Por Andrés Pascual
La noticia lo presenta como “el primer jugador boricua en Ligas Negras”, supongo que, para las generaciones de hoy, poco dadas a interesarse por los pioneros del juego, es insuficiente.
Yo hubiera escrito: “uno de los más brillantes peloteros nacidos en Puerto Rico, que los ha producido inobjetablemente buenos”, con 3 en Cooperstown y los que faltan.
De aquellos lejanos 20’, 30’s y 40’s, Emilio Navarro llenó la noticia del sector en su patria junto a Perucho Cepeda, padre de Peruchín y a otro de los grandes estrellas del pasatiempo caribeño, Francisco “Pancho” Coimbre, astro del buen tiempo ido quien, al lado de Alejandro Oms, constituyen dos injusticias meridianas de ese Comité de Veteranos, que nadie sabe hacia dónde miran cuando le manejan ciertos nombres.
Una vez Cheo Ramos me dijo en Cuba que Coimbre no le envidiaba a nadie ni como bateador ni como fildeador; pero que Millito Navarro era “un jamo” de pescador, por lo rápido que se movía en la posición hacia todos lados.
Uno de los más rápidos corredores, en el sentido de la competencia de pista que se haya podido ver en el beisbol caribeño, de hecho, él y Coimbre eran atletas de ese sector también. Pero Millito fue un extraordinario tocador de bolas y un productor de bounts para embasarse notable.
Los Cubans Stars de la Liga Negra del Este y la Liga Negra Nacional lo tuvieron en su róster como shortstop y como intermedista, y le colocaron en el primer turno del line-up, por su velocidad y buen tacto al batear, en 1928 y 1929.
Uno de los primeros jugadores del Ponce original de nivel semiprofesional, en 1922, regreso para la campaña 1942-43 con los Leones, ya constituida la Liga Invernal de Puerto Rico (1938).
Al final de su carrera, jugó en República Dominicana y Venezuela; fue profesor de Educación Física y administrador del estadio de la ciudad por 20 años.
En el 2008, en un draft especial de homenaje en el que, cada uno de los 30 clubes de Grandes Ligas seleccionaron un pelotero que hubiera actuado en Ligas Negras, los Yanquis escogieron a Millito.
Pertenece al Salón de la Fama del Beisbol de Puerto Rico y al del Deporte de ese país.
Pie de grabado: Una leyenda del beisbol puertorriqueño |
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