Pablo Sandoval, 72 horas después
El Emergente
Por Ignacio Serrano
Rick Thurman, agente de Pablo Sandoval, criticó la decisión del manager John Farrell sobre dejar sentado al jugador, diciendo que es un error dejar al Ferrari en el garaje. La legión de aficionados de los Medias Rojas respondió con una cáustica ristra de burlas, haciendo leña con el Panda caído.
Una parte de la hilera de fotografías, memes y montajes puestos a rodar en Twitter e Instagram por los fanáticos fue publicada porFOX Sports en una chispeante nota titulada: “Los seguidores de los Medias Rojas están siendo muy malos con Pablo Sandoval”.
Uno comparó al venezolano con una minivan usada. Otro retrató un automóvil corriente que tenía encima un “disfraz” de Testarrosa, hecho con cajas de cartón y la frase: “Este debe ser el Ferrari del que habla el agente”. Y así, por decenas.
Ese iba a ser el principal problema de dejar San Francisco, ciudad relajada, con su gente de mente abierta, para irse a Boston, metrópolis de la costa este, donde la mentalidad es otra y las críticas y la impaciencia son mucho más marcados.
Ni siquiera los grandes canales de comunicación fallaron el tiro. Un analista de NBC Sports decía, a propósito de las palabras de Thurman: “Debería ayudarse más con sus metáforas y no comparar a su representado con un vehículo de lujo, extremadamente costoso, sin el cual puede vivir la mayoría de la gente”. Especialmente si, como barruntó un periodista deYahoo! Sports, “en este momento parece más bien un carro usado”.
TheScore hizo un inteligente ejercicio periodístico. Sin comentar mayor cosa, publicó las declaraciones más sonadas del nativo de Puerto Cabello desde que salió de los Gigantes: su comentario sobre las fotografías donde se le veía corpulento, lo que dijo de sus ex compañeros, su uso de Instagram en pleno juego, el final anticipado de 2015 y este movido regreso en 2016.
“Una historia oral de la carrera de Pablo Sandoval con Boston”, titulaba el reporte, de una sencillez demoledora.
En las 72 horas que siguieron a la decisión de Farrell, desaparecieron las pocas posiciones contrarias, como aquella que en un portal indicaba que dejar al carabobeño en la banca era contraproducente, porque es alguien que puede ayudar en muy pocas posiciones, siendo que los jugadores de la reserva suelen ser capaces de pasar por varios lugares del diamante.
Este fin de semana, al empezar la zafra, la marea bajó un poco, en la coincidencia general de que, como apuntara el columnista Steve Buckey en el Boston Herald, el equipo “le hizo sonar el despertador” al criollo.
No queda otra, con todos a favor en el alto mando, incluyendo al presidente de Operaciones de Beisbol, Dave Dombrowski, “y cada uno de los coaches”, según Farrell.
El carabobeño ha seguido el camino correcto al no secundar las opiniones de su agente, respaldar a su manager y aceptar su destino, que todos esperan será transitorio. Porque la deuda del club con él durante los próximos cuatro años es enorme, y porque si el plan es tratar de cambiarlo, podrán venderlo mejor si consiguen su pronta redención.
Farrell repitió a MLB.com que “el punto no es su ética de trabajo, sino el convertir en resultados su esfuerzo de las prácticas”.
De eso y de mantener su actitud positiva depende que el Panda cierre el capítulo más engorroso de su carrera.
Publicado en El Nacional, el lunes 4 de abril de 2016.
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