SURPRISE, Arizona -- Esto podría parecer difícil de creer, pero A.J. Pierzynski está por iniciar su vigésima temporada en el béisbol profesional. El viaje comenzó en 1994, cuando Pierzynski fichó a los 17 años oriundo de la Escuela Secundaria Dr. Phillips en Orlando, Florida, y se encaminó a la Liga de Novatos de la Costa del Golfo, como parte del club de Minnesota.
Desde entonces, Pierzynski ha acumulado 1,645 hits en su carrera, ha sido seleccionado a dos equipos del Juego de Estrellas y ha ganado una sortija de Serie Mundial, pero no logra superar su imagen. Tal vez la conversación trate sobre las mejores diatribas que jamás haya emitido Ozzie Guillén, el estatus de la lucha por la División Oeste de la Liga Americana o todo lo referente al aislamiento, y la misma siempre está destinada a volver a la reputación de Pierzynski como un agitador o "aquel que todos aman odiar". Los escritores de béisbol, como grupo, están obligados contractualmente a mencionar su estatus como el anti-Sean Casey al menos una vez por historira.
"Te molesta, pero estoy tan acostumbrado a las preguntas, que más o menos me he vuelto insensible a ellas", Pierzynski dice. "En los pasados 10 años, probablemente he dado menos de cinco entrevistas en que alguien no ha hecho esa pregunta. Yo podría estar hablando con alguien del espacio exterior, y eso siempre surgirá.
"Existen muchas percepciones sobre mí que no me gustan, pero solo te puedes preocupar por lo que puedes controlar. Lo que sea que ellos digan, lo van a decir. No hay nada que puedas hacer siempre y cuando sepas que has dado lo mejor de ti al final del día".
Aunque las críticas de los medios de comunicación son agobiantes para Pierzynski, el ángulo viejo de la "reputación" ha generado una historia alterna esta primavera. Los Vigilantes de Texas -- buscando traer dureza, liderato y un rasgo competitivo a un equipo que ha perdido dos Series Mundiales consecutivas y que se debilitó en la recta final el año pasado -- firmó a Pierzynski a un contrato de un año, $7.5 millones en diciembre. Luego de tres semanas de los entrenamientos de primavera, los compañeros de equipo de Pierzynski le están dando un giro nuevo a la línea clásica de Dennis Green.
Él no es quien pensábamos que era.
Una muestra aleatoria de jugadores en el clubhouse revela que Pierzynski está incorporándose bien a la estructura de los Vigilantes. Él ya está participando en algunas bromas animadas con el encargado del clubhouse Richard "Hoggy" Price, y los lanzadores Joe Nathan y Derek Holland lo han invitado a jugar al golf.
Lance Berkman, el otro veterano nuevo en el campamento de los Vigilantes, rutinariamente es el centro de atención en la mesa de juego en medio del clubhouse y cuenta historias que deja a los otros jugadores convulsionados de la risa. Hasta ahora, Pierzynski ha estado más satisfecho con entrar poco a poco en la dinámica del equipo y dejar que el mundo se le acerque a él.
"Yo aún no me siento como si lo he llegado a conocer de verdad", dice el jardinero David Murphy. "Él es un poco callado y no ha hablado demasiado".
Dicho esto, Pierzynski ha cumplido con su parte de contactar a los lanzadores y tomar un curso intensivo sobre sus personalidades y repertorios. La misma tendencia ultracompetitiva que enervaba a Holland desde el dugout contrario está ganándole muchos puntos a Pierzynski ahora que son compañeros.
"Nunca olvidaré mi año de novato. Yo era suplente en la tercera base y él estaba gritándome en mi oído desde el dugout arremetiendo contra mí", Holland dice. "Yo pensaba, 'De veras odio a este tipo'. Creo que todos lo odiábamos. Pero yo no lo conocía en aquel entonces.
"Él es uno de esos tipos que no trata de ser amigo del oponente. Tiene mucha garra. Le apasiona mucho. Él encaja muy bien aquí. Nos da esa vibra que necesitamos para ganar".
Los Vigilantes tenían la mira puesta en Pierzynski tarde en el 2004 luego de que San Francisco no le ofreciese contrato con arbitraje. Como recuerda el gerente general de Texas, Jon Daniels, su antecesor, John Hart, había sido coach de Pierzynski previamente en un campamento de béisbol juvenil y era su aficionado desvergonzado. Pero Pierzynski firmó un acuerdo por un año, $3.5 millones con los Medias Blancas aquel invierno, lo cual llevó a cuatro contratos más de duraciones variadas.
ÉL VIENE A JUGAR
A.J. Pierzynski está discretamente subiendo en las tablas de durabilidad del béisbol de Grandes Ligas. He aquí la lista de receptores con mayor número de temporadas atrapadas con 100 partidos o más:
Temporadas Receptor Años
13 Bill Dickey 1929-41
13 Johnny Bench 1968-80
13 Brad Ausmus 1995-2007
12 Gary Carter 1977-88
12 Tony Peña 1982-93
12 A.J. Pierzynski 2001-12
Fuente: Guía de medios, Vigilantes de Texas.
Mientras Pierzynski disfrutaba de una estadía exitosa de ocho años en Chicago, Rod Barajas, Gerald Laird, Jarrod Saltalamacchia, Matt Treanor, Bengie Molina, Yorvit Torrealba y Mike Napoli estaban haciendo señales con los dedos en Arlington.
