Dichas distinciones son grandes logros para un jugador cuya carrera apenas comienza. Pero el oriundo de Valencia se mantiene con los pies sobre la tierra y se expresa con humildad al preguntársele sobre el significado de todo lo que ha conseguido en tan poco tiempo.
“Fue una bendición de Dios. Fui bien afortunado”, le dijo Cervelli a LasMayores.com. “Como dice mi madre, hay que estar en el momento indicado en el lugar indicado, y así fue el año pasado. El que juega en este equipo sabe que tiene muchas oportunidades de ganarse un anillo”.
Los Yankees le dieron un voto de confianza a Cervelli, quien hizo su debut de Grandes Ligas en septiembre de 2008, al no renovar el contrato del veterano boricua José Molina, el principal receptor reserva de los Mulos la temporada pasada.
“Estoy muy contento con esa decisión. Sé que fue bastante difícil, porque Molina es un excelente receptor”, manifestó Cervelli.
El catcher de 23 años de edad se vio a cargo de la receptoría brevemente el año pasado, cuando el también puertorriqueño Jorge Posada y Molina estuvieron a la lista de lesionados al mismo tiempo, y aprovechó esa oportunidad para demostrar su talento, especialmente con el guante. En 2009 cometió solamente un error en 241 1/3 entradas detrás del plato.
Cervelli dice que sus metas actuales son las mismas que estableció en 2009 y las describe sucintamente: “Ganar, ayudar a los pitchers y ser algún día catcher titular”.
Esa última meta promete ser un tema a seguir en los próximos años, ya que Posada cumplirá los 39 años de edad en agosto y, por lo tanto, tendría los días contados detrás del plato. Para complicar la trama, además de Cervelli, los Yankees cuentan con otro receptor venezolano, Jesús Montero, quien es considerado el mejor prospecto de los Yankees y a quien la revista Baseball America le asignó el cuarto puesto entre los mejores 100 prospectos de 2010 en el beisbol profesional.
No obstante, Cervelli dice que no se siente presionado por la presencia de Montero en las filas de los Yankees.
“El talento que tiene él es muy grande. No se le puede quitar”, dijo Cervelli acerca de su compatriota. “Pero no tengo ninguna preocupación. Yo trato de vivir día a día. Yo no sé qué va a pasar mañana y tengo que aprovechar cada chance que me den”.
Cervelli tuvo que esperar hasta el 10 de abril para participar en su primer juego de la temporada de 2010, pero debutó en grande al combinarse con el zurdo C.C. Sabathia para llevar un partido sin hits hasta la octava entrada contra los Rays de Tampa Bay.
“Es muy importante ese partido, porque me enseñó a de verdad estar enfocado los nueve innings. Son 27 outs y hay que estar siempre pendiente de cada pitcheo, de cada bateador y de cada momento”, dijo Cervelli.
La compenetración de Cervelli con el as de la rotación de los Mulos es otro punto a su favor, y la química entre ellos fue obvia desde la primera vez que fueron compañeros de batería, en mayo de 2009 en un partido en Baltimore. En ese juego, Sabathia blanqueó a los Orioles y lanzó toda la ruta.
“Desde el primer momento él me dijo: ‘Tú llama el juego y yo te sigo. Dime lo que piensas, relájate y juega tu juego’. Eso me ayudó mucho. Siempre ha estado abierto para mí”, comentó Cervelli.
En cuanto al partido casi sin hits, Cervelli se quedó con las ganas en esa ocasión, pero sueña con participar en uno y pronostica que volverá a verse en esa emocionante situación.
“Yo tengo fe de que eso va a pasar algún día”, dijo
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