Joe DiMaggio se convirtió en ícono de Estados Unidos y del mundo, sinónimo imperecedero de excelencia, cuya fama trascendió al deporte de las bolas y los strikes.
Nació el 25 de noviembre de 1914, en Martínez, California. Su padre era un pescador que trataba de que Joe siguiera sus pasos o estudiara contabilidad. Sus intentos fueron baldíos, pues Joseph Paul DiMaggio quería otra cosa: ser famoso y tener las mujeres más bellas del mundo. Aunque logró algo más, al convertirse en una de las personas más admiradas en Estados Unidos.
En sus ratos libres jugaba el béisbol en los muelles de San Francisco. Luego se inició en Ligas Menores en 1932 con los Seals de San Francisco, donde mantuvo una racha de 61 partidos seguidos pegando hits entre el 28 de mayo y el 25 de julio de 1933. Este récord sigue vigente en la Liga del Pacífico.
Debutó con los Yankees el 3 de mayo de 1936 y en su primer año ganó $8,500. En 138 desafíos tuvo promedio de .303, con 29 jonrones, 206 hits, 125 carreras impulsadas y 132 anotadas. En su temporada de novato fue elegido para el Juego de Estrellas.
Joe y sus hermanos Vince y Dom, integraron el trío familiar más famoso en el béisbol de Grandes Ligas. Aunque Vince y Dom fueron buenos jugadores, el talento de Joe era especial.
Participó con los "Mulos del Bronx'' en diez Series Mundiales y ha sido uno de los mejores jugadores en estos Clásicos. Ganó en tres ocasiones el premio de Jugador Más Valioso (1939-41-47), el último de ellos en una decisión histórica donde superó a Ted Williams que había conquistado la triple corona de bateo con los Medias Rojas de Boston.
DiMaggio no actuó en Grandes Ligas entre 1943 y 1945 al ingresar al ejército de Estados Unidos durante la II Guerra Mundial. Después de su retorno tuvo una discreta temporada en 1946 bateando para .290, pero en la siguiente (1947) se recuperó y ganó su tercer premio MVP, siendo uno de los heroes de los Yankees en la Serie Mundial al conectar dos jonrones.
UN RECORD DE 73 AÑOS
En la temporada de 1941, exactamente el 15 de mayo, DiMaggio comenzó una racha de 56 juegos sucesivos pegando imparables en Grandes Ligas. Esta marca terminó el 17 de julio en un desafío frente a los Indios de Cleveland en el Estadio Municipal ante 67,468 fanáticos. DiMaggio falló en tres turnos.
En el primer episodio, el antesalista de los Indios Ken Keltner le robó un batazo con etiqueta de hit al tirarse de cabeza en línea por encima de la almohadilla. Keltner hizo otra jugada maravillosa en conexión de Joe en la tercera entrada. Así se detuvo la racha de 56 partidos pegando imparables, récord que después de 73 años sigue vigente.
Joe fue una estrella de la gorra a los spikes. Pegaba jonrones, fue un bateador de tacto, corría bien las bases, inteligente, con un brazo potente, sus tiros llegaban con precisión a las almohadillas y como fildeador un jardinero central maravilloso que cubría un campo enorme hacia todos los ángulos para capturar los batazos sin alardes y con elegancia.
Anunció su retiro el 11 de diciembre de 1951. Tenía 37 años de edad. Según las propias palabras de un bateador fuera de clase como Ted Williams, el "Yankee Clipper'' ha sido uno de los grandes peloteros de todos los tiempos.
DiMaggio actuó en 13 temporadas de Grandes Ligas. Sus estadísticas fueron excelentes al terminar su carrera con promedio de .325, pegó 361 cuadrangulares (uno cada 18.9 veces al bate) y 1,537 impulsadas (una cada 4.4) en 6,821 turnos. Se ponchó sólo 369 veces, finalizó por encima de la marca de los .300 en once campañas y en otras ocho remolcó y anotó más de 100.
