CORAL GABLES, Florida -- Desde que el abridor José Fernández hizo su debut en Grandes Ligas hace tres años, los Marlins han soñado con un gran éxito. No sólo el éxito del cubano, aunque el derecho ha tenido grandes momentos.
Cuando Fernández subió a los Peces en el 2013, otro joven del equipo, Giancarlo Stanton, ya se había establecido como uno de los mejores jugadores en la Gran Carpa. Como Fernández, Stanton tiene impresionantes capacidades.
Miami vio a ambos como piedras angulares de su equipo, la clase de jugadores para formar la base de toda una franquicia. Ambos llegaron a representar las esperanzas de un club que desde hace muchos años parece estar a punto de dar el salto.
¿Será ésta por fin la temporada en la que ambas superestrellas se mantendrán en salud? Si eso ocurre, ¿será éste el año en que los Marlins por fin darán el siguiente paso? Mientras los directivos le dan los últimos toques a su trabajo de temporada muerta, vuelven a sentirse optimistas por lo que su club puede lograr.
Es posible que los movimientos más interesantes de los Peces hayan sido fuera del terreno, al contratar a Don Mattingly como dirigente y Barry Bonds como coach de bateo. Mattingly guió a los Dodgers a tres títulos seguidos en el Oeste de la Liga Nacional, antes de su partida al final de la temporada pasada. Bonds nunca ha fungido como coach, pero sus 762 cuadrangulares traen credibilidad instantánea.
"Mattingly es increíble", dijo el presidente de operaciones de béisbol de los Marlins, Michael Hill, en las Reuniones de los Dueños esta semana. "Es difícil imaginarse que un jugador de su calibre sea tan humilde".
Acerca de Bonds, Hill dijo lo siguiente: "Barry no ve la hora de comenzar. Está muy entusiasmado de ver qué puede hacer con nuestros bateadores jóvenes".
¿Y en cuanto al optimismo se refiere?
"Me encanta el talento que hemos juntado", declaró Hill. "Estamos muy entusiasmados".
Contar con Stanton y Fernández en salud al mismo tiempo también sería de bastante ayuda. Fernández se lastimó el codo derecho en mayo del 2014 y no regresó hasta el 2 de julio del año pasado. Para ese momento, la campaña de Stanton ya había terminado debido a una fractura en una muñeca. En el 2015, Stanton había tenido el mejor arranque de su carrera -- 27 jonrones en 74 encuentros. Y de repente todo llegó a su final.
"Estaba en camino a un año para el recuerdo", señaló Hill. "Es un jugador especial. Ahora está completamente recuperado y entusiasmado por tener una campaña completa y productiva con nosotros".
Debido a la confianza que tienen en su núcleo de jugadores, en la temporada muerta Miami se ha enfocado en mejorar su rotación abridora. Esta semana sellaron un contrato de cinco años y US$80 millones con el zurdo Wei-Yin Chen.
"Queríamos agregar una pieza que se pueda establecer detrás de José y lo logramos al firmar a Chen", dijo Hill.
Los Peces se sienten optimistas con los demás aspectos del equipo, pero también tienen un poco de cautela. Tienen un buen torpedero joven con el cubano Adeiny Hechavarría y dos guardabosques, Christian Yelich y el dominicano Marcell Ozuna, que han demostrado su potencial en varias ocasiones.
Miami también está satisfecho con su bullpen. Detrás del cerrador A.J. Ramos, tienen a un establecido preparador de mesa con Carter Capps y par de impresionantes brazos jóvenes con Kyle Barraclough y Brian Ellington.
Lo que los Marlins necesitan más que todo es un poco de buena suerte. Si pueden mantener a Stanton y Hernández sobre el terreno y si sus jóvenes pueden seguir luchando en medio de los inevitables altibajos y al final demostrar lo que tienen, el equipo cree que tiene posibilidades de competir por un cupo en la postemporada.
Pero Miami ya se ha sentido optimista en años anteriores y no ha logrado que las cosas salgan bien.
"Siempre son pronósticos sobre el papel", manifestó Hill. "Los muchachos que visten los uniformes son los que deben encargarse de conseguir los resultados. Pero no cabe duda de que estamos entusiasmados".
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