BEISBOL 007: La casi inexplicable sequía de Miguel Cabrera

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jueves, 24 de abril de 2014

La casi inexplicable sequía de Miguel Cabrera


Existen bateadores de firme inicio y lento cierre de temporada, como Asdrúbal Cabrera. Existen bateadores de lento comienzo y firme final, como Andy LaRoche. Y existe Miguel Cabrera..

 

Existen toleteros que consiguen sus cosechas por rachas, encendiéndose y apagándose durante la zafra, como Juan Rivera. Existen grandes toleteros que también sufren drásticos altos y bajos, que pueden durar meses, como Pablo Sandoval. Y existe Miguel Cabrera.

 

Existen malos y buenos productores con el madero, en las grandes ligas. Y existe Miguel Cabrera.

 

 El aragüeño estuvo sin dar jonrones entre el 4 y el 22 de abril, y amaneció el martes con .203 de average. Cualquiera pasa por un slump de tres semanas. Pero Miguel Cabrera no es cualquier bigleaguer. Por eso, tantos aficionados han elevado su voz, preocupados.

 

¿Está ansioso en el home? ¿Le están engañando los pitchers contrarios? ¿Descubrieron el secreto para lanzarle? ¿Sufre algún tipo de síndrome por la firma del mega contrato? ¿Está lesionado y no lo ha admitido?

 

¿Qué se oculta detrás de la sequía del mejor bateador venezolano de todos los tiempos? ¿Por qué el slugger a quien los medios estadounidenses comparan hoy con Hank Aaron, nada menos que con Aaron, ha sufrido tanto esta vez para al fin despegar?

 

Cabrera largó sencillo, jonrón y doble la noche del martes. Quizás haya comenzado así el camino a otro año grande. Acaba de cumplir 31 años de edad. Todavía está en la edad ideal para rendir en el beisbol.

 

A pesar de esa jornada, el nativo de Maracay amaneció el miércoles con una línea de ..235/.297/.412, drásticamente distinta a la que exhibe en su carrera, que es de ..320/.398/.566.

 

Sobran antecedentes para establecer un contraste entre este mes de abril y lo hecho en su carrera por Cabrera.

 

El inicialista de los Tigres no es un hombre de lentos inicios. Algunos empiezan a producir cuando llega el calor del verano boreal. Él, desde que saltó a la gran carpa, ha ligado para .323/.404/.573 en promedio, el primer mes de campaña.

 

Esa línea es casi un calco de sus números generales de por vida.

 

Todos sus abriles habían sido luminosos. Basta hacer un repaso, año tras año, para quedar con una ceja alzada y acentuar las dudas respecto a este slump.

 

En 2004 bateó para .292/.356/.629 en abril.

 

En 2005 bateó para .345/.380/.571.

 

En 2006 bateó para .321/.448/.590.

 

En 2007 bateó para .360/.429/.663.

 

En 2008 bateó para .270/.359/.470.

 

En 2009 bateó para .377/.455/.558.

 

En 2010 bateó para .344/.427/.615.

 

En 2011 bateó para .333/.454/.635.

 

En 2012 bateó para .298/.368/.571.

 

Y en 2013 bateó para .363/.436/.559.

 

El peor abril de Cabrera resultó ese de 2008. Fue el peor, sí, pero igual tuvo .829 de OPS y un OPS ajustado de 125, es decir, que ese mes fue 25 por ciento mejor que el promedio de los bateadores de todas las grandes ligas.

 

Lo que para el aragüeño es peor, para la mayor parte de los jugadores sería aceptable o, incluso, el mejor período de su carrera.

 

Esta es la primera vez que Cabrera sufre un comienzo pedestre, gris. Ordinario.

 

Pero el año pasado tuvo un momento semejante. En septiembre, bateó únicamente para ..278/.395/.333, con un jonrón. Entonces había una explicación para la merma, crudamente reflejada en el número de extrabases: las lesiones.

 

Cabrera lidió con molestias en la ingle, el abdomen y la espalda durante la segunda mitad del último torneo, pero especialmente sufrió en el último mes de la temporada regular y durante los playoffs. Fue público y notorio. Apenas terminó la acción, se entregó al bisturí.

 

Esta vez no hay señales ni rumores sobre dolencias físicas, lo que podría explicar la sequía. Por eso, sólo queda una conclusión posible: incluso él es un ser humano.

 

El súper bateador al que comparan con Aaron, el doble Jugador Más Valioso, el triplecoronado de 2012, es susceptible de caer en slump tanto como puede serlo de una gripe.

 

Ya era hora de que nos enteráramos.

 

El beisbol es un deporte de promedios. Paciencia. A Cabrera le quedan más de cinco meses para demostrarlo, salvo que esté lesionado.

@IgnacioSerrano

www.elemergente.com

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