Los informes acerca de José Abreu surgieron desde el momento en que el cañonero desertó de Cuba durante el verano del 2013. Y todos parecían demasiado buenos para ser realidad.
Algunos escuchas comparaban a Abreu con el venezolano Miguel Cabrera, mientras que otros vaticinaron que estaría a la par del dominicano Albert Pujols. En aquel entonces, a Abreu no solamente se le consideraba la próxima estrella cubana tratando de dar el salto a Grandes Ligas, sino también el mejor bateador que había salido de la isla.
Algunos pronosticaron que Abreu sería seleccionado para el Juego de Estrellas y otros afirmaron que el cubano sería nombrado Jugador Más Valioso. Abreu jamás se había enfrentando a un pitcheo como el de Grandes Ligas, pero según las bolas de cristal, no demoraría en adaptarse.
Otros tenían sus dudas.
Resulta que Abreu, de 27 años de edad, convenció a todos en su primera campaña con los Medias Blancas.
"Mi única idea era brindarles a mi mamá, a mi hermana, a mi hijo y a mi papá las cosas que en Cuba no pude darles," dijo Abreu. "En especial, le agradezco a mi mamá por haberme dado la vida y ahora me toca luchar por ella. Por lo tanto, sigo trabajando todos los días y nunca me canso. Trabajar todos los días, a toda hora, a cada minuto es la mejor manera de lograr que Dios me dé las cosas que espero y merezco".
En el 2014, Abreu bateó .317 con 176 hits, 35 dobles, 36 jonrones, 107 carreras empujadas, slugging de .581 y porcentaje de embasarse de .383 en 145 partidos por Chicago. El oriundo de Cienfuegos firmó con los Medias Blancas por seis años y US$68 millones y estableció un récord de la franquicia de jonrones para un novato en una temporada.
"La rapidez con la que cumplió con su potencial fue verdaderamente increíble, ya que su desempeño esta temporada despejó toda duda de que es uno de los mejores bateadores de Grandes Ligas", manifestó el gerente general de Chicago, Rick Hahn, acerca de Abreu. "Comparto la emoción de todos los aficionados de los Medias Blancas con respecto al futuro de José, a medida que vaya mejorando y convirtiéndose en uno de los pilares de nuestro equipo".
Al cañonero comenzaron a lloverle los reconocimientos casi desde el momento en que terminó la campaña.
Abreu fue nombrado Novato del Año de la Liga Americana de manera unánime por la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica (BBWAA, por sus siglas en inglés). También ganó un Bate de Plata y terminó en el cuarto lugar en las votaciones para el premio al Jugador Más Valioso de la Americana.
¿Acaso no lucen menos descabelladas ahora las comparaciones con Cabrera y Pujols?
De hecho, Abreu se unió a Hal Trosky (1934), Ted Williams (1939) y Pujols (2001) como los únicos novatos en la historia de Grandes Ligas en sumar al menos 30 dobles, 30 cuadrangulares y 100 remolcadas en una campaña.
"Tiene mucha confianza en sí mismo - obviamente no habla mucho inglés - pero se le nota en su físico y en los ojos", dijo el coach de bateo de Chicago, Todd Steverson.
En el 2014, Abreu terminó entre los líderes del Joven Circuito con OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .964, 323 bases alcanzadas y 73 extrabases. También estuvo entre los mejores en bambinazos, impulsadas, promedio, porcentaje de embasarse y dobles. Incluso se convirtió en el primer novato en la historia de Grandes Ligas que termina entre los primeros cinco bateadores en cada una de las categorías de la Triple Corona.
Abreu no sólo estuvo a la altura de las expectativas en el 2014, sino que las superó y por mucho. Para el toletero cubano, el cielo es el límite.
Jesse Sánchez / MLB.com
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