MIAMI -- De todos los movimientos que los Marlins realizaron para reforzar el bullpen y darle profundidad a la rotación, probablemente el más importante fue el que concretaron después de finalizar la temporada pasada.
La mayor prioridad que tenía la organización era retener al antesalista venezolano Martín Prado, quien se perfilaba a convertirse en agente libre. En vez, los Peces aseguraron al líder del equipo al otorgarle un contrato de tres años y US$40 millones a comienzos de octubre.
Tras la trágica muerte del serpentinero cubano José Fernández, los directivos pensaron que era importante mantener a Prado en Miami, no sólo por su producción sobre el terreno, sino por su influencia en el equipo.
"Martín demostró su liderazgo en cuanto a unir a todos en el clubhouse", indicó el dirigente de los Marlins, Don Mattingly. "Con todo lo que sucedió al final de la campaña, obviamente notamos la clase de líder que es Martín. Creo que el poder renovar con Martín fue un gran paso hacia adelante".
Haber retenido a Prado también mantuvo la continuidad en el infield, uno de los puntos fuertes del conjunto.
En la defensa, los Peces cuentan con uno de los mejores cuadros interiores de la Liga Nacional. El grupo regresa con Justin Bour en la inicial, Dee Gordon en la intermedia, el cubano Adeiny Hechavarría en el campo corto y Prado en la antesala.
En el 2016, el cuadro de Miami cometió apenas 43 errores y eso fue con Gordon, ganador del Guante de Oro en el 2015, fuera de acción por 80 juegos debido a una suspensión.
En la primera mitad del año pasado, los Marlins fijaron un récord al disputar 28 partidos sin que uno de sus jugadores del cuadro cometiera una falla. Aquella racha fue del 29 de mayo al 29 de junio. Según STATS LLC, esa fue una de las seguidillas más largas en la era moderna de Grandes Ligas, con STATS observando su información desde 1913.
En el plato, Prado también fue uno de los jugadores más consistentes en los Peces y fue uno de los mejores entre los intermedistas del Viejo Circuito.
Prado encabezó a todos los antesalistas de la Liga Nacional en promedio (.305) y hits (183). También tuvo la menor cantidad de ponches (69). El veterano pegó ocho jonrones más que el año anterior e impulsó 75 carreras.
En el 2017, Miami anticipa un repunte de Gordon, quien perdió tiempo la temporada pasada debido a una suspensión por romper el reglamento antidrogas de Major League Baseball.
Gordon, quien en el 2015 ganó el título de bateo del Viejo Circuito con promedio de .333, vio dicha estadística empeorar a .268 con porcentaje de embasarse de .305 en el 2016. Se robó 30 bases, pero anotó apenas 47 carreras tras anotar 88 en el 2015.
Si Gordon es capaz de recuperar su nivel digno del Juego de Estrellas, podría tener un gran impacto en el plato y en la defensa.
Los Marlins también esperan que Bour pueda establecerse un poco más. El bateador zurdo estuvo limitado a 90 partidos debido a un esguince en el tobillo derecho.
Antes de su lesión a comienzos de julio, Bour pegó 15 cuadrangulares con 46 remolcadas en 68 compromisos.
En el campo corto, Hechavarría tiene uno de los mejores guantes en el Viejo Circuito. Pero el año pasado tuvo problemas en el plato, bateando .236, con porcentaje de embasarse de .283 y .311 de slugging junto a tres vuelacercas y 38 carreras impulsadas. En el 2015, demostró más potencial, finalizando con números ofensivos de .281/.315/.374.
Si Hechavarría se acerca a aquellas estadísticas, los Marlins podrían marchar por un buen camino.
Derek Dietrich le brinda al equipo profundidad en tres puestos del cuadro -- la segunda, tercera y primera base. Durante la suspensión de Gordon, Dietrich llenó muy bien la vacante. Terminó con siete jonrones y 42 empujadas. Además, el venezolano Miguel Rojas es de bastante valor porque tiene una buena defensa en cualquier posición del diamante.
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