Entre los jugadores de Grandes Ligas considerados "demasiado buenos para canjear" se encuentra José Fernández, el dotado abridor cubano de los Marlins de Miami.
El derecho posee una habilidad extraordinaria y tiene apenas 23 años de edad. Es de esperarse que otros equipos llamen para indagar acerca del serpentinero. De hecho, la disponibilidad de Fernández fue uno de los temas a seguir durante las Reuniones Invernales en Nashville.
Los clubes que han sostenido conversaciones con los Marlins al respecto han informado que la remuneración que exige el equipo de Miami a cambio de Fernández es sumamente alta.
Y así debe ser. Un talento como el de Fernández se presenta una vez por generación. No importa cuántos prospectos ni cuántos jugadores adquieran los Marlins a cambio; ninguno va a ser tan talentoso como Fernández.
No obstante, persisten los informes y rumores de que el oriundo de Santa Clara podría ser canjeado. Es una especie de especulación con respecto al rumbo que tomarán los Marlins - un factor que podría determinar el futuro de Fernández.
Miami viene de una temporada decepcionante y tumultuosa. Un manager capacitado, Mike Redmond, fue despedido. Una figura que jamás había dirigido a nivel profesional, el gerente general Dan Jennings, se trasladó a la cueva. Posteriormente se produjo una combinación de bajo rendimiento y lesiones que condenó a un equipo que se esperaba diera la pelea a terminar con marca de 71-91.
Sin embargo, el equipo de Miami dio un paso clave hacia una cueva estable al contratar a Don Mattingly. Y hay que reconocer el talento del roster de los Peces, empezando por las impresionantes destrezas del jardinero derecho Giancarlo Stanton.
Los Marlins aún necesitan más profundidad en la rotación detrás de Fernández, pero no estamos hablando de un equipo que necesite empezar de cero.
Parte de la especulación con respecto al futuro de Fernández se debe a la percepción de que los Marlins no podrán firmar al diestro a largo plazo. Pero vale destacar que se trata del mismo club que le dio un contrato de 13 años y US$325 millones a Stanton.
Fernández no podrá convertirse en agente libre hasta después de la temporada del 2019, pero estará elegible para el arbitraje salarial para tres campañas consecutivas. Y su representante es Scott Boras, lo cual significa que en algún momento el serpentinero va a cobrar en grande.
Existe la idea de si Fernández fuese canjeado, sería a los Dodgers. Dicha especulación cobró impulso esta semana, cuando el equipo de Los Ángeles estuvo involucrado en un canje entre tres equipos en el que adquirieron a tres prospectos prometedores, entre ellos el derecho dominicano Francelis Montás.
Entonces, se cree que los Dodgers tienen ahora mismo los prospectos necesarios para que un canje por Fernández sea posible y tentador desde el punto de vista de los Marlins. Y dado que los rivales Gigantes y D-backs hicieron movimientos de peso para reforzar sus rotaciones, los Dodgers estarían motivados a hacer lo mismo.
Al final, serán los Marlins quienes decidirán qué constituye una oferta adecuada por Fernández. Todos los equipos tienen uno o más jugadores a quienes se les considera intocables, a menos que alguien haga una oferta irresistible. En el caso de Fernández, eso es lo que se requeriría para traspasarlo - un paquete inimaginable.
De canjear a Fernández, los Marlins darían la impresión de estar renunciando a la posibilidad de ganar ahora mismo. Ésa nunca es una decisión fácil, especialmente para un club que pensaba dar la pelea en el 2015.
Es probable que sigan surgiendo rumores sobre el destino de Fernandez, aunque por el momento no se concrete ningún movimiento. Un talento de su magnitud va a llamar la atención, especialmente en un mercado en el que la demanda es mayor que el suministro.
Es difícil exagerar lo bueno que puede llegar a ser Fernández como pitcher. Es precisamente por ese motivo que canjearlo no luce como buen plan.
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