MILWAUKEE -- Las temporadas de béisbol van y vienen, una tras otra. El deporte del bate y la bola goza de gran salud ahora mismo - a nivel competitivo, comercial y por cualquier otra medida.
Bud Selig ha sido el Comisionado de Grandes Ligas durante 21 años, la segunda permanencia más larga de cualquier figura en dicho puesto. En determinado momento, la popularidad y prosperidad del béisbol se pueden atribuir a las políticas que Selig ha implementado.
Por ejemplo, en el 2013, Grandes Ligas tuvo la sexta asistencia más alta en su historia. No es coincidencia; las 10 temporadas de más asistencia son de la última década.
En una entrevista con MLB.com, Selig compartió su punto vista acerca de los sucesos en el béisbol en el 2013. En su lista se destaca la popularidad indiscutible del deporte ahora mismo.
"Cuando tomas en cuenta el estado en que se encuentra la economía a nivel nacional, los números son fenomenales", dijo Selig. "Veamos nuestros cifras de asistencia. Veamos nuestro índice de audiencia. Por cualquier medida razonable, nuestro querido juego jamás ha sido tan popular".
Dicha prosperidad es obvia a donde quiera que volteemos. El béisbol tuvo un ingreso bruto de US$1,200 millones en 1992, año en el que Selig asumió el cargo de Comisionado. En el 2013, superó los $8,000 millones.
Los contratos televisivos han batido récords, tanto a nivel nacional como local. El valor de las franquicias ha aumentado de manera exponencial - hasta el punto de que los Dodgers de Los Angeles fueron vendidos por más de $2,000 millones.
Dichos logros hablan de un comisionado exitoso. Pero cuando le preguntas a Selig cuál es el aspecto de la evolución del béisbol que más lo enorgullece, el ejecutivo responde como el aficionado que es:
"El balance competitivo".
Como dueño de los Cerveceros de Milwaukee, Selig vivió en carne propia las vicisitudes y limitaciones de una franquicia de mercado pequeño. Por lo tanto, llegó a la Oficina del Comisionado decidido a anivelar el panorama económico del béisbol lo más posible. Mediante un sistema de reparto de ganancias más robusto y la implementación del impuesto de lujo, los equipos de mercado pequeño no sólo han podido dar la pelea, sino ganar.
Dicho equilibrio es una consecuencia directa de las políticas por las que Selig ha abogado y luchado hasta hacerlas realidad. Selig siempre ha creído que el béisbol tiene la obligación de darle a los fanáticos de todas las franquicias la esperanza de que sus equipos puedan triunfar.
"¿Cuantas veces lo he repetido?" dijo el Comisionado. "La meta es que haya esperanza y fe en cuanto sea posible.
"Hay clubes que, si miramos 15 años atrás, no hubiesen podido competir a este nivel - equipos como Pittsburgh y Oakland".
Los Atléticos, quienes compiten con equipos de mercado grande en su división, han ganado el Oeste de la Liga Americana en las últimas dos temporadas. Los Piratas le pusieron fin en el 2013 a una racha de 20 temporadas perdedoras y llegaron a los playoffs. Ese es el tipo de resultados al que aspiraba Selig con sus políticas.
"Lo vivimos: La emoción, el drama, la maravillosa atmósfera en el PNC Park (de Pittsburgh) en la postemporada", dijo Selig. "Fue una manifestación perfecta de lo que estamos tratando de lograr".
Aun con lo fantástico que han sido dichos desarrollos, el béisbol - a fin de cuentas, un emprendimiento humano - tuvo sus manchas en el 2013. Principalmente, nos referimos al escándalo Biogénesis, en el que una clínica en el sur de la Florida fue acusada de proveerle sustancias para aumentar el rendimiento a varios ligamayoristas. Pero Grandes Ligas, con su propia rama investigativa ahora, afrontó los casos con el vigor necesario y repartió las sanciones apropiadas a los peloteros involucrados.
Las trampas jamás pasarán a ser algo de rutina, pero al menos las consecuencias por violar las reglas quedaron en claro.
"Fue un largo proceso para llegar a lo que es el programa antidopaje más severo en el deporte estadounidense", dijo Selig. "Un programa de tal índole se tiene que hacer valer de manera estricta, con rigor y al nivel más alto - y así ha sido".
En otras áreas, Selig continúa reemplazando controversias breves con éxito a largo plazo. La expansión de la postemporada, incluyendo los Comodines, generó muchas protestas de parte de los tradicionalistas cuando entró en vigor en 1995. Pero al final, los cambios ayudaron a ampliar la competencia y el drama de octubre. En el 2012, cuando se expandieron los playoffs para incluir un Comodín más en cada liga, hubo menos oposición y los resultados volvieron a ser positivos.
Lo mismo se puede decir del debut de los Juegos Interligas en el 1997, lo cual tampoco arruinó el deporte. Los aficionados hicieron que la novedad funcionara. La asistencia para los Juegos Interligas ha sido, consiste y marcadamente, más alta que para los partidos comunes.
El único aspecto de la campaña del 2013 que fue diferente para el Comisionado fue el anuncio oficial de su retiro para enero del 2015. En dos ocasiones, Selig ya había manifestado una intención de retirarse, pero los dueños lo convencieron a que aceptara una extensión de contrato.
En esta ocasión, parece que Selig va en serio, ya que tendría 80 años de edad cuando se retire y quiere dar clases en la Universidad de Wisconsin, de donde se graduó.
Selig tiene muy buenas posibilidades de salir de la Oficina del Comisionado por la puerta grande.
En cuanto al valor de la temporada del 2013 se refiere, Selig manifestó lo siguiente:
"Fue un año maravilloso en todos los aspectos concebibles y es por eso tantas personas están emocionadas de cara al próximo año".
El béisbol sigue siendo un deporte mejor, más balanceado y más saludable que el que heredó Bud Selig hace 21 años. En el 2013, vimos otra temporada de éxito a nivel competitivo y comercial, lo cual se ha convertido en una expectativa razonable todos los años.
Mike Bauman / MLB.com
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