Nueva York.- No fue ningún secreto que los Mets de Nueva York hicieron guiños a varios clubes para zafarse del contrato de Carlos Beltrán, pero los 18,5 millones de dólares que se le deben y el historial reciente de lesiones en ambas rodillas del puertorriqueño espantaron a todos.
Es así que Beltrán entra al último año de su contrato de siete temporadas con los Mets, en medio de una encrucijada de si puede mantenerse como el titular del jardín central.
Beltrán, quien en abril cumplirá 34 años, cree que puede seguir en la posición que ha jugado toda su vida y demostrar que con el madero puede seguir rindiendo como el bateador que promedió 113 carreras remolcadas por temporada entre 2006-08.
Pero los Mets perciben que las exigencias de cubrir el central son demasiadas para sus rodillas, y su escenario ideal es que el también puertorriqueño Angel Pagán sea el titular del puesto, con Beltrán en el derecho.
¿Cuál es la estrategía de los Mets? Es muy sencilla: dejar que las cosas sigan su curso. Después de todo, Beltrán tiene el talento para rendir.
"No vamos a sacar a uno de los mejores jugadores que hay y experimentar de posición en posición para ver dónde cuaja mejor", dijo el nuevo manager de los Mets, Terry Collins. "Queremos que se sienta cómodo. Sabemos que cuando él se siente bien, es un jugador productivo".
Beltrán no es el único pelotero latinoamericano en una encrucijada en los Mets. El torpedero dominicano José Reyes también entra al último año de su contrato, mientras que el relevista venezolano Francisco Rodríguez precisa demostrar un cambio de conducta tras el episodio del año pasado en que acabó en la cárcel tras agredir al padre de su novia en un túnel del estadio Citi Field.
Fuera de los Mets hay otros más:
—David Ortiz frente a los zurdos: Van dos años sucesivos en los que el bateador designado de los Medias Rojas de Boston ha arrancado con las luces apagadas, sobre todo al enfrentar a pitchers zurdos, como CC Sabathia y David Price. El piloto Terry Francona llegó al extremo de sacarlo de la alineación.
El año pasado, después de sacar promedio de .143 y un jonrón al finalizar abril, Ortiz levantó su producción y acabó con .286, incluyendo 31 cuadrangulares. Pero igual terminó con .222 de promedio y dos magros jonrones ante zurdos.
—El peso de Pablo Sandoval: El tercera base venezolano quiere demostrarle a los Gigantes de San Francisco que merece volver a ser el titular. Los campeones de la Serie Mundial le dieron una especie de últimatum para ponerse en forma, luego de un 2010 en el que bateó para .268, 62 puntos porcentuales menos que el año previo.
"Tuve que tomar una decisión para salvar mi carrera", dijo Sandoval la semana pasada durante una presentación ante los aficionados del equipo.
Ha contratado a un chef personal para cocinarle tres comidas diarias y afirma que lleva dos meses y medio sin beber sodas o comer frituras.
—El nuevo papel de Carlos Guillén: Todo indica que los Tigres de Detroit lo pondrán en la intermedia una vez que se recupere de una operación en la rodilla izquierda. Al volver, el reto del venezolano será encontrar regularidad diario, puesto que apenas ha disputado 149 juegos las últimas dos campañas por culpa de lesiones. Y con 35 años también entra al último año de contrato.
—¿Sigue siendo Carlos Zambrano un as?: El derecho venezolano ha sido el encargado de abrir el primer juego de la campaña de los Cachorros de Chicago en los últimos seis años, pero el nuevo piloto Mike Quade podría inclinarse por darle esa tarea al recién llegado Matt Garza o a Ryan Dempster.
Zambrano purgó una suspensión por un exabrupto ocasionado por su mal genio y hasta pasó por el bullpen. Tras su breve exilio como relevista, cerró con marca de 8-1 y 1.41 de efectividad. Los Cachorros podrían escuchar ofertas en algún momento, pero cualquier interesado deberá encargarse de un salario de 36 millones en los próximos dos años.
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