Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga
Pocos han dejado semejante huella en el tiempo. Cuando aquel niño llegó al mundo, solo se habían desarrollado nueve campañas en
Existen versiones sobre su paso por la pelota, con anécdotas, hechos heroicos, fortuitos y dolorosos, intra e inter fronteras. Él, como pocos, arrostró la carga deshumanizada del racismo y sus consecuencias. Fue mejor que los blancos, pero bien pudo sentirse minimizado ante la afrenta. El entrañable Severo Nieto y Alfredo Santana profundizaron en su huella por la vida y los montículos. Hoy solo trataremos de refrescar la memoria histórica del pueblo, con algunos pasajes.
José de
Cuestionado Martín Dihigo sobre un all stars de la pelota que conoció, no vaciló en ubicar a Méndez como lanzador, junto a Adolfo Luque y Eustaquio Bombín Pedroso. Había participado en trece temporadas de
Debutó en 1908, con el Almendares (9-0), 1908-1909 (15-6), 1910 (7-0), 1910-1911 (11-2), 1912 (9-5), 1913 (1-4), 1913-1914 (10-0), 1914-1915 (2-0), 1915-1916 (1-1), 1920-1921 (1-2), 1923-1924, con el Santa Clara (3-1), 1923-1924, con el Santa Clara del torneo independiente (1-2), 1924-1925, alternando entre Santa Clara y Matanzas (2-3), 1925-1926, con el Habana (1-1) y 1926-1927, con el Alacranes de la liga independiente (3-1). Total: en 162 desafíos, 72 de ellos completos, obtuvo balance de 76-28 (.731). A la ofensiva, en 293 desafíos, conectó 149 hits en 779 veces al bate, para average de .191, con 103 anotadas, 17 dobles, 6 triples y 35 bases robadas.
Desde temprana edad fue un amante de la música y se vinculó al béisbol, en una suerte de conjunción arte-deporte. En los primeros años del siglo XX había jugado en el centro del país en torneos libres, con el Vesubio y el Majagua, en Cienfuegos, y el Patria, de Sagua
Sus resultados dieron lugar a varias leyendas, algunas con sólidas bases. Comentó el ya desaparecido periodista y profesor Jorge Alfonso, en un artículo de la revista Bohemia, el 29 de enero de 1999, que en ese semanario, el 12 de febrero de 1950, se había publicado una entrevista a Alfredo Pájaro Cabrera, quien fuera un excelente torpedero de
En noviembre de 1908 fue seleccionado para abrir un juego contra los Rojos de Cincinnati, de las Grandes Ligas, de visita en Cuba para una de las sistemáticas Series Americanas, y les propinó lechada de un hit, conectado en el noveno inning. ¡El negrito estuvo a un paso del no hit no run a un equipo de Las Mayores! Pero la cosa no paró ahí. El tope estaba pactado a tres desafíos y Méndez los lanzó todos, colgándoles veinticinco escones consecutivos, ¡una hazaña! No fueron veintisiete porque el último juego se desarrolló en siete entradas. A partir de ahí los cintillos de la prensa persiguieron a quien implantaría varios récords, con juegos sin hits ni carreras, una buena cantidad de entradas sin permitir anotaciones (45) y muchos ponchados.
Estuvo, entre 1908 y 1915, en las Series Americanas, contra equipos de altísimo nivel, donde lanzó en 52 desafíos y 401,2 entradas, 35 de ellos completos, con balance de 24-22 (.522) y 9 lechadas. Una prueba fehaciente de su excelente control, es que ponchó a 261 bateadores y solo concedió 99 bases por bolas. Allí enfrentó, entre otros de Ligas Negras, a varios equipos campeones de Grandes Ligas, como los Rojos de Cincinnati (3-0), Tigres de Detroit (1-5), Atléticos y Filis de Filadelfia (5-4), Gigantes de New York (0-3), y Dodgers de Brooklyn (0-1).
