El emergente
José Altuve es la cara más visible de los Astros, la primera persona a quien buscan los periodistas en la cueva cuando desean hablar de los campeones de la Serie Mundial. El camarero venezolano sigue bateando de acuerdo con sus estándares, disputa otro liderato en la Liga Americana y es el alma en una cueva que no ha aflojado el paso, a pesar de recostarse en el verdor de los laureles conseguidos.
Ignacio Serrano
Zimbio.com |
Tom Verducci, sólido analista de Sports Illustrated, entrevistó a Altuve para MLB Network, durante la serie disputada entre los texanos y los Yanquis de Nueva York, y le preguntó sobre su papel en la ofensiva de los siderales. El infielder nacido en Puerto Cabello y criado en Maracay no se refirió a sí mismo, en principio. Lo que soltó fue un revelador retrato de una escuadra que aspira legítimamente a su segunda corona.
Verducci preguntó sobre la clave que hace de los Astros un equipo batallador, líderes en el Oeste de la Liga Americana. “Todo se debe nuestra actitud”, respondió el intermedista.
Lo que siguió es un revelador retrato de una escuadra con hambre de victorias.
“Cuando llegamos al Spring Training”, señaló Altuve, “no hablábamos tanto de lo que habíamos hecho en la temporada pasada, sino de lo que deseábamos hacer en esta. Esa es una buena manera de empezar las cosas, pasando la página y comenzando desde cero”.
Ya ese planteamiento es una joya. Pero el toletero derecho agregó otras, de inmediato.
“Es muy difícil no estar pensando en lo bueno que fue el año pasado”, admitió. “Pero lo que está hecho, hecho está. Tenemos a un par de jugadores como Justin Verlander y Brian McCann, que son muy respetados, dos verdaderos líderes en el clubhouse y en el terreno. Ellos nos enseñan a hacer las cosas de la manera correcta”.
Luego, tratando de incluirse en la respuesta, pues es lo que solicitaba Verducci, añadió: “Cada vez que voy a batear, no voy pensando en mí, sino en cómo podré ayudar a mi equipo a anotar una carrera. Tiene que ser así, porque detrás de mí batea uno de los mejores peloteros de las Mayores, Carlos Correa. Y además es divertido batear después de George Springer, porque él impone el ritmo, es la llave de nuestra ofensiva. Es alguien qué puede ponerse en circulación o dar un jonrón, hace de todo. Estoy disfrutando mucho estar en este equipo”.
Los Astros empezaron a toda carrera. Vivieron un buen abril y mantienen la cima en estos primeros días de mayo. El 1° de mayo sumaban 20 victorias, una menos que los Medias Rojas, segundos en la cuenta de triunfos de la Liga Americana. Para entonces, sumaban 147 anotadas, casi 30 por ciento más que los Indios, líderes en el centro del joven circuito.
El propio Altuve decía días atrás que lo más divertido de esta zafra es jugar detrás del mejor staff. Y los texanos tienen 2.58 de efectividad colectiva, el mejor promedio del beisbol. Son líderes de toda la MLB con 331 ponches propinados y .201 de average en contra. El mejor grupo en la Americana después de ellos casi tiene una carrera limpia más por cada nueve entradas, Boston, con 3.38 de efectividad.
Todo eso está sostenido por un roster bien diseñado, con un corazón joven y talentoso, que supo añadir contados y muy aptos veteranos en los últimos 12 meses. Allí está el secreto de los Astros.
Columna publicada en El Nacional, el jueves 3 de mayo de 2018.