OAKLAND - Los Medias Rojas de Boston esperan un significativo aporte de Yoan Moncada que rara vez se le pide a un jovencito de 21 años de edad, pero quizás ni el propio alto mando de esa franquicia que pelea por ganar la División Este de la Liga Americana imaginaba que de inmediato el cubano iba a comenzar a sacar a flote su habilidad.
En un fin de semana en Oakland en el que tuvo de todo un poco, mucho de positivo y algo no tan sonriente debido a su falta de experiencia, la promesa de los Medias Rojas dejó sentadas las bases para la que pudiera ser una carrera impactante.
Su primer hit fue un doblete, al batear en contra de su banda por el bosque izquierdo, esgrimiendo el madero a la zurda. El ambidextro también conectó su primer imparable a la derecha. De paso, ya sabe lo sabroso que es ayudar a su equipo como anotador e impulsador. Bateó .400 [de 10-4] en el Coliseo.
En las bases, exhibió una velocidad tan explosiva que al dirigente de los Atléticos, Bob Melvin, le hizo recordar al cubano Yoenis Céspedes, que debutó en la Gran Carpa en el 2012 con esa novena de la Bahía.
En la antesala, posición a la que se adapta luego de jugar la mayor parte del tiempo en las menores en la intermedia, exhibió buen alcance y un brazo fuerte.
Lució verde, empero, al cometer error con un roletazo casi de frente, al "comerse" la señal de pararse del instructor de tercera base, Brian Butterfield, para anotar de todas maneras, o al dejarse sorprender fuera de la inicial por el abridor dominical de los Atléticos, Kendall Graveman.
Los Patirrojos saben, por supuesto, que Moncada tiene mucho que aprender, pero también calculan que pudiera beneficiarlos de inmediato.
"Pensamos que ya puede subir al nivel de las Mayores para ayudarnos a ganar algunos juegos", proclamó en Oakland con convicción el presidente de operaciones beisboleras de los Medias Rojas, Dave Dombrowski.
El ejecutivo se frota las manos de la satisfacción por las cosas que le han comunicado del joven antillano y por lo que ya ha palpado sobre su talento desde su propia visita a las ligas menores para verlo en persona.
"Se ha adaptado bien a la tercera base", comentó Dombrowski. "Sabemos que cuando era jovencito, jugaba más en la antesala y los jardines que en la segunda base. Hablamos con varios en la organización y han estado de acuerdo en que no debería tener problema alguno en esa transición".
Moncada, Más Valioso del Juego de Futuras Estrellas del 2016, ya viene precedido de comentarios bien halagüeños en su corto pase por el profesionalismo. Se le compara con el grandioso Carlos Beltrán a una etapa similar de su carrera con la del boricua.
"En lo personal, no uso esa comparación, solamente digo lo que otros me han informado", expresó Dombrowski. "Beltrán pudiera ir al Salón de la Fama. No quiero poner ese peso sobre los hombros de nadie, pero entiendo que lo pueda decir [el dominicano] Carlos Febles [dirigente de los Sea Dogs de Portland, equipo AA donde jugaba Moncada] porque se refiere a una edad juvenil de ambos y él conoció muy bien a Beltrán al crecer juntos [con los Reales de Kansas City]".
Por su parte, el dirigente de los Medias Rojas, John Farrell, también habla en superlativo de las referencias que tiene de Moncada. Ya dispone de un plan específico de cómo va a usarlo y lo comenzó a poner en práctica el propio fin de semana en Oakland.
"Es un pelotero joven en extremo atlético y emocionante", describió Farrell. "Sabemos que puede batear mejor del lado izquierdo del plato y que se ha adaptado bien a la tercera base. No estaría aquí si pensáramos que no pudiera estar listo para este nivel.
"Yoan va a recibir la mayoría de sus turnos frente a los lanzadores derechos y como tercera base", adelantó Farrell. "Vamos a tomarle la temperatura al asunto mientras avance. Pudiera darse el caso de que utilicemos un reemplazo defensivo por él cuando tengamos ventaja".
A Farrell no le preocupa que el ascenso de Moncada pueda ser una distracción para otros defensores de esa posición.
"Todos tenemos el mismo objetivo que es tratar de ganar la mayor cantidad posible de juegos y asegurarnos de avanzar a la postemporada", especificó Farrell. Travis [Shaw] no va a a ser un hombre olvidado".
Las palabras de Farrell se convirtieron en realidad de inmediato, cuando Shaw abrió en la tercera base el viernes e impulsó cinco carreras, en tanto Moncada permanecía en la banca en la mayor parte de su encuentro inicial en las Ligas Mayores.
En cuanto a la habilidad del antillano en la tercera, desde el primer día que ascendió comenzó a trabajar con Butterfield en gajes del oficio sobre esa posición. El nativo de Abreus, Cuba, no cree que la esquina caliente sea un inconveniente insuperable.
"Al equipo le hace falta un tercera base y allí voy a estar", declaró la promesa que en la Serie Nacional Cubana defendió la franela de los Elefantes de Cienfuegos. "Estuve en mis últimos [10] juegos [en las menores] en esa posición. Me siento bien allí. En Cuba la jugué por dos años.
"En Cuba aprendí lo rápido que te llega la bola", detalló Moncada. "La distancia a la primera base es más lejana, pero no tengo problemas con los tiros. En la tercera hay más reacción y en la segunda es como de más agilidad".
Cuando Moncada fue firmado por los Medias Rojas, pensó que de inmediato jugaría en las Grandes Ligas, pero pronto se enteró de que necesitaría desarrollarse en las ligas menores.
"Me siento feliz, orgulloso de mí mismo, de todo el trabajo que he estado haciendo", agradeció Moncada. "Era lo que ya tanto soñaba, desde que salí de Cuba. Es la misma pelota, voy a seguir con el mismo enfoque, la misma dedicación.
"Fue una sorpresa [su ascenso], nunca pensé estar aquí este mismo año", reconoció Moncada. "Cuando me dieron la noticia llamé a mi mamá [Caridad Olivera] en Cuba, pero no me cogía el teléfono esa noche. La llamé la mañana siguiente y ya ella lo sabía".
Ni un percance físico previo, ni el posible impacto de las emociones se van a atravesar en su camino, manifiesta la esperanza de Boston.
"El tobillo ya lo tengo mejor, ya no me duele, lo tengo listo para correr", informó Moncada. "No voy a dejar que la emoción me lleve un poquito más allá de lo normal. Tengo que jugar con la misma calma y paciencia que he tenido hasta ahora".
Por supuesto, le agrada el hecho de que Boston haya tenido confianza en él como para subirlo en un momento tan importante del año.
"Me siento feliz porque es un equipo que está casi allí para la postemporada, me siento con ganas de ayudarlo", expresó Moncada, cuyo hijito, Robinson, cumplirá dos años de edad el 11 de septiembre y vería a su ahora grandeliga papá desde las tribunas del Coliseo. "El crecimiento mío en Estados Unidos ha sido bastante. Hacía un año que no jugaba cuando llegué a este país".
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