Para muchas generaciones de fanáticos, Joe personifica la clase dentro de los diamantes beisboleros. Su popularidad fue tan grande, que en una ocasión en una Escuela Secundaria de Cincinnati se le pidió a los alumnos que nombraran al más grande personaje estadounidense de todos los tiempos; y DiMaggio superó a George Washington.
Como hijo de emigrantes logró entrar en los corazones de todos los aficionados y del pueblo de Estados Unidos. Fue elegido al Salón de la Fama el 25 de julio de 1955.
CON MARILYN MONROE
DiMaggio se convirtió en la envidia de millones de hombres al tener relaciones amorosas con la bella actriz Marilyn Monroe. Se casaron el 14 de enero de 1954.
Su boda con Monroe contribuyó aún más a la notoriedad de DiMaggio, que ya no jugaba en los diamantes. Pero la unión sólo duró 274 días. Se divorciaron el 27 de octubre de 1954. Monroe se volvió a casar con un antiguo amor, el intelectual y dramaturgo Arthur Miller.
La razón verdadera de la separación entre Monroe y DiMaggio quedó como un secreto, aunque las razones para que ambos firmaran el divorcio fueron "crueldad mental y conflicto de profesiones". Para muchos historiadores, a DiMaggio le resultó muy difícil soportar la admiración que recibía Marilyn por parte de los hombres. Varios artículos noticiosos de la época describen a DiMaggio como "inmensamente celoso".
A pesar del resultado negativo del matrimonio, el pelotero fue el más devoto de los ex maridos de Monroe, pues jamás pronunció una palabra que la hiriera.
Cuando la artista murió el 5 de agosto de 1962, DiMaggio fue la persona que organizó y pagó los servicios funerales. Luego ordenó que se colocara tres veces por semana una rosa roja en la tumba de su amada y visitaba con frecuencia el cementerio de Los Angeles donde reposaban sus restos. Sus visitas y su contrato para colocar rosas en la tumba de Monroe se mantuvo durante 20 años.
Antes de casarse con Marilyn, el pelotero lo había hecho con otra actriz estadounidense, Dorothy Arnold. La pareja se divorció en octubre de 1943.
SU CAUSA BENEFICA
Joe profesó otro gran amor: los niños. Con su fama recaudó dinero para la fundación de un hospital especializado en niños que se inauguró en septiembre de 1992 y está ubicado en Hollywood, Florida, y es el principal centro médico de esta categoría en los condados de Broward y Palm Beach.
En su honor, se le puso el nombre de Joe DiMaggio Children's Hospital. Su amor por los niños era tan grande que su nombre no lo cedió a ninguna otra causa.
SU MUERTE
DiMaggio murió de cancer pulmonar a los 84 años de edad el 8 de marzo de 1999, en Hollywood, Florida. Con su fallecimiento, el béisbol de Grandes Ligas se vistió de luto y durante la temporada en todos los estadios del país hubo momentos para recordar sus proezas en el terreno de juego.
En el nuevo Yankee Stadium, inaugurado en la temporada del 2009, aparece su estatua y su placa junto a las más grandes figuras en la historia de este equipo como Babe Ruth, Mickey Mantle, Lou Gehrig, Yogi Berra y Phil Rizzuto, entre otros.
Según un artículo publicado en el mes de septiembre de 1999 en la Revista Vanity Fair, varias personas que lo acompañaron en sus días finales antes de fallecer, declararon que el último pensamiento de Joe fue dirigido a la mujer de su vida y constantemente aseguraba que se reencontraría con ella en el más allá.
Su abogado, Morris Engelberg, dijo que las últimas palabras de DiMaggio antes de morir fueron: "Finalmente voy a poder ver de nuevo a Marilyn".
El nombre de Joe DiMaggio pertenece a la immortalidad y está grabado con letras de oro en los libros de la historia del deporte de Estados Unidos.
MARINO MARTINEZ
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