Para ser considerado uno de los mejores jugadores de béisbol, tienes que mantener un desempeño como uno de ellos. Y últimamente, A-Rod no ha lucido como un jugador del Juego de Estrellas.
Rodríguez ganó su tercer premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el año 2007. Desde entonces, su rendimiento ha disminuido en cinco temporadas consecutivas (véase el gráfico).
La mayoría de los jugadores pueden esperar para ver sus números decaer después de una temporada como Jugador Mas Valioso, pero la disminución de A-Rod va más allá de la regresión de rutina. Él no va a regresar a la tierra. Se está cayendo de cara sobre ella.
Desde el año 2007, Rodríguez ha perdido una media de 14 puntos de promedio real por temporada. No sólo no ha jugando tan bien, no ha jugado tan a menudo. Después de realizar más de 700 apariciones en el plato por sexta vez en el año 2007, todavía está por llegar a 600 desde entonces en una temporada. Esa combinación de una debilidad creciente y una ofensiva tambaleante culminó en una mínima de carrera de 2.8 de WARP en el año 2011.
No hay nada inusual en el hecho de que A-Rod no sea tan peligroso y duradero a los 36 años como cuando contaba con 31. Lo que es inusual es la rapidez y hasta qué punto se ha caído.
Cuando los Yankees refirmaron a Rodríguez con un contrato de 10 años y $275 millones en diciembre del 2007, que lo retiene hasta la temporada de sus 41 años, ellos sabían que su juego probablemente no tendría un valor de un salario anual de $20 millones o más hacia el final del contrato. Sus esperanzas eran que pudiera jugar por la duración del acuerdo, hacerlo lo suficientemente bien desde el principio para hacer el gasto total tolerable y reescribir los libros de récords a lo largo del camino.
Todavía es posible que sus esperanzas puedan hacerse realidad, pero para tomar prestada una frase de Yogi Berra, se hace tarde temprano para A-Rod.
Lo que vemos es que el rendimiento de los bateadores elegibles al Salón de la Fama -- los que juegan por lo menos durante 10 temporadas -- tiende a disminuir de manera más gradual que la de los bateadores promedios. A pesar de que A-Rod es un miembro de ese grupo, no declina como uno de ellos. Su curva de la edad coloca su tasa de declive más o menos a mitad de camino entre la de los jugadores elegibles del Salón y la de los jugadores promedio.
Curiosamente, los jugadores promedio del Salón de la Fama y los del "círculo íntimo" envejecen más o menos al mismo ritmo que los jugadores que son elegibles para el Salón sin exaltados. Debido a que los miembros del círculo íntimo del Salón de la Fama tienen picos tan altos, tienden a seguir siendo productivos a finales de la década de sus treinta años y a veces mucho más allá.
Si la ofensiva de A-Rod continúa su disminución a lo largo del camino previsto por la gráfica, no pasará mucho tiempo antes de que sea una desventaja. PECOTA proyecta que su TAv estaría por los .306 en la segunda mitad. En ese caso, terminaría el 2012 con una marca de .290. Incluso en este escenario relativamente optimista, Rodríguez se proyecta para ser un bateador muy por debajo de la media por lo menos durante los dos últimos años de su contrato. Si no puede seguir desempeñando la tercera base, su bate será aún menos valioso.
La salud de A-Rod, que pudo haber causado algunas de sus dificultades, es un problema igualmente grave. Desde el año 2001 al 2007, evitó caer la lista de lesionados por completo. Desde el 2008 hasta el 2012, ha estado en la lista de lesionados cuatro veces y tuvo cirugías en la cadera y la rodilla. El invierno pasado, Rodríguez viajó a Alemania para someterse a un procedimiento experimental de Orthokine en la rodilla y el hombro, y en esta temporada ha jugado en todos los juegos de los Yankees menos en tres. Pero la tendencia mayor es preocupante.
Algunos podrían atribuir el envejecimiento acelerado de A-Rod a su uso admitido de esteroides, pero cualquier conexión es especulativa. Rodríguez dice que ha estado limpio desde el año 2003. Desde entonces, cuenta con otros dos premios más de Jugador Más Valioso que pruebas de drogas fallidas. Es imposible demostrar que su uso de drogas para mejorar el rendimiento no está relacionado con su desempeño reciente, pero no es el primer jugador cuyo desempeño se ve disminuir más rápidamente de lo esperado. Antes de culpar a la historia de A-Rod por sus problemas actuales, considere que Dale Murphy, el activista pro limpieza de drogas y antiesteroides, un jugador del calibre del Salón de la Fama en su pico, estaba esencialmente acabado a los 32 años. El envejecimiento de los jugadores no es completamente predecible, y no hay absolutos. Sabemos cuándo la mayoría de los jugadores alcanzan sus picos y comienzan a declinar, pero no todos los jugadores siguen el patrón.
Independientemente de la razón de su envejecimiento atípico, el juego reciente de A-Rod le ha hecho daño a sus posibilidades de hacer historia (y al adicional de $30 millones que podría ganar de incentivos por los hitos). Desde el 2010 al 2012, Rodríguez ha bateado 59 jonrones en 1,200 turnos al bate, más o menos uno cada 20. Continúa con 120 jonrones por debajo de Barry Bonds en la lista de todos los tiempos. Aun suponiendo que A-Rod no sufra más ninguna disminución de rendimiento y que continúe bateando jonrones en la misma proporción que lo ha hecho desde el 2010 -- un supuesto dudoso -- necesitaría más de 2.450 turnos al bate para pasarle a Bonds.Si se mantiene saludable podría llegar a esa marca en el momento que cumpla los 40 años. Pero si recibe una media de 462 turnos al bate por temporada, como lo hizo desde 2008 a 2011, no llegará a las 2,450 hasta las semanas finales de la temporada de su cumpleaños 41, el final de su contrato actual. Eso suena como la opción perfecta para un final de cuentos -- un A-Rod anciano que cojea alrededor de las bases y se convierte en el rey de los jonrones del béisbol justo antes de que el libro de su contrato se cierre -- pero es más probable que sea ficción que realidad.
Los Yankees son el único equipo que podría darse el lujo de darle a A-Rod su contrato, y son el único equipo que puede seguir compitiendo, incluso después de que sea una carga. Pero puede ser que no esperaban que se convirtiera en una carga tan pronto.
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