Tener buenos lanzadores, ha sido lo más deseado por un manager de béisbol a lo largo de la historia, pues, en este departamento se basa el béisbol para que una divisa sea exitosa. Pero lo más difícil no es conseguir lanzadores efectivos (algo ya bien complicado para los caza talentos), sino encontrarlos zurdos. En los tiempos de antaño de nuestra pelota, era muy raro ver a un pitcher zurdo y los pocos que había no eran tan efectivos. Sin embargo, en el deporte siempre hay un jugador que supera el nivel de la liga y eso fue exactamente lo que ocurrió en la década de los cuarenta con la llegada de Luis “Mono” Zuloaga a la pelota profesional.
Nació el 31 de diciembre de 1922 en la ciudad de Valencia, comenzó sus andanzas como jugador con el Cervecería Caracas en 1943 como lanzador. Siempre estuvo Caracas, tanto en su etapa de Cervecería y Leones, fue responsable del éxito rotundo que tuvo el conjunto caraqueño en la década de los cuarenta y comienzo de los cincuenta. Jugó once temporadas en el béisbol venezolano y aunque Caracas ganó cinco finales durante su estancia en el equipo, participó en una sola, por cierto, su mejor campaña.
EL AÑO DEL MONO
Era el año 1947, la campaña de ese año la abrirían Vargas y Magallanes, con victoria para los turcos; sin embargo, al final los protagonistas iban a ser otros, Cervecería Caracas. Fue una temporada redonda para Caracas que terminó ganando seis encuentros consecutivos en el mes de diciembre para terminar en el primer lugar con 25 victorias y 14 derrotas con un juego por encima de Vargas. Luis “Mono” Zuloaga fue pieza clave en la ronda regular y el mejor lanzador criollo de la liga, al conseguir 10 triunfos (líder en ese departamento), cuatro derrotas y una impresionante efectividad de 2.51, además lideró al equipo en juego iniciados con 16.
Sus diez victorias lo llevaron a formar parte del exclusivo club de lanzadores del Caracas con 10 laureles, que incluyen a Julio Bracho, Luis Tiant, Diego Seguí, Howie Reed, Omar Daal, entre otros. El 26 de diciembre de 1947, Zuloaga reafirmó el gran momento que vivía como lanzador. Fue un partido ante el Venezuela. Con una liga profesional muy joven, todavía no aparecía la primera gran exhibición de pitcheo, hasta ese momento. El zurdo enfrentaba Ed Surkont en el estadio San Agustín.
El segunda base de Jiquí Desouza era el primer bate y el responsable del primer hit del encuentro ante Zuloaga. Fue el último de ese juego, ya que nadie más le conectó imparables, nadie le llegó a la segunda almohadilla, apenas concedió dos boletos y ponchó a diez bateadores para blanquear a el Venezuela cinco carreras por cero.
También participó en la larga racha de 17 victorias del Cervecería Caracas en la temporada de 1951. Precisamente el triunfo 17 llegó a manos de Luis “Mono” Zuloaga, contra Vargas cuatro anotaciones por tres, por cierto, la única victoria de ese año para él. Todas estas hazañas lo convirtieron en uno de los mejores y más competidores zurdos de la liga profesional y como no serlo, si al lado estaban otros jugadores que hacían crecer la calidad de cualquier jugador.
Peloteros de la clase de Daiel (Daiel ó Daniel?) Canónico, Alfonso Carrasquel, Dalmiro Finol, entre otros, convirtieron a esta divisa en una de las más impresionante e imbatible de la historia del béisbol venezolano. Dejó números interesantes de por vida con 89 juegos lanzados, 52 encuentros iniciados, 17 juegos completos, 24 victorias, 14 derrotas y un promedio de carreras limpias permitidas por cada nueve innings de 3.94.
En finales, obtuvo una victoria, sin derrotas con una excelente efectividad de 1.02. Podrán abundar como arroz lanzadores zurdos en la actualidad, pero muy difícil será encontrar un competidor y ganador de la clase de Luis “Mono” Zuloaga.
JULIO CESAR AULAR
ESCRITOR VENEZOLANO
Nació el 31 de diciembre de 1922 en la ciudad de Valencia, comenzó sus andanzas como jugador con el Cervecería Caracas en 1943 como lanzador. Siempre estuvo Caracas, tanto en su etapa de Cervecería y Leones, fue responsable del éxito rotundo que tuvo el conjunto caraqueño en la década de los cuarenta y comienzo de los cincuenta. Jugó once temporadas en el béisbol venezolano y aunque Caracas ganó cinco finales durante su estancia en el equipo, participó en una sola, por cierto, su mejor campaña.
EL AÑO DEL MONO
Era el año 1947, la campaña de ese año la abrirían Vargas y Magallanes, con victoria para los turcos; sin embargo, al final los protagonistas iban a ser otros, Cervecería Caracas. Fue una temporada redonda para Caracas que terminó ganando seis encuentros consecutivos en el mes de diciembre para terminar en el primer lugar con 25 victorias y 14 derrotas con un juego por encima de Vargas. Luis “Mono” Zuloaga fue pieza clave en la ronda regular y el mejor lanzador criollo de la liga, al conseguir 10 triunfos (líder en ese departamento), cuatro derrotas y una impresionante efectividad de 2.51, además lideró al equipo en juego iniciados con 16.
Sus diez victorias lo llevaron a formar parte del exclusivo club de lanzadores del Caracas con 10 laureles, que incluyen a Julio Bracho, Luis Tiant, Diego Seguí, Howie Reed, Omar Daal, entre otros. El 26 de diciembre de 1947, Zuloaga reafirmó el gran momento que vivía como lanzador. Fue un partido ante el Venezuela. Con una liga profesional muy joven, todavía no aparecía la primera gran exhibición de pitcheo, hasta ese momento. El zurdo enfrentaba Ed Surkont en el estadio San Agustín.
El segunda base de Jiquí Desouza era el primer bate y el responsable del primer hit del encuentro ante Zuloaga. Fue el último de ese juego, ya que nadie más le conectó imparables, nadie le llegó a la segunda almohadilla, apenas concedió dos boletos y ponchó a diez bateadores para blanquear a el Venezuela cinco carreras por cero.
También participó en la larga racha de 17 victorias del Cervecería Caracas en la temporada de 1951. Precisamente el triunfo 17 llegó a manos de Luis “Mono” Zuloaga, contra Vargas cuatro anotaciones por tres, por cierto, la única victoria de ese año para él. Todas estas hazañas lo convirtieron en uno de los mejores y más competidores zurdos de la liga profesional y como no serlo, si al lado estaban otros jugadores que hacían crecer la calidad de cualquier jugador.
Peloteros de la clase de Daiel (Daiel ó Daniel?) Canónico, Alfonso Carrasquel, Dalmiro Finol, entre otros, convirtieron a esta divisa en una de las más impresionante e imbatible de la historia del béisbol venezolano. Dejó números interesantes de por vida con 89 juegos lanzados, 52 encuentros iniciados, 17 juegos completos, 24 victorias, 14 derrotas y un promedio de carreras limpias permitidas por cada nueve innings de 3.94.
En finales, obtuvo una victoria, sin derrotas con una excelente efectividad de 1.02. Podrán abundar como arroz lanzadores zurdos en la actualidad, pero muy difícil será encontrar un competidor y ganador de la clase de Luis “Mono” Zuloaga.
JULIO CESAR AULAR
ESCRITOR VENEZOLANO