BEISBOL 007: LA MARFILADA DE FRED MERKLE EN 1908

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jueves, 14 de abril de 2011

LA MARFILADA DE FRED MERKLE EN 1908


Por Andrés Pascual

      El hecho en cuestión se produjo la tarde de un miércoles, según los reportes de la época, “inusualmente calurosa para la conclusión del calendario de juegos del Viejo Circuito”.
      La pizarra del estadio Polo Grounds, en Nueva York, mostraba un empate a una carrera al cierre del noveno, también dos outs.
      En primera Harry “Mooses” McCormick, que se había embasado por hit; en el plato, el joven recluta de 18 años, inicialista de los Gigantes y, en aquel momento, el más joven pelotero de la Liga Nacional, Fred Merkle quien, sobre un lanzamiento en curva, conectó hit entre tercera y short, avanzando McCormick a la antesala.
      Con corredores en primera y tercera, ocupó su turno el bateador emergente Al Bridell, que bateó un hit por el centro del cuadro que ni Johnny Evers ni Joe Thinker, camarero y torpedero de los Cubs de Chicago, pudieron detener.
      McCormick entró al home con los brazos en alto y un mar de gente desde las gradas amenazando echársele encima para festejar. Los Gigantes de John McGraw y de Cristy Mathewson capturaban el banderín, en el último juego (desempate), contra los Oseznos de Frank Chance.
      Entonces el segunda base Johnny Evers, uno de los peloteros más inteligentes de todos los tiempos, que vio a Merkle detener su carrera y virar hacia el dugout, con el público colmando el terreno en fase de celebración, le gritó al outfielder Solly Hofman que recogiera la pelota, que había sido dejada rodar hasta mitad del campo central, y se la diera.
       Hofman tuvo un breve conato de bronca con un fanático, pero le devolvió la bola a Evers, que la esperaba ansioso. Mientras, el inicialista Frank Chance llamó la atención del umpire sobre la reclamación pronta a producirse de parte del segunda base. Entonces Hank O’Day decretó el out forzado en la intermedia que anuló la carrera anotada, le borró el hit al bateador y provocó que el juego continuara empatado, para definirse al día siguiente, por suspensión bajo decreto de oscuridad (blackout).
      En la continuación, el Chicago ganó el juego y el derecho a estar en la Serie Mundial, en que se impusieron a Ty Cob y al Detroit, fue la última ganada por el club y corría 1908.
      Algunos dijeron que el out se produjo con otra pelota, que el pitcher Joe McGinnity, como parte de la celebración personal,  la había tirado a las gradas, pero el caso es que los Gigantes perdieron un campeonato porque un novato de solo 18 años, confundido por la marea de público que inundó el terreno, decidió por su cuenta que el juego había concluido. Del otro lado un jugador a quien respetan aún por su capacidad en el juego, considerado un erudito de las reglas, brilló por la chispa que le hizo famoso en el mejor momento para demostrarlo.
      A Fred Merkle (1888-1956), lo estigmatizaron hasta su muerte por el error que, viéndolo bien, le costó el campeonato de 1908 a los Gigantes. A pesar de todo, la Liga Internacional lo elevó al Salón de la Fama de ese circuito.
      John McGraw nunca culpó al joven primera base, sino a los árbitros, porque, según él, les faltó el valor para imponerse a una reclamación que, según contó en Cuba en 1924, fue un fraude.




Pie de grabado: Fred Merkle (1ero. de izquierda a derecha) está en la historia como uno de los grandes villanos del beisbol.
      



                    

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