Hanley Ramírez, Randy Choate, Shane Victorino, Joe Blanton, Adrián González, Carl Crawford, Nick Punto y Josh Beckett han llegado a la siempre soleada California con la misión de poner a los Dodgers de vuelta en un sitial que habían abandonado desde los ochentas, cuando comenzó la serie de desaguisados que le llevó entre dueños que nunca tuvieron en mente a su equipo.
La llegada de el nuevo consorcio de propietarios, "encabezados" por Erwin "Magic" Johnson ha traído brisas de cambio, de cambios radicales que han convertido a los Dodgers en lo grandes favoritos en el oeste dela nacional y en los únicos que podrían ser serios contendientes de los sorpresivos Nacionales de Washington.
Con A.J. Ellis en la receptoría, Adrían González en la inicial, Mark Ellis en segunda, Hanley Ramírez en el campocorto, Luis Cruz en la antesala y Shane Victorino, Matt Kemp y Andre Ethier en los jardines, los Dodgers poseen hoy por hoy l alineación más potente y atemorizante de la liga nacional y una de las mejores, sino la mejor del béisbol.
La suma de Beckett a una rotación era bastante eficiente con los brazos de Clayton Kershaw, el lesionado Chad Billingsley, Chris Capuano, Aaron Harang y Joe Blanton, tiene los tamaños para llevar a la tropa dirigida por Don Mattingly hasta la serie mundial.
¿Es sustentable?
Pero las cosas no se paran en lo que puedan hacer los Dodgers en el terreno, todas estas negociaciones que han hecho los nuevos propietarios de Los Angeles, generan cuatro preguntas fundamentales, ¿es sustentable desde el punto de vista económico? ¿la sumatoria de este grupo de caracteres, algunos de ellos catalogados de problemáticos, podrán subsistir en LA? ¿Soportará el sistema de fincas del equipo la alta presión a la que está siendo sometida, al perder a lo mejor de su talento disponible? y ¿después de pagar 2.400 millones por la franquicia y con los enormes pasivos salariales que han adquirido con los cambios, habrá dinero para el impuesto al lujo al final de la campaña?
La cuidad de los Angeles es una de las más grandes, económicamente apta y beisboleras de los Estados Unidos, hay capacidad para llenar el enorme Dodger Stadium (Chávez-Ravine) y sus 56.000 asientos, además, los Dodgers tienen uno de las mejores contratos de televisión de las ligas mayores. Pero aún así no cuadran la cuentas, o al menos eso pareciera desde muy por encima, que es como podemos analizarlo.
En todo caso la apuesta de los Dodgers cuenta con lo interesante del calendario del 2013 n el que los juegos interligas serán más seguidos y repartidos durante el año, los encuentros contra Oakland y Anaheim, serán de gran ayuda o eso deben esperar en la oficina. De verdad que van a tener que hilar muy fino en materia de billetes y centavos, pero si lo logran podríamos estar ante una versión californiana de los Yankees capaz de quererlo todo y tenerlo todo.
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