NUEVA YORK - A lo mejor algún pudiera pensar que Yordano Ventura, el más joven del Gran Trío Quisqueyano de la rotación de los Reales de Kansas City, pudiera ser víctima de los nervios y la ansiedad, con miras al Juego 3 de la Serie Mundial y primero en Nueva York. Nada de eso, asegura el joven dominicano.
"Ni nervios, ni ansiedad, ni nada parecido, no siento nada de eso en este momento", proclamó Ventura, con la seguridad en sus palabras que pudiera desplegar más bien un veterano de la lomita. "Estoy listo, como lo estamos todos nosotros. Siento que todo mi equipo está conmigo. Y estoy preparado para este juego".
Abridor del partido que definió el avance de los Reales a la Serie Mundial, Ventura se mide el viernes a los Mets de Nueva York. Y si exhibe la calidad que suele mostrar en sus días buenos, a lo mejor Kansas City pudiera sacar una ventaja de 3-0 que nunca ha sido superada en la historia del Clásico de Octubre.
Al medirse a otro serpentinero bien jovencito que se caracteriza, como él, por ser un lanzallamas, quizás alguien piense que Ventura pueda tratar de hacer demasiado frente a los Mets, pero la experiencia de haber participado en la postemporada de 2014 tiende a ser factor clave a su favor.
"Me emociono bastante cuando poncho a alguien en una situación grande, eso lo tengo en la sangre, pero en eso he cambiado mucho", manifestó el derecho de 24 años de edad. "A lo mejor algunos bateadores me pueden juzgar mal [por sus reacciones] y me dicen algo, pero ahora simplemente los ignoro".
El tercer juego de la Serie Mundial pudiera ser "El Partido de la Tortícolis" para aficionados, instructores, peloteros de posición y hasta los propios abridores. ¿Por qué? Porque todo el mundo quisiera estar pendiente de qué tan rápido hacen sus relampagueantes disparos y quién es el más veloz entre Noah Syndergaard, de los Mets, y la promesa dominicana convertida en realidad. Ventura asegura que no va a ser presa del gran interés general por ver a cada rato lo que indica la pistola de radar.
"En este momento no me preocupa la velocidad para nada", indicó Ventura. "Sólo quiero ir profundo en el juego para darle a mi equipo la oportunidad de ganar. Esa es mi meta. No le voy a poner interés a eso [la rapidez de los envíos de cada pitcher]".
Ganador de 13 juegos en la temporada regular, Ventura, que experimentó una tremenda Serie Mundial en 2014 frente a los Gigantes de San Francisco, todavía no ha saboreado el triunfo en la actual postemporada, pero en la reciente Serie de Campeonato de la Liga Americana tuvo buena efectividad de 3.38 en sus dos aperturas frente a los Azulejos de Toronto.
Ahora va a lanzar en un parque que se parece bastante a Kauffman Stadium, en el sentido de que es un paraíso para los lanzadores, en contraste con trabajar en el hogar de los Azulejos, que es más bien una cajita de fósforos en el que la decoración de un cotejo puede cambiar con un solo swing.
"Son parques grandes [Kauffman Stadium y Citi Field], pero realmente no pienso en eso", indicó Ventura. "Mi enfoque principal va a ser ejecutar mis pitcheos y sé que si lo hago de manera consistente voy a tener éxito, donde quiera que esté lanzando".
El orgullo de querer sobresalir como lo han hecho sus paisanos Edinson Vólquez y Johnny Cueto, que constituyen como él una hermosa hermandad de la tierra del merengue en Kansas City, es otro tema interesante con miras a la apertura de Ventura en La Gran Manzana.
"Voy a darlo todo por mi país y por los Reales", subrayó Ventura. "Estoy emocionado por ser parte de todo esto. Me sentí bien triste por lo que le pasó al papá de Vólquez. Trataré de subirme a mi país a los hombros para obtener la victoria".
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