Por Andrés Pascual
Para referirse a los infielders o outfielders, incluso catchers, nunca se debe utilizar el término “bateadores”; sino jugadores de posición, porque no es lo mismo analizar a un grupo de jugadores de posición que a un grupo de bateadores, analizando los que quepan en el grupo de cinco herramientas.
¿Quiénes serían los jugadores cubanos más completos posteriormente a 1959? Por posiciones y en número de dos ó más, a mi juicio, estos:
Receptores: Joaquín Azcué, Paulino Casanova y Ollie McFarland
Inicialistas: Rafael Palmeiro, Tani Pérez, Julio Bécquer.
Intermedistas: Tony Taylor, Cuqui Rojas y Tito Fuentes
Antesalistas: Mike de la Hoz
Campocortos: Leonardo Cárdenas, Bert Campaneris, Zoilo Versalles, Humberto Fernández y Alexei Ramírez.
Outfielders: Tony Oliva, Haitiano González, José Cardenal, José Tartabull, José Canseco, Román Mejías y Angel Scull.
Todavía dejo fuera a peloteros como Hilario Valdespino, Leo Posada o Chico Ruiz que, junto a otros profesionales, deberían ser usados en un segundo equipo…
La mayoría de esos peloteros brillaron en el beisbol profesional durante toda la década de los sesentas, parte de los 70’s; incluso principios de los 80’s (menos Ramírez) y, si la dictadura no le permitió al pueblo de Cuba seguirlos aquí o en otros países, no hay razón para despojarlos de su nacionalidad ni desconsiderarlos, cuando se sabe que fueron mucho mejores que el resto de la cosecha castrista hasta el día de hoy, ni opacarles los récordes ni sus grandes actuaciones en el beisbol rentado.
¿Qué usted no los vio? Está bien, pero, recuerde que no está allá y aquí se escribe, o se debe, para gente que sí vieron a Oliva y a Cárdenas, por ejemplo, no para la población que no quiere acabar de reconocer cómo está distribuido el mundo ni que el beisbol castrista, que vive de la historia pre 1959 para escapar de la frustración por la catastrófe de “su beisbol”, se encuentra en una etapa de decadencia tal como nunca antes.
A la hora de comentar sobre el beisbol cubano post 1959, bajo ninguna circunstancia ni German Mesa ni Rey Anglada pueden colocarse por delante de Leo Cárdenas ni de Cuqui Rojas. Lo contrario sería una exagerada y continuada forma de fanatismo político de rutina equivocada. El poco seso, el desconocimiento o el apasionamiento por una ideología perdedora, no pueden producir errores tan soberanos ni garrafales.
Ningún catcher castrista ha sido como Azcué |