BEISBOL 007: El deportivismo y la caballerosidad en el béisbol japonés

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lunes, 2 de julio de 2018

El deportivismo y la caballerosidad en el béisbol japonés

 Claudio Rodríguez Otero 
 
Resumen de la Serie de Japón 2017 que muestra ejemplos del deportivismo en el béisbol japonés

   Luis Vargas, el seguidor que inspiró con sus inquietudes nuestra columna de la semana pasada, regresó esta semana con más preguntas interesantes que nos han convencido de dedicarles una nueva columna a responderlas.

   En esta ocasión, nos escribió lo siguiente. “¿En Japon hay interferencias por parte del público a los batazos que los jardineros pueden atrapar para hacer out y evitar el jonrón? ¿Cuando el corredor va a ser alcanzado en segunda base con toda seguridad, barre la base o entra con todo para evitar el doble play? ¿Los bateadores que van a alcanzar el home si hace falta arrastran al catcher para anotar?”.

   Las tres preguntas tocan el mismo tema: el deportivismo en el béisbol japonés, que a su vez está estrechamente ligado a otro aspecto fundamental no sólo del circuito nipón sino del país en general. Hablamos de la caballerosidad y el respeto mutuo de los japoneses.

Kenta Imamiya atrapa un foul al borde de los asientos sin que ningún fanático intente interrumpirlo

   Respondamos primero las preguntas. Cuando una pelota se dirige a las gradas, ya sea en territorio bueno o malo, algunos fanáticos en Japón hacen el intento de atraparla, pero la mayoría lo que hace es quitarse del medio para que caiga al suelo. Eso de meter la mano, intencionalmente o no, para evitar que el defensor la atrape es algo que nunca hemos visto.

El resumen de este juego muestra un doble play en el que el corredor se quita del medio para no interrumpir el tiro a primera

   En la NPB, cuando un corredor va camino a la segunda base y es retirado en lo que muy probablemente terminará siendo un doble play, éste nunca se barre para tratar de romper la jugada, sino que por el contrario se sale de inmediato de la línea de juego para no interrumpir el tiro a la primera base.

Este video muestra a un corredor tratando de anotar sin atacar al receptor y a éste tratando de retirarlo son bloquear el home

   Así mismo, un corredor que va camino a la goma se barre para tratar de anotar, per nunca con la intención de tumbar al receptor sino simplemente de anotar la carrera. En este sentido, la NPB copió de inmediato la regla establecida hace poco por MLB que prohibe al receptor bloquear el home si no tiene la pelota, precisamente para evitar choques que puedan lesionar tanto al corredor como al receptor.

   Antes de que la regla fuera adoptada, los receptores bloqueaban el plato y los corredores se barrían fuerte, pero siempre con la intención de anotar y nunca con la de tumbar o lesionar al receptor.

   Esa violencia a la que se refiere Luis, esa manía de querer demostrar a cada momento quién es el más macho y el más fuerte es típica del béisbol de Grandes Ligas y, en buena medida, del latinoamericano también, pero no del japonés, donde reina el respeto y la caballerosidad.

   En Occidente, el individualismo muchas veces se traduce en un culto al ego que casi siempre suele tener consecuencias negativas. Por eso es que de este lado del mundo vemos a menudo las barridas fuertes con la intención de tumbar al defensor, los pelotazos intencionales a los bateadores rivales como venganza por algo sucedido con anterioridad en el juego y las peleas sobre el terreno.

   En Japón, por el contrario, el colectivismo es la norma. Todos están en el mismo barco y nadie tiene el derecho a molestarse más que los demás porque el problema que afecta a uno los afecta a todos por igual.

   Además, el profundo respeto con el que se abordan todas las profesiones en la vida se extiende también el béisbol, donde lo primero que hacen todos los jugadores es respetar, cuidar y mantener sus herramientas de trabajo como si fueran obras de arte.

   Esa es la razón por la que Ichiro Suzuki siempre dedicó parte del tiempo de su día a limpiar sus zapatos y sus bates y aceitar su guante para mantenerlos en perfectas condiciones para el juego siguente.

Escenas como esta, en la que un lanzador golpea el asiento del dugout con su guante, no se ven en Japón

   Esas pataletas en las que los jugadores de las mayores tiran el guante al suelo, quiebran un bate o tiran el termo de agua al piso del dugout porque están moletos es algo que nunca se ve en Japón.