Los atractivos principales de Pierzynski son su aguante y fiabilidad. Él ha atrapado al menos 100 partidos en 12 temporada al hilo -- empatado por la cuarta racha más larga en la historia de las Grandes Ligas -- y está clasificado 18mo. de todos los tiempos con 13,167 entradas atrapadas. Pierzynski ha estado en la lista de lesionados solamente una vez en las mayores, cuando Bruce Chen de Kansas City le fracturó su muñeca con un envío en agosto del 2011.
El año pasado Pierzynski estableció marcas personales para su carrera con 27 cuadrangulares, 68 carreras anotadas, 77 remolcadas y un porcentaje de slugging de .501 y un OPS de .827. Su producción fue lo suficientemente impresionante para un jugador de 35 años como para que surgiera un rumor falso de Internet que el béisbol de Grandes Ligas estaba a punto de suspenderlo por uso de sustancias que mejoran el rendimiento. Pierzynski furiosamente lo negó, y rápidamente se desapareció en el olvido.
Tal vez a Pierzynski se le hará más difícil superar su reputación como un defensor inferior. Cada año, Baseball Info Solutions recopila clasificaciones de carreras defensivas salvadas en cuatro categorías: (1) efectividad al limitar el recorrido de las bases; (2) éxito al defender toques; (3) efectividad del cuerpo de lanzadores, con comparaciones a otros receptores del mismo equipo que asumen mayor peso; y (4) malas jugadas, que consisten principalmente de lanzamientos sin control, los passed ball y errores. En las últimas tres temporadas, el ranking de menos 14 de Pierzynski lo empata con John Buck por el tercero peor del béisbol detrás de Ramón Hernández y Ryan Doumit.
Ahora el lado positivo: el porcentaje de fildeo de .995 de Pierzynski es el más alto en la historia para un receptor con un mínimo de 1,500 partidos atrapados. La evidencia sugiere que él está por encima de la media en cuanto a enmarcar lanzamientos, y sus acciones y palabras reflejan su inversión emotiva para cultivar un cuerpo de lanzadores. Holland ya ha elogiado a Pierzynski por su capacidad de asumir el mando y hacer que los lanzadores se sientan más relajados en el montículo.
Será un desafío para Pierzynski sobrevivir una temporada en el calor sofocante de Texas a los 36 años de edad, así que él ya consultó con Jim Sundberg, un antiguo receptor de los Vigilantes y actualmente un miembro de la dirección del equipo. Sundberg empató una marca de la Liga Americana con 155 partidos atrapados en 1975, y procedió a promediar 142 partidos como titular por temporada en el alto horno del Metroplex durante un período de seis años. Su consejo principal a Pierzynski: Hazle caso a los preparadores físicos y a los encargados de fuerza y acondicionamiento físico, y manténte hidratado. Sobre todo, manténte hidratado.
"Vamos, estoy listo", Pierzynski dice. "Yo me crié en la Florida atrapando dos o tres partidos al día en el verano. Yo preferiría el calor al frío cualquier día de la semana".
Los Vigilantes tienen un cuerpo de lanzadores relativamente joven y en desarrollo encabezado por Yu Darvish, Matt Harrison, Holland y Alexi Ogando, así que dependerán de Pierzynski y del receptor suplente Geovany Soto para dirección. Si Pierzynski irrita a alguien con su franqueza a lo largo del camino, que así sea. Ellos juegan béisbol de chicos grandes en las mayores, y no hay mucha cabida para la sensibilidad en la búsqueda universal por la victoria.
"Tú no necesitas 25 tipos nominados para presidente de la clase", Daniels dice. "Está bien tener tipos que son un poco provocadores".
Igual que los Medias Blancas y la organización requirieron tiempo para asimilar la idea de que Tyler Flowers es su nuevo receptor, Pierzynski y su esposa, Lisa, tuvieron que aclimatarse a la idea de abandonar la ciudad y la franquicia que habían llegado a conocer y amar. Cuando se volvió evidente que Pierzynski no regresaría a Chicago, él y Lisa prepararon a sus hijos jóvenes, Ava y Austin, en cuanto a la idea de animar a otro equipo.
Los Medias Blancas siempre serán especiales para Pierzynski. Recientemente él y su familia pasaron el rato con el clan de su ex compañero de equipo, Paul Konerko, en Arizona, y él sigue en contacto con Guillén, Mark Buehrle, Gordon Beckham y un grupo de sus viejos amigos de Chicago. Pero él está con Texas ahora, así que ha llegado la hora de cortar el cordón umbilical -- mental y emocionalmente.
"Una vez sucedió, hubo un poco de incredulidad", Pierzynski dice. "En el fondo siempre tienes la esperanza de que, 'Oigan, ellos vendrán y cumplirán'. Pero nunca lo hicieron. Tan pronto fiché aquí yo pensé, 'Bien, soy un miembro de los Vigilantes de Texas y estoy orgulloso de ello. Estoy ansioso por el reto. Estoy ansioso por conocer a los muchachos nuevos y tratar de ganar el Oeste de la Liga Americana'".
Dicho como un verdadero diplomático -- o un aspirante a presidente de la clase. Imaginen eso.