Una prueba de fuego para él resultaría el enfrentamiento, en
En 1912, Méndez dirigió el Almendares y lo llevó a la segunda posición, con resultado de 6-9 (.400). Él pudo ser el primer cubano en Grandes Ligas, pero lo impidió la discriminación racial en el país del norte. Cuentan que su hazaña ante el Cincinnati hizo exclamar al manager de los Gigantes de New York: "...Si me lo pintan con cal me lo llevo a los Estados Unidos..." Precisamente, a John McGraw debe su seudónimo, pues al regresar a su país declaró: "He visto en Cuba un Diamante Negro..." El propio Babe Ruth, en su visita a
Se desempeñó en las Ligas Independientes de Color, o Ligas Negras norteamericanas, entre 1908 y 1926, con los siguientes equipos: Brooklyn Royal Giants (1908), Cuban Stars (1909-1912), Stars of Cuba (1910), All Nations (1912-1917), Chicago American Giants (1918), Detroit Stars (1919) y Kansas City Monarchs (1920-1926). Según James A. Riley, en
Había debutado en ese circuito en 1908 y obtuvo un balance de 3-0. Su segunda campaña alcanzó el tremendo récord de 44-2, incluido un juego perfecto en 10 entradas, el 24 de julio de 1909. En 1911 se enfrascó en un duelo de 10 innings con el mítico Smokey Joe Williams, del New York Lincoln Giants, quien no permitió hits en los primeros nueve innings y él solo 2, pero lo derrotó en el décimo (1 x 0). Por aquellos tiempos se calculó que podría ganar sobre los 30 000 dólares, una cifra fabulosa entonces, si hubiese jugado en Las Mayores. En ese circuito repartió un total de 23 lechadas. En 1916-1917 también se había desempeñado como torpedero.
En 1920 comenzó como manager del Kansas City Monarchs, de
Aquel que parecía inmortal, falleció solo, enfermo de tuberculosis y casi olvidado, pocos meses después de su retiro. Pero en el recuerdo de los amantes del béisbol siempre habrá un espacio para el negro humilde que alcanzó el infinito. En 1925 había participado con el equipo de ocasión All Cubans, en
Fue seleccionado entre los Cien Mejores Atletas del siglo XX en Cuba. En 1939, año de su fundación, fue elevado al ya desaparecido Salón de
Liga Profesional Cubana:
JL JC JG JP PROM
162 | 72 | 76 | 28 | .731 |
Récords:
-1ro. en porcentaje de ganados y perdidos de
-6to. en ganados (76).
-6to. en años lanzados (15).
-10mo. en completos (72).
-Lideró cinco veces el porcentaje (1908, 1908-1909, 1910, 1910-1911, 1913-1914).
-Encabezó las lechadas en cinco campañas y en total propinó 20.
-Tres veces seguidas en juegos ganados (1908-1909, 1910-1911, 1913-1914).
-Tres consecutivas en completos: 1908-1909 (18), 1910-1911 (12), 1912 (13).
-Líder de los lanzadores en cinco oportunidades: 1908 (9-0), 1908-1909 (15-6), empatado con el norteamericano Louis Haggerman, del Habana, así como en juegos lanzados (28), y en completos (18); 1910 (7-0), 1910-1911 (11-2), y 1913-1914 (5-1).
-Dirigió el Almendares en 1912, ocupando el 2do. lugar, con balance de 6-9 (.400).
Pocos pitchers cubanos dejaron una huella tan profunda a partir del siglo XX. Antes que él solo se había destacado Joseíto Muñoz, después otros continuarían abonando el camino de nuestra pelota: Adolfo Luque, Martín Dihigo, Luis Tiant (padre e hijo), Conrado Marrero, Camilo Pascual, Pedro Ramos, Sandalio Potrerillo Consuegra, Miguel Fornieles, Miguel Ángel Cuéllar, Alfredo Street, Manuel Alarcón, Braudilio Vinent, Aquino Abreu, Changa Mederos, Curro Pérez, Jesús Guerra, Juan Pérez Pérez, José Luis Alemán, Manuel Hurtado, José Antonio Huelga, Rogelio García, Omar Carrero, Julio Romero, Pedro Luis Lazo, y toda una pléyade que sigue sus pasos, como Feddy Asiel Álvarez. Y no digo más por temor a las omisiones.
Es la cantera inagotable de líderes indomables del box, cuyas estirpes blanden espadas por los nuevos tiempos. Y en la cumbre, se alza vigilante nuestro Diamante Negro. ¡Honor a quien honor merece!
Fuentes utilizadas:
-Alfredo L. Santana: Un astro del montículo (El diamante Negro). Editorial Científico-Técnica.
-Alfredo Santana: El Inmortal del Béisbol. Martín Dihigo. Editorial Científico-Técnica.
-Severo Nieto: José Méndez. El Diamante Negro. Editorial Científico-Técnica.
-James A. Riley: The Biographical Encyclopedia of de Negro Baseball League. New York. Carroll & Graf, 1994.
-James D. Cockcroft: Latinos en el Béisbol. Editorial de Ciencias Sociales.
-Jorge S. Figueredo: Who's Who in Cuban Baseball (1878-1961), 414 pp. McFarland & Company, Inc., Publishers Jefferson, North Carolina, and London. United States of America, 2003.
-Roberto González Echevarría:
-Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga: Cosas de
-Otras.
Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga
Verano de 2013.
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