FORT MYERS, Florida -- La primera vez que Xander Bogaerts representó a Holanda en el Clásico Mundial de Béisbol, todavía no había jugado a nivel de Grandes Ligas con los Medias Rojas.
Hace cuatro años, Bogaerts era considerado un prospecto de primera línea y estaba súper emocionado de poder jugar en el torneo internacional a los 20 años. Sin embargo, poder participar esta vez tiene un significado mucho mayor. Bogaerts se ha establecido como uno de los mejores torpederos de las Mayores y ahora es una pieza fundamental en su selección.
"Recuerdo que era muy joven; no sabía mucho", dijo Bogaerts. "Llegué con poquísima información y traté de hacer lo mejor que pude. Este año estoy mucho mejor preparado".
Aunque puede que el equipo de Holanda no reciba mucha atención entre los participantes del Clásico Mundial de Béisbol, Bogaerts advierte que dicha selección no debería ser subestimada.
"El cuerpo de pitcheo es quizás una de las áreas a mejorar. Pero tenemos tremendos peloteros en varias posiciones".
A Bogaerts le produce muchísimo orgullo haberse criado en las bellas costas de Aruba y poder servir de inspiración para otros compatriotas que quieran jugar béisbol para poder ganarse la vida. Hace cuatro años, Bogaerts bateó .263/.364/.368 con un par de dobles para Holanda, que terminó en el cuarto puesto. Poco sabía que para finales del 2013, sería parte del equipo de Boston que se coronaría como campeón de la Serie Mundial.
"Nos fue muy bien la última vez que asistimos. Y los Medias Rojas ganaron la Serie Mundial ese año. Uno nunca sabe qué podría pasar esta vez", dijo Bogaerts.
Los aficionados de los Medias Rojas le han tomado mucho cariño a Bogaerts, tanto por su swing como su elegante forma de moverse en el campo corto. El año pasado, bateó .294 con 21 jonrones y 89 empujadas y fue convocado al Juego de Estrellas con la Liga Americana por primera vez. Todo esto fue siendo parte de un equipo que ganó 93 juegos y conquistó el título de la División Este de la Liga Americana.
"Yo simplemente estoy tratando de hacerme fuerte en todos los aspectos del juego", dijo.
Si hubo algún aspecto decepcionante en la temporada 2016 de Bogaerts, fue que sus números disminuyeron en la segunda mitad. Probablemente fue motivado por el cansancio, pues el torpedero jugó 157 encuentros y agotó 652 turnos, ambos topes personales. Un competidor a carta cabal, Bogaerts no quiere jugar menos en la venidera temporada. Espera que su preparación durante el invierno lo ayude a superar los rigores de una larga campaña.
"Estoy tratando de ponerme más fuerte", dijo Bogaerts. "Es una temporada larga. Sabes que tu cuerpo se va a cansar, así que tienes que estar lo más fuerte posible".