Miguel Angel Sanó trabaja para convertirse en jardinero

Por David Venn / LasMayores.com 

LEESBURG, Virginia - Por más talento que tenga Miguel Angel Sanó, las cosas no se le han hecho fáciles al dominicano en su intento por alcanzar el enorme potencial que se le proyectó hace varios años.

Después de controversias sobre su edad cuando negociaba su primer contrato en el 2009, Sanó rindió al bate tal como todos esperaban a nivel de liga menor en el sistema de los Mellizos. Pero en el 2014, el toletero sufrió una lesión en el codo derecho que requirió de una cirugía Tommy John y se perdió toda la campaña.

Y ahora, ante la presencia Byung Ho Park como designado y Trevor Plouffe como tercera base-la posición de Sanó durante casi toda su trayectoria como profesional-el quisqueyano se prepara para hacer una transición a los jardines.

"Estuve trabajando súper fuerte (en el invierno)", dijo Sanó acerca de su temporada muerta, que incluye una participación en el Rookie Career Development Program que organiza MLB en esta localidad para los jugadores a punto de hacerse sentir a nivel de Grandes Ligas. "Estuve enfocado, trabajando en el outfield. Estuve trabajando en mi físico y varias cosas que el equipo me mandó a hacer".

Específicamente, los Mellizos decidieron que lo más conveniente para Sanó y para la organización era que el oriundo de San Pedro de Macorís dejara de jugar pelota invernal con las Estrellas Orientales y que se dedicara a un programa de prácticas y acondicionamiento físico para jugar en los jardines. Sanó llegó a participar en 15 juegos por el equipo de su pueblo natal este invierno, bateando .241 con dos jonrones en 54 turnos.

"La decisión no fue mía; la decisión fue entre el equipo y yo", aclaró Sanó. "Me mandaron a trabajar. Esas fueron las decisiones, para yo ponerme ready en el outfield".

Afirma Sanó que la rutina ha sido entrenar en la academia de los Mellizos, ubicada en la famosa Baseball City por los predios de Boca Chica, desde las 6 de la mañana hasta las 12 del mediodía todos los días.

"Yo quería jugar invierno, pero son decisiones que a veces hay que tomarlas para uno mejorar su futuro", dijo Sanó. "No es lo que uno quiera, sino lo que se le ponga. Pero lo que tengo es deseo de jugar béisbol y de ayudar a mi equipo a ser campeón. Tratar de dar el 100% en cada juego, cada día y en cada segundo. Esa es una de las cosas que me motivan a mí.".

BUENA MUESTRA CON EL MADERO
Después de debutar en Grandes Ligas con los Mellizos el pasado 2 de julio, Sanó demostró el talento que lo hizo uno de los mejores prospectos del béisbol durante la primera mitad de esta década. Pero también exhibió una tendencia de poncharse (119 veces en 335 visitas al plato) que habrá que corregirse en algún momento.

Al fin y al cabo, el balance de los números fue positivo: Promedio de .269, porcentaje de embasarse de .385 y slugging de .530 en 80 juegos, con 17 dobles, 18 jonrones y 52 empujadas. Su OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .915 representó exactamente la clase de producción con el madero que esperan los Mellizos a largo plazo.

"Me sentí súper bien con el apoyo y la oportunidad que me brindaron los Mellizos de Minnesota y la organización", expresó Sanó sobre su primera intervención en las Mayores. "Fue una de las cosas que me motivaron, ver que el staff confió en mí. Decidí dar el 100%, como en ligas menores".

A ACOPLARSE A LA DEFENSA
El reto de Sanó en el cambio de posición no sólo se trata de medir los elevados y hacer los tiros indicados y precisos hacia el cuadro, sino también de mantenerse en un peso adecuado para cubrir una de las esquinas de los jardines.

Afirma Sanó que en ambos sentidos, está poniendo el esfuerzo de lugar.

"Estoy trabajando en mi físico y en el outfield", repitió. "(También) estoy trabajando en la tercera, porque uno no sabe si algún día van a necesitar a uno.

"Lo mejor del mundo es que uno tiene fe en Dios y que puede llegar lejos si sigue trabajando fuerte".