Uno mira a los Cardenales de San Luis y la verdad es que hay que emplear una lupa para encontrarles puntos débiles.
Acá están las pruebas. Albert Pujols es hoy por hoy el pelotero más completo de las Grandes Ligas y batea justo adelante de Matt Holliday. Chris Carpenter y Adam Wainwright vienen de una campaña en la que terminaron entre los tres primeros de la votación al premio Cy Young. Yadier Molina puede presumir que nadie le supera en la receptoría. El manager Tony La Russa tiene su ingreso garantizado al Salón de la Fama.
Tal vez, y esto es poniéndose muy estrictos, el potencial lastre del equipo es que cuenta con apenas dos bateadores zurdos. Tampoco tiene brazos zurdos en la rotación abridora.
Por algo Pujols no se anduvo con tapujos cuando al iniciar la pretemporada describió a la edición 2010 de los Cardenales como el mejor equipo que ha estado en su trayectoria de 10 años con San Luis.
"Tenemos una alineación que está muy bien y un equipo que está muy bien", dijo el inicialista dominicano al iniciar la pretemporada. "No es por faltarle el respeto a las ediciones anteriores, pero este es probablemente uno de los mejores que hemos tenido".
Hay algo más que debe atemorizar a la oposición en la Central de la Liga Nacional, donde los Cardenales salieron campeones el año pasado, y eso es que Pujols ya no deberá verse afectado por una molestia en el codo derecho.
Durante el receso, se operó para removerle media docena de astillas del codo. Y pensar que Pujols conquistó de forma unánime su tercer galardón al Jugador Más Valioso con una campaña en la que coqueteó con la Triple Corona y hasta lideró a su club con 16 bases robadas.
No está de más repasar las alucinantes estadísticas de Pujols en 2009. Su promedio fue de .327 y lideró el circuito en jonrones (47), carreras anotadas (124), slugging (.658), embasado (.443) y boletos intencionales (44).
El tema que le pone de mal humor es sobre si pronto pactará un acuerdo para prolongar su contrato, ya que le falta una temporada en el acuerdo de siete años y 100 millones de dólares.
Al respecto, su punto de vista es que eso sólo el atañe a su agente y a los directivos.
Pujols tendrá este año un nuevo coach de bateo en Mark McGwire. Ambos se cruzaron en el camino en 2001, cuando Pujols hacía su debut y McGwire finalizaba su carrera.
Sin ningún tipo de experiencia previa, McGwire ha sido el centro de atención tras su admisión de que se dopó en 1998 al establecer el récord de jonrones en una temporada.
Ofensivamente, los Cardenales deben dormir tranquilos luego que pudieron preservar la dupla Pujols-Holliday en la parte medular de su ataque.
La llegada de Holliday, tras un canje con Oakland, permitió a los Cardenales ganar abrumadoramente el título de su división, al registrar una marca de 20-6 en agosto.
Después de batear para .353 y producir 55 carreras en 63 juegos, Holliday firmó un contrato por siete años y 120 millones de dólares como agente libre.
Salvo la situación en la tercera base, el resto de la alineación quedó intacta.
Ryan Ludwick (97 remolcadas) y Colby Rasmus (16 jonrones como novato) batearán detrás de Pujols y Holliday, aparte de cubrir los jardines derecho y central, respectivamente.
Molina se ha ganado una magnífica reputación con su trabajo defensivo en la receptoría, pero su rendimiento con el madero cada vez es más vital. En 2009 produjo 54 carreras, bateó para .293 y tuvo un muy positivo promedio de embase de .366.
Skip Schumaker, el titular de la intermedia, será el primero en el orden ofensivo y junto con Rasmus es uno de los dos zurdos en la alineación titular. Su tarjeta de presentación es que su promedio en los últimos tres años es de .307.
Brendan Ryan no desentonó en el campocorto, exhibiendo seguridad con su fildeo y aportó al bate con un promedio de .292 y 37 impulsadas en 129 juegos. Pero es posible no se recuperará a tiempo para el inicio de la campaña tras operarse la muñeca derecha.
De momento, David Freese (.323 en 31 turnos el año pasado) tendrá la oportunidad de ser el antesalista, pero si no rinde el puertorriqueño Felipe López podría encontrar espacio.
La rotación sigue en las excelentes manos de Dave Duncan, considerado el mejor coach de pitcheo de las mayores.
Cualquiera envidiaría tener a Carpenter y Wainwright al tope de la misma. Carpenter fue el líder de efectividad de la liga (2.24), mientras que Wainwright comandó el renglón de innings lanzados (233). Kyle Lohse, Brad Penny y Rich Hill completan el quinteto.
Ryan Franklin, quien fue seleccionado para el Juego de Estrellas, se anotó 38 rescates.
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