchos de ellos que nunca permitieron que se les olvidara lo multi-talentoso que era Hamilton, y que estuvieron dispuestos a ignorar sus temores en el campo y sus extravagancias fuera del mismo, para mantenerlo contento y motivado.
Él tuvo coaches como Clint Hurdle y Johnny Narron, que lo comprendían, que conectaban con él y que sabían exactamente los botones correctos a presionar.
Él incluso tuvo una base de aficionados que, salvo sus últimas semanas en Texas, no solamente lo apoyaron, sino que lo adoraron.
Y luego él dejó todo eso atrás, por un equipo que había hecho su tarea, tenía un ejecutivo altamente clasificado (con el asistente de gerente Scott Servais) quien había pasado cuatro campañas con Hamilton en Texas y pensó que estaba listo para aportar en Anaheim lo más parecido a la zona de confort a la que estaba acostumbrado en Texas.
Excepto que, como vimos, eso no ha sido posible.
"Josh es alguien que necesita apoyo", dijo el amigo de Josh. "Él necesita un mánager relajado que lo apoye en cada momento... no digo que Mike Scioscia no pueda (dar ese apoyo). Lo que digo es que es posible que cualquier mánager, que no fuera Ron Washington y quizá Joe Maddon o Clint Hurdle, pudo haberle dado el tipo de respaldo al que está acostumbrado".
Así que lo que ha ocurrido desde que Hamilton dejó su resguardo peculiar en Texas no es "culpa" de nadie. Los Angelinos han hecho todo lo posible para replicar el sistema de apoyo que tuvo las cinco temporadas previas en Texas -- incluyendo el traer a su "socio de responsabilidad", Shayne Kelley, como asistente del staff.
Sin embargo, ellos han descubierto que algunas cosas en la vida no pueden ser replicadas.
No es "culpa" de nadie que Hamilton haya llegado a un ambiente tumultuoso que era muy diferente a lo que estaba acostumbrado. Pero esto es lo que se encontró:
Grandes expectativas, coloreadas por signos de dólares y las decepciones de 2012... Un vestidor más diverso y menos protector... Un mánager, Mike Scioscia, más duro, con un estilo diferente y una relación menos confortable con la gerencia... Y una base de aficionados que no conocía este hombre, no había disfrutado nada de su grandeza como Jugador Más Valioso y no podía ser tan paciente como la mayoría de los aficionados adoradores en Texas que había dejado atrás.
Y resultó ser una mezcla turbulenta. Y eso ha resultado en una temporada difícil de mirar, casi tan difícil como lo que Hamilton ha tenido que vivir.
"En un ambiente positivo, él está bien", dijo el amigo de Josh. "Pero en un ambiente negativo, esa negatividad solamente se incrementa, por todo lo que él ha experimentado en el pasado, porque vive su vida con una pendiente tan resbalosa".
Incluso en Texas a finales de la temporada pasada, pudimos ver lo difícil que era para Hamilton el confrontar cualquier nivel negatividad significativa.
La temporada de los Vigilantes iba en la dirección equivocada. Al mismo tiempo, Hamilton ya no tenía el poder que un gran bateador usualmente posee. Entonces, de repente, las porras sonaron más como abucheos. Él fue muy criticado por una serie de turnos al bat espantosos. Y eso, afirma el amigo de Josh, fue un "resultado catastrófico" para un hombre que se había acostumbrado a estar rodeado por un festival de amor interminable.
"Alguien como Reggie Jackson probablemente hubiera jugado mejor cuando era abucheado, pero fue Kriptonita para Josh", dijo el amigo de Josh. "Él era Superman. Y luego fue de superhumano a humano... Y eso fue algo que no pudo procesar totalmente".
Ustedes conocen el resto. El desastroso final en Texas. El elevado que dejó caer en Oakland. El desastre del juego de comodines, donde se fue de 4-0. Un mercado de agencia libre que no se desarrolló como él esperaba. La inesperada firma con los Angelinos. Y todo lo que ha pasado desde entonces.
Cuando la discusión va hacia asuntos fuera del campo, su nuevo gerente general declina cortésmente el hablar del tema. Pero cuando se le pregunta qué tan confiado está en que los Angelinos algún día verán al Josh Hamilton que todavía tienen aproximadamente $110 millones restantes en su contrato durante los próximos cuatro años, Jerry Dipoto responde: "De hecho, muy confiado".
"Él todavía es un jugador dotado naturalmente", dijo Dipoto. "Creo en esos dones naturales. Y creo que veremos al Josh Hamilton que nos es familiar, conforme pase el tiempo. Es una transición difícil. Pero creo que estamos viendo a alguien que despegó, basados en lo que ha hecho en las últimas tres semanas, y tendremos a ese hombre yendo hacia adelante. Pienso que el lado positivo de lo que puede hacer es tremendo".
Sin embargo, otros no están tan seguros.
"Oh, todavía lo tiene", dijo un scout. "Lo he observado en la práctica de bateo. Lo he visto salir e intentar batear cañonazos de larga distancia y lo hace. Lo he visto batear el muro trasero del jardín central en Camden Yards. Así que sé que todavía lo tiene. Debe ser. Pero hay tantas variables con él que no conocemos, y que nunca conoceremos. Y es el problema. Hay tantas cosas desconocidas con él -- y ese era el peligro al firmarlo".
"Para ser honestos", dijo un ejecutivo de la Liga Americana, "Pienso que lo mejor para él es irse de ahí. Pero la forma en como está estructurado su contrato (con $30 millones en salarios cargados hacia 2016 y 2017)... era abrumador, porque, si el ambiente no era el correcto para él, no había forma de liberarse de esa situación".
Entonces, la verdad es que, por la naturaleza inamovible de ese contrato, esto TIENE que funcionar. Él y los Angelinos no tienen otra opción que no sea encontrar una forma para que esto funcione, al precio que sea.
Si eso pasa, si encuentran el camino, será una de las historias de recuperación más notables en el béisbol. Pero de nuevo, como afirma el gerente general de Josh Hamilton, hablamos de un jugador que ya escribió una historia semejante. Y no debemos olvidarnos de eso.
"Si hay una de resistencia que haga más ruido que la de Josh Hamilton, díganme cual es", afirmó Jerry Dipoto, "porque necesito ir a leerla".
ENRIQUE ROJAS / ESPN
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