La tempestuosa temporada 1959-1960

La campaña de la Liga Profesional de Béisbol de Nicaragua de 1958-1959 había sido muy exitosa. El Bóer había tenido un gran equipo, pero por lesiones, especialmente a su espectacular y potente campocortista Ronnie Hansen, se cayó al final de la segunda vuelta, y lo alcanzó el Oriental, que ganó la final.

El desquite sería ahora.

El Bóer retuvo a su manager, Earl Torgeson, que se había adaptado a Nicaragua de tal manera que había traído a su familia; su hijito era incluso cargabates del Bóer. Venía de jugar la Serie Mundial con los Medias Blancas de Chicago, pero quería ir preparando un posible futuro como manejador.

El triunfo del Oriental, impulsado por los 21 jonrones del mexicano Felipe Montemayor y que nunca había ganado; el que el Bóer llegara tan cerca, y que el 5 Estrellas iba a tener como manager a una gran estrella de las Mayores, Johnny Pesky, conseguido a través del panameño Manuel Antonio Díaz "Copa Castillo", creó una gran expectación entre la fanaticada.

Tanto así que rompieron una puerta del estadio y 33000 personas vieron a los estrellados vencer al León 1-0. Pese a los colados, la taquilla fue la más alta hasta entonces.

La noche siguiente 22154 pagaron para ver al Bóer vencer al Oriental 5-1. O sea, más de 55000 personas entraron al estadio en dos días.

Gracias al bateo del único importado repetido, Joe Hicks (tres jonrones en los primeros días) y del desconocido Maury Lerner, y el pitcheo del zurdo casi Grandes Ligas Dick Stigman, los Indios arrancaron bien; la única nube negra fue la salida del club del ligamayorista Russ Meyer por exceso de triple A (se permitían sólo dos).

APARECEN LOS LEONES

A mediados del 2013 me encontré en la Liga Nica de Miami con el zurdo cubano Enrique Maroto, quien recordaba con especial cariño sus dos campañas en Nicaragua. "Me decían el mata-Bóer", recordó feliz…

Un equipo empezó una racha ganadora y se acercó y hasta pasó al Bóer: el León, de la mano de Wilfredo Calviño y con pitcheo del veterano Julio "Jiquí" Moreno y de Maroto (venció tres veces seguidas a la Tribu), más el bateo de Orestes "Cosaco" Hernández (empató la marca de más hits en un juego, seis, en poder de Jim "Cocoa" Miller y Herman Bayfield) y de Duncan Campbell, este último con una buena cuota de poder.

Mientras Johnny Pesky marchaba a Estados Unidos a la reunión de ligas menores el 5 Estrellas quedó en las capaces manos de Stanley Cayasso. Pero lo importante fue que los Indios alcanzaron a los Melenudos. El 15 de diciembre se jugó el que probaría ser el partido más importante de la temporada.

Jiquí, el veterano ex lanzador de los Senadores de Washington dejó a los Indios en seis hits y los pintó de blanco, 5-0. León (19-11) ganaba la primera vuelta, garantizándose jugar la final por el campeonato mientras el Bóer (18-12) quedaba a un paso.

Las consecuencias, en la próxima entrega.

DENNIS MARTINEZ Y LA SERIE MUNDIAL

Hablamos el otro día con el lanzador de ligas menores de los Cardenales de San Luis, Idén Nazario, y claro está, le preguntamos por Dennis Martínez.

"Es un tremendo preparador de lanzadores", nos contestó. "Por ejemplo, él le enseñó a Kevin Siegrist a ser un especialista zurdo, y corrigió a Carlos Martínez, y los dos han sido importantes para que los Cardenales llegaran a la Serie Mundial".

Así que los nicas debemos ir con San Luis. Lástima, David Ortiz me dio una de las entrevistas más divertidas de mi vida, y desde entonces siempre lo apoyo. Tal vez mientras no le toque batearle a los pupilos del "Chirizo"…

IGNORANTE EN "LA PULPERIA"

Un conocido locutor, muy popular por su cantito pero que no sabe nada de béisbol (personalmente, no lo aguanto porque a mí me gusta saber lo que está sucediendo durante los partidos que veo o escucho), le dijo al gran experto nica en reglas Carlos Mena que "el Manual Instructivo de Umpires de las Grandes Ligas es pura basura". Carlos es uno de los poquísimos "civiles" a quien la MLB respeta tanto que le ha concedido tener uno.

Me acuerdo cuando dijo que en ciertos toques ¡el jardinero izquierdo cubría tercera! Pero esta barrabasada es más grande. Creo yo…

Siento mucho el fallecimiento del gran amigo "Joselito", Rodolfo Vélez Astacio, en su amada Chinandega.

Un gran acierto de la Liga Profesional de Nicaragua: dedicarle el campeonato al locutor Evelio Areas Mendoza; él y su padre han sido de los más grandes entusiastas del deporte nica. Evelio narró a los Gigantes y los Atléticos; debutó jovencito en 1948 haciéndole media entrada a Buck Canel.

 Habíamos visto cómo la victoria del León del 15 de diciembre dejaba al Bóer con una sola opción: ganar la segunda vuelta. Y vinieron los desastres…

LOS PARCHES

Torgeson, desesperado y criticado por tener a un "muerto" como cuarto bate, despachó al susodicho Frank Leja, considerado gran prospecto y un desastre en Nicaragua, y lo cambió por un gran bateador, Don Mincher.

Johnny Pesky se apareció con refuerzos del Cleveland, los lanzadores Don Scheaffer y Jim Weaver y el gigantesco slugger Walter Bond.