   Volvemos a lo que mencionamos antes. La filosofía de vida de los japoneses básicamente se resume a algo así como “¿qué derecho tienes tú a moslestarme más que yo? Ambos estamos en el mismo equipo y ambos estamos perdiendo, así que controla tus impulsos y cómportate como un ejemplo a seguir para los fanáticos que nos ven”.

   De la misma manera, el respeto que muestran hacia sus herramientas de trabajo también aplica a los jugadores rivales, a los fanáticos que los animan a diario, a sus compañeros de equipo, a sus managers y coaches y hacia el equipo que les da trabajo y al que deben representar dignamente.

   Insistimos, en Japón no hay espacio para el individualismo. Todo lo que uno hace en la vida afecta, positiva o negativamente, a las personas que nos rodean y por eso uno debe tener siempre mucho cuidado con lo que hace y ser respetuoso con los demás.

En esta jugada, el lanzador se quita la gorra de inmediato tras golpear al bateador y su manager va al home a ver el estado del bateador

   Por eso es que los lanzadores en la NPB, cuando le pegan la pelota a un bateador, siempre se tocan la gorra y hacen una ligera reverencia para disculparse por lo sucedido y para confirmar que no fue intencional.

Otani le hace una reverencia al umpire antes de tomar su turno al bate

   Por eso también es que Shohei Otani hace esa misma reverencia y se toca el caso con la mano cada vez que toma un turno al bate, ya que se siente obligado a mostrarle respeto al umpire y agradecerle su presencia, ya que sin él no podría jugarse el partido.

   Las peleas sobre el terreno son casi inexistentes en el béisbol japonés, y cuando ocurren, siempre son protagonizadas o iniciadas por algún jugador extranjero que se olvidó de donde estaba y no supo controlar sus emociones.

   Los bateadores japoneses son educados para nunca mostrar irrespeto a los umpires. Esa explosión de sentimientos y molestias que expresan los bateadores de la Gran Carpa, que en muchas ocasiones terminan en una pelea con el umpire y en su expulsión del juego, nunca se ve en Japón.

Un bateador japonés camina controlando sus emociones después de ser ponchado con un lanzamiento dudoso

   En su lugar, los toleteros nipones giran ligeramente la cabeza y sonríen como diciendo “no lo puedo creer” y luego caminan lentamente al dugout sin tirar nada al piso, proferir insultos o quejarse ante sus compañeros de la injusticia de la que fueron víctimas. Rara vez se voltean a discutir la decisión del umpire o a comenzar una discusión que saben que podría costarles caro.

   No debemos olvidar que a los equipos japoneses no les tiembla la mano a la hora de imponer disciplina. Si un jugador novato comete un error de ese tipo, el castigo que se le impone es severo, y si por casualidad lo comete un veterano, la penalidad es más dura todavía porque se supone que un jugador experimentado debe ser un ejemplo a seguir para los más jóvenes.

   Como ya lo explicamos, las acciones de una persona afectan al resto de las personas que la rodean. Si un jugador es expulsado, eso no sólo representa un problema para él, sino también una enorme vergüenza para su club, que deberá disculparse luego ante sus fanáticos por lo sucedido.

   Recuerden, la imagen, tanto personal como corporativa, es uno de los valores más preciados y protegidos de la cultura japonesa. Esa es la razón por la que en el béisbol japonés no se ven ese tipo choques, peleas y machismos que sí se observan en las Grandes Ligas, porque cualquiera de esos incidentes no sólo dañaría la imagen del jugador, sino también la de su equipo y su compañía matriz, la escuela o universidad a la que asistió, la ciudad o pueblo en donde nació, su familia, sus amigos y un largo etcétera.

   Evitar lesiones, sin duda, es uno de los objetivos, pero el origen de todo está en la cultura japonesa. Ser respetuosos con todas las personas, especialmente con las que son mayores que uno, es una de las costumbres más arraigadas del país y se puede observar en todas las facetas de la vida, incuyendo el béisbol.

   Ese respeto, en el caso de los hombres, se traduce en la caballerosidad que siempre se ve sobre el terreno. Todos los jugadores de la NPB, especialmente los japoneses, no tienen, primero, ninguna razón para estarse peleando entre sí, y segundo, saben muy bien que el castigo que recibirán si lo hacen será severo, por lo que siempre terminan controlando sus emociones.

   El deportivismo que existe en el béisbol japonés es otra de las grandes ideas de la NPB que deberían se adoptadas por las Grandes Ligas para mejorar su calidad como organización. Agréguenlo a la lista que publicamos la semana pasada.

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