HABLANDO CLARO
Carlos Zambrano
Belisario aún puede salvar su carrera
Confieso que sentí tristeza al ver a Ronald Belisario buscando trabajo en la Liga Central Independiente de Beisbol. El aragüeño podría estar ganando más de medio millón de dólares como relevista de los Dodgers de los Ángeles, pero prefirió quedarse en Venezuela.
Según contó Rubén Mijares, gerente general de los Bravos de Margarita y quien lidió con el taponero durante la pasada temporada de la pelota venezolana, Belisario asistió en una ocasión a una cita que tenía con la embajada estadounidense pero faltó a los siguientes compromisos, obligatorios para obtener el visado. Así que le fue cancelada la visa y no puede ingresar a la tierra del Tío Sam, donde le esperaban los Dodgers.
El año pasado el apagafuegos se incorporó con cinco semanas de retraso al spring training de los esquivadores, luego de que la cancillería norteamericana le otorgara una visa ‘waiver’, que utiliza Estados Unidos para dar una última advertencia, por lo que este tipo de permisos se entregan una sola vez.
Los problemas públicos de Belisario comenzaron en 2009 mientras formaba parte del bullpen de Los Ángeles, cuando fue arrestado conduciendo bajo efectos del alcohol. En ese momento la organización de California le expresó su total respaldo. Pero el año pasado tuvo que ser inscrito en un programa de rehabilitación por “consumo de sustancias”, como lo describió la prensa gringa.
Más de un mes permaneció fuera de acción. Cuando volvió le costó retomar su mejor forma, así que el rendimiento fue insuficiente para resarcirse con una buena campaña: 5.04 de efectividad en 55.1 tramos, con un promedio de K / 9 IP de 6.2, dos abanicados menos que en 2009.
Sin embargo, las dudas sobre la vigencia de sus envíos desaparecieron apenas comenzó la temporada 2010/11 de nuestro beisbol. El cerrador de los insulares salvó 14 encuentros en 15 oportunidades, apenas permitió dos carreras limpias en 18.0 episodios, otorgó solamente cuatro boletos y abanicó a 15 rivales. Números que le merecieron el premio Cerrador del Año.
“Tenía años que no veía a un pitcher tan intimidante. Los bateadores se paraban asustados en la caja”, aseguró Rubén Mijares, quien comentó haber aconsejado varias ocasiones al maracayero. “Le decía que se enfocara, que los Dodgers podían pagarle un dinero que jamás había imaginado. Me da mucha lástima”.
Según contó Rubén Mijares, gerente general de los Bravos de Margarita y quien lidió con el taponero durante la pasada temporada de la pelota venezolana, Belisario asistió en una ocasión a una cita que tenía con la embajada estadounidense pero faltó a los siguientes compromisos, obligatorios para obtener el visado. Así que le fue cancelada la visa y no puede ingresar a la tierra del Tío Sam, donde le esperaban los Dodgers.
El año pasado el apagafuegos se incorporó con cinco semanas de retraso al spring training de los esquivadores, luego de que la cancillería norteamericana le otorgara una visa ‘waiver’, que utiliza Estados Unidos para dar una última advertencia, por lo que este tipo de permisos se entregan una sola vez.
Los problemas públicos de Belisario comenzaron en 2009 mientras formaba parte del bullpen de Los Ángeles, cuando fue arrestado conduciendo bajo efectos del alcohol. En ese momento la organización de California le expresó su total respaldo. Pero el año pasado tuvo que ser inscrito en un programa de rehabilitación por “consumo de sustancias”, como lo describió la prensa gringa.
Más de un mes permaneció fuera de acción. Cuando volvió le costó retomar su mejor forma, así que el rendimiento fue insuficiente para resarcirse con una buena campaña: 5.04 de efectividad en 55.1 tramos, con un promedio de K / 9 IP de 6.2, dos abanicados menos que en 2009.
Sin embargo, las dudas sobre la vigencia de sus envíos desaparecieron apenas comenzó la temporada 2010/11 de nuestro beisbol. El cerrador de los insulares salvó 14 encuentros en 15 oportunidades, apenas permitió dos carreras limpias en 18.0 episodios, otorgó solamente cuatro boletos y abanicó a 15 rivales. Números que le merecieron el premio Cerrador del Año.
“Tenía años que no veía a un pitcher tan intimidante. Los bateadores se paraban asustados en la caja”, aseguró Rubén Mijares, quien comentó haber aconsejado varias ocasiones al maracayero. “Le decía que se enfocara, que los Dodgers podían pagarle un dinero que jamás había imaginado. Me da mucha lástima”.
Belisario aseguró que se consideraba fuerte de mente. No puedo creerle, pues alguien que sabe lo que quiere no desperdicia la oportunidad de su vida para entregarse a los excesos.
El pitcher aun tiene la esperanza de que su visa sea renovada y así poder regresar a las ligas mayores, incluso este mismo año. Pienso no existe la posibilidad de que lance en 2011 con los Dodgers, aunque deseo que para la temporada siguiente pueda volver.
Con 29 años aun podría recuperar su carrera en Major League Baseball, pese a que la última palabra la tiene la embajada de Estados Unidos. También existe la posibilidad de que los Dodgers se hayan cansado de lidiar con los problemas del criollo y lo abandonen a su suerte. Sería lo peor que le podría pasar, pues la insistencia de los californianos podría influir de alguna manera en la decisión de la cancillería. Lo cierto es que todavía puede enderezar sus pasos y, aunque no sea en el bigshow, cuenta con el talento para mantenerse activo varios años más en la LVBP y en otros circuitos importantes como México o Japón.
La novena de Los Ángeles no se termina de desprender del aragüeño por su recta de 95 Mph y el sinker asesino que lo hizo imbateable durante el último torneo de Liprobeisbol. Pero sin entrenamiento disciplinado, sin una rutina de trabajo y el paso de los años que no dejan de castigar al cuerpo, las condiciones de Belisario irán mermando.
El derecho está cerca de protagonizar otra historia más sobre atletas venezolanos que han echado a la basura una montaña de talento por culpa de una vida desordenada, pero también tiene la opción de interpretar un inspirador renacer que enaltezca su coraje y voluntad.
Aunque diera la impresión de que su futuro depende de terceros, ya que hay que cosas que no puede controlar (como la decisión de la embajada), no es así. Belisario, como el resto de la personas, aun tiene la posibilidad de crear su propio destino. Todavía puede decidir qué quiere hacer de su vida: hambre o festín.
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| El destino esta en sus manos...? |