La caída del Bóer ayudó a que la fanaticada se alejara de los estadios. Los Leones respetaron la Gritería y jugaron su partido del 7 de diciembre en Chinandega. lo que fue un gran éxito, pues se vendieron 6438 boletos.

Se rumoraba en Managua que Lerner, quien había sido desplazado del liderato de bateo por Duncan Campbell, llevaba una vida indisciplinada, y Torgeson le pidió ayuda a los Orioles de Baltimore en la figura de su segunda base del futuro, Jerry Adair. Los Oropéndolas inicialmente dijeron que sí pero inmediatamente se arrepintieron. La directiva india investigó y libró de cargos a Lerner… por el momento.

EL DESASTRE

La derrota ante el León enfureció a la barra boerista, y la conflagración estalló cuando el lanzador costarricense Felipe "Calavera" Edwards declaró en un programa radial que Torgeson era racista y que lo había insultado varias veces.

Torgeson contraatacó diciendo que Edwards se había hecho el enfermo para no lanzar, y además Bayfield había rehusado una vez batear de emergente.

Hubo cartas y telegramas pidiendo su sustitución, y hasta una minidemostracón ante la casa del predidente del Bóer Gilberto Morales Bolaños. Una pancarta decía "Torgeson Go-Go-Go", en referencia al Chicago de sus compañeros de equipo Luis Aparicio y Nellie Fox, que con su velocidad habían inspirado a los "Go-Go Sox".

Fue llamado el manager para aclarar su situación, pero se encontró la residencia llena de periodistas, y rehusó hablar a menos que fuera en privado. Morales Bolaños no accedió, y Torgeson abandonó la reunión. "Le tiró la puerta en la cara a los directivos", dijo un diario.

La directiva india llamó a Torgeson para convencerlo que siguiera al tiempo que botaba a los dos jugadores (firmaron con el Oriental).

El 20 de diciembre hubo un pleito de esos típicos que vacían los dugouts en León, y se dijo que Torgeson había llegado a las manos con el intermedista cubano Aldo Salvent.

La verdad es que nadie recuerda eso, y Torgeson lo negó. Pero renunció el 21 a la dirección del equipo (Joe Hicks se hizo cargo), y se marchó diciendo "no soy racista; la mitad de los jugadores latinos me fueron a despedir. Nos mataron las lesiones y los umpires cubanos".

EL FINAL

El 11 de enero de 1960 Wilfredo Calviño renunció al León, ya que el dueño del club, Virgilio Arguello, había dejado en libertad al cubano Gustavo Muñiz (reemplazo de su compatriota Vicente Amor) y al matagalpino Armando "El Papeto" López sin consultarle.

El 16 de enero los importados de los Leones se declararon en huelga, y Weaver aprovechó una alineació de nueve nicas para tirar un no hit no run. Weaver, el gigante Bond y el nuevo short Jack Kubiszyn tenían lanzados a los Tigres.

 

El Bóer dejó ir a Lerner por indisciplinado, quien firmó con el León, donde Jiquí fue nombrado manager. Jim Kaat (Bóer) partió con dolor en el brazo. El Grandes Ligas Don Taussig, conseguido del Oriental, renunció a los Indios porque no le dieron el aumento que supuestamente le habían prometido.

A mediados de enero el Oriental cesanteó a todos los importados (en cuenta nada menos que Luis Tiant) porque se quedaron sin dinero, según dijo su presidente César Augusto Lacayo. Joaquín Portobanco, Alerton Martin, Bayfield y Barticus Benard se hicieron cargo de los jardines; Roger "La Panzona" Velázquez, Ernesto "El Buey" Vásquez y Leonardo Portocarrero "El Rey de los Monos" del cuadro, y Humberto "Cachirulito" Mendoza de la receptoría (ayudado por Francisco Portobanco). El manager cubano Roberto Fernández Tápanes continuó en la inicial.

Faltando unos once juegos se fueron los importados del  Bóer "en protesta por el despido de Lerner" y los Indios cayeron al sótano; Ernesto "El Coto" Solís fue el receptor, con Orlando "El Mudo" Taylor en primera, y Wallace Howell y Ramiro Noguera junto a los recién llegados el Papeto y Artilio López (del Oriental) en el cuadro y Edston Stevenson, Preston Monterrey, Julio "Bicicleta" Torres y Bert Bradford atrás. Hicks incluso abrió tres juegos…

La final fue de cinco juegos, y el Cinco Estrellas con un lesionado, el lanzador Schaeffer, y dos enfermos, Bond y Pedro Almenares, solamente ganó uno.

Los héroes del León fueron el inicialista jonronero Jim McManus y Jiquí; el rally ganador del último juego (4 de febrero) lo empezó con doble en el décimo episodio Maury Lerner…

Las pérdidas económicas causaron que al siguiente año no hubiera liga, pero en 1961 nos rescató la unión con Panamá y el deseo de ver buena pelota.

ERASMO EN LA PULPERIA

En estos momentos, la rotación de los Marineros de Seattle consiste en dos estrellas: "El Rey" Félix Hernández e Hisashi Iwakuma; el rivense Erasmo Ramírez, y dos de los superprospectos del futuro como cuarto y quinto. Estos saldrán de un grupo de tres: Taijuan Walker, James Paxton y posiblemente Brandon Maurer.

Pero el puesto de Erasmo depende de si compone los defectos que ha adquirido desde el Clasificatorio del Clásico…

Tito Rondón  titorondon2002@yahoo.com