La Venezuela deportiva, en especial la beisbolera, se encuentra golpeada, luego que se conociera este jueves por la tarde que Luis Salazar perdió su ojo izquierdo a raíz del pelotazo que recibió el miércoles mientras estaba en el dugout de Bravos de Atlanta, en el choque de exhibición ligamayorista ante Cardenales de San Luis, en Orlando, Florida.
La agencia AP difundió la noticia en torno al anzoatiguense, quien jugó 13 temporadas en Grandes Ligas, 17 en el beisbol profesional venezolano y actualmente había sido contratado para dirigir al Clase A Avanzada de Atlanta.
El receptor Brian McCann fue quien impactó mediante línea de foul a Salazar, provocando múltiples fracturas en el rostro además de la terrible consecuencia ya citada. En ese momento, debido ser trasladado en helicóptero a un reconocido centro clínico de Orlando, donde al día siguiente lo operaron en pro de reparar los diversos daños ocasionados por el impacto.
El lamentable episodio ocurrido con el hombre que también actuó de estratega de Tiburones de La Guaira (dos veces) y Aguilas del Zulia, previo a fungir de coach para Leones del Caracas, hace recordar lo acontecido con el lanzador estadounidense Huck Flener, quien perteneciendo a Cardenales de Lara en 2001 recibió un batazo del campocorto del Magallanes, Donaldo Méndez, que le causó el menoscabo de su ojo.
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