MINNEAPOLIS, Minnesota -- Hace unos cuatro meses, Rod Carew tuvo un infarto cardíaco masivo que casi lo mata. El panameño de 70 años, miembro del Salón de la Fama, tiene que cargar un aparato con baterías para mantener su corazón latiendo correctamente.
De todas formas, el ex infielder insiste que estará en los campos de entrenamiento de los Mellizos de Minnesota el próximo mes como instructor invitado.
Carew, ganador de siete títulos de bateo de la Liga Americana, se puso emotivo el sábado al hablar sobre la recuperación de la cirugía ante los fanáticos de los Mellizos reunidos en el festival anual de simpatizantes del equipo. Carew aguarda por un trasplante de corazón, un proceso que espera comenzar esta primavera.
"Estoy viviendo una vida biónica", comentó Carew el sábado al participar en el TwinsFest para patrocinar una campaña de la Asociación Estadounidense del Corazón y para generar conciencia sobre los problemas cardiovasculares. El programa es llamado "Corazón de 29", en honor a su antiguo número de camiseta.
"Siento que fui afortunado. Siento que tengo una segunda oportunidad, siento que el Señor quería que siguiese aquí un poco más", agregó. "Así es que lo importante es salvar algunas vidas".
Carew indicó que participar en la actividad con los fanáticos era una de sus prioridades tras sufrir el infarto el 20 de septiembre en un campo de golf cerca de su casa en el sur de California.
El panameño no pudo contener las lágrimas al recordar la difícil recuperación de una cirugía que lo dejó incapaz de poder pararse o ir al baño sin la ayuda de su esposa Rhonda.
"Me convertí en un bebé", comentó.
Su próxima meta es participar en los campos de entrenamiento, donde desde hace tiempo se desempeña como instructor encargado de asesorar a los prospectos en técnicas de bateo y corrido de bases.
"No sé cuál será su capacidad física para hacer cosas. No creo que lo veamos parado al sol por ocho horas", indicó el gerente general de los Mellizos, Terry Ryan. "Su presencia es importante para nosotros".
Carew, quien perdió más de 30 libras (13,6 kilos) después de la cirugía, ya ha recuperado la mayoría y está cerca de su peso original. Luego de pasar tiempo en cinco hospitales distintos, Carew regresó a su casa poco antes de Navidad. Ahora puede caminar unos tres kilómetros, y su meta es triplicar esa distancia para cuando empiecen los campos de entrenamiento en Fort Myers, Florida.
"Cuando estás en cama por tantos días recuperándote y no te puedes mover, pierdas mucha masa muscular, pierdes mucha condición, y no la recuperas de un día para otro como te gustaría", dijo Rhonda. "El no tiene mucha paciencia para eso, pero lo veo más fuerte cada día".
El trasplante de corazón requiere una espera de seis meses para la cirugía. Los Carew están ansiosos por ese procedimiento, para que pueda dejar de utilizar el aparato que le implantaron en el corazón. Todo el aparato pesa unas ocho libras (3,6 kilos), pero Carew indicó que podría mover las cinco baterías que debe cargar para poder lanzar la pelota.
"Les dije que quiero un corazón de 21 años, para ver si puedo salir a batear", señaló Carew.
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