ABREU, VICIEDO, RAMÍREZ… 1ERA VEZ PARA EL BEISBOL CUBANO

Por Andrés Pascual

Estos muchachos de la última hornada del beisbol nuestro están despidiendo por todo lo alto la grandeza del pasatiempo de la mayor de Las Antillas, hay algunos llamados a quién sabe qué cosas más allá de lo normal en Grandes Ligas, por ejemplo ¿Cuándo, en los anales de las Mayores, tres criollos ocuparon el tercero, el cuarto y el quinto turno de una alineación? Nunca y no estoy comparando épocas, que bien sé que el juego en este nivel ha decaído lo suficiente para no complacer al fanatico que exige clase profesional y le sirven amateurs ranqueados.

Sin embargo, hay varias razones que se pueden ofrecer como causantes de la decadencia del juego aquí: carrera de millones, contrato multi-anual más la expansion, Comisionado Dependiente y Dueños de la peor era del beisbol, "la agencia libre", únicamente interesados en el beneficio económico sin proteger la calidad de juego en el nivel mayor ni menor, capaces de producir la era esteroides.

Sin dudas, a la ausencia del jugador cubano en las cantidades importantes que acostumbraba aportar el beisbol criollo, desde mediados de los 70′s, hay que considerarla como uno de los factores de la pérdida del nivel de juego en los profesionales de casi todos lados.

Ayer tres cubanos del Chicago White Sox (Abreu, Viciedo y Ramirez), la casa en el Joven Circuito que inauguró Miñoso para América Latina, estuvieron en el line-up como tercero, cuarto y quinto bateadores ¡Jamás en los anales del beisbol nacional, en ningún club de Grandes Ligas había sucedido! ni durante la era Oliva, a quien acompañó Versalles como primer bate en Minnesota, después Cárdenas, Valdespino como suplente y Rigo Mendoza; ni en el Filadelfia con Panchón, Taylor, Cuqui y el Haitiano; ni en el Cinci durante la era en que coincidieron Cárdenas, Tani y Sablón, repito, nunca sucedió lo que pudiera parecer normal para cualquier país del área. Y digo que pudiera ser una normalidad para otros de la region, porque, quizás, haya sucedido alguna vez o más de una con sus bateadores.

Como quizás desconozcan que, si la tiranía castrista no prohibe el profesionalismo de la forma salvaje como hizo, las Mayores y las Menores fueran un 20 % mejores, más exigentes y competitivas y el 65 % de los hispanos que han jugado aquí por la ausencia involuntaria del pelotero cubano, posiblemente nunca hubieran tenido la oportunidad de hacerlo, se lo dice alguien que conoce bien lo que pasó y, no lo dude, tengo razones para expresarme así.