Por Andrés Pascual
En 1961 los Yanquis asistían a su Serie Mundial numero 26; por primera vez, desde 1949, no estaría El Viejo Profesor, Casey Stengel, al mando del club en el terreno: un ex catcher suplente y ex coach, Ralph Houk, sería el encargado de dirigir.
La sustitución de Stengel por la gerencia neoyorquina fue considerada por la prensa como "penosa e injusta"; porque Casey ganó la Liga Americana el año anterior y no ganó la Serie Mundial; pero, cayó batallando en 7 juegos.
En frente de los Bombarderos del Bronx no estarían los Filibusteros de Groat, Clemente y Mazeroski; sino los Rojos de Cincinnatti, que tenían buen bateo liderado por Jerry Linch, Gordon Coleman, Vada Pinson y Frank Robinson; sin embargo, ninguno de los cuatro hizo algo notable como para ser considerado en capítulo especial a la hora de recontar acontecimientos dignos de estrellas en la historia del evento.
Todavía los Patirrojos no tenían listo para encabezar su staff al tremendísimo Jim Maloney, uno de los grandes pitchers derechos de ambas ligas del período 1963-1970, de una gran velocidad y una tremenda curva: Maloney solo actuó en 2/3 de inning de un juego y permitió 4 hits y 2 carreras limpias para 27.00 clp.
Por el Cincinnati actuaron en la Serie Mundial el infilder venezolano Elio Chacon(hijo del inmortal shortstop cubano Pelayo) y el entonces prometedor shortstop Leonardo Cárdenas, que lograría el apodo de Mr. Automatic por parte de la prensa del sector y que era un buen bateador para la posición con aceptable poder. Cárdenas bateo de 3-1 en la Serie, un tubey a Bill Stafford en el tercer juego.
Los Yanquis ganaron en 5 juegos y la ausencia por lesión de Mickey Mantle fue cubierta exitosamente por el panameño Héctor López quien, al jugar el rightfield, permitió que Roger Maris trabajara en el centro. Maris fue un tremendo jugador defensivo, labor que opacó su famosa campaña de 61 jonrones ese año y López tuvo una gran serie con 7 carreras impulsadas, 5 de ellas en el 5to juego y promedio de .333
Rai García fue durante mas de 10 años el editor deportivo del diario habanero Prensa Libre, uno de los valores de la prensa del sector hasta 1961, fallecido hace poco en la Isla del Encanto, a quien el pueblo de Puerto Rico sepultó, igual que a Rene Molina, como a un hijo.
El sobrenombre de Yanquis de la novena del Bronx cobró un especial significado político, de acuerdo a circunstancias evidentes como el inicio de la penetración soviética en el país; entonces se puede decir que, nunca como en esa época ni después, tuvieron tantos cubanos inclinación por el club del Bronx: ¿Cómo están los Yanquis? o, ¡A esos Yanquis no hay quien les gane! Eran las frases que se escuchaban y que provocaban la ira silenciosa de los castro-comunistas…
Entonces se produce la cuarta victoria de los Mulos en el quino juego y Rai García, anticomunista, abrió la tirada de Prensa Libre con el siguiente título alusivo a la Serie Mundial; pero a gusto del consumidor en cuanto a intención y en portada: "¡Yanquis apalean a Rojos!"
Poco después, Rai aterrizaba en Miami con su familia como escala hacia su residencia definitiva en Puerto Rico, donde se le considera junto a Rene Molina, Fernando Heydrich, Ramiro Martínez y Felo Ramírez, los "revolucionadores" de la prensa deportiva en la Isla.
Rai no volvió a Cuba y el fanático de la era castrista perdió la posibilidad de leer y escuchar a un brillante miembro del sector deportivo cubano que, junto a los otros exiliados de la crónica, que sumaron más de 20 entre narradores y prensa escrita, dejaron huella trascendental como verdaderas leyendas, dentro y fuera de Cuba
Otro gran cronista que marchó al exilio obligado e involuntario
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