Jim Abbott, un héroe Atípico

Al noroeste de Detroit aproximadamente a una hora de camino se encuentra Flint, Michigan una pequeña ciudad que entre muchos otros aspectos, es el lugar de origen del renombrado cineasta estadounidense Michael Moore, quién ha ganado fama y distinciones por presentar en sus polémicos documentales las pifias que el gobierno gringo ha perpetrado en diversos temas como la deficiente regulación de armas en el país o el incongruente sistema de salud que afecta a los más pobres, pero sobre todo la mala gestión que el ex presidente George W. Bush ejerció durante ocho largos años.

 

Sin duda se trata de un personaje que nos ha demostrado que a pesar de la adversidad, los detractores y las abundantes críticas, se puede ofrecer una perspectiva distinta además de luchar por exponer con hechos las carencias que afectan a miles de ciudadanos en el vecino país. Un dolor de muelas para los sistemas y monopolios de abstracta disolución o tal vez un loco envalentonado en el que cierta población refleja al héroe esperado.

 

 

Moore no ha sido el único personaje atípico que vio nacer esta pequeña población, pues si usted era un asiduo fanático de los Yankees en los inicios de la década de los noventa, no evitará recordar que han pasado 20 años desde la hazaña que consumó un lanzador zurdo de aproximadamente 1.90 de estatura y cuya peculiaridad era la de lanzar con una deficiencia congénita, pues a pesar de nacer sin su mano derecha Jim Abbott se las había arreglado para estar en el momento justo y en el lugar indicado, sin lugar a dudas aquella tarde de Septiembre de 1993 se convertiría en el momento más glorioso de su carrera.

 

 

Don Mattingly, actual manejador de los Dodgers de Los Ángeles y que en aquel año jugaba la primera base para los Yankees confesó – "En el último par de entradas yo tenía la piel de gallina en mis antebrazos, y el pelo en la parte de atrás de mi cuello estaba levantado. Tal vez eso hubiera sucedido con cualquier otra persona, tal vez hubiera experimentado los mismos sentimientos. Pero creo que el hecho de que fuera Jim le agregaba un extra de emoción".

 

Habían pasado seis días desde la última apertura de Jim Abbott, cuya presentación no fue nada agradable en el Cleveland Stadium, pues el lineup de los Indios forzó su salida desde la cuarta entrada a base de imparables, le conectaron 10 y le anotaron 7 carreras en apenas 3.2 innings lanzados, una mala tarde sin nada que reclamar, el enojo era consigo mismo, en una actuación que lejos de reflexionar bajo el chorro de agua caliente en los vestidores, prefirió castigar con una carrera de 5 kilómetros a las afueras de estadio rival.

 

 

Llegado el 4 de Septiembre, no se podrá explicar a ciencia cierta, tal vez fue la organización de la MLB para programar el calendario en esa temporada, o pudiera interpretarse como una destinada coincidencia la que permitió a Jim Abbott encontrar la oportunidad de obtener su revancha ante los Indios, que hacía menos de una semana habían destrozado su recta cortada y su slider, picheos que manejaba con regular frecuencia, el mismo Abbott aceptaría posteriormente que de haber manejado un cambio de velocidad eficiente ante los derechos, su carrera hubiera tomado un rumbo diferente.

 

Abbott aprendió la lección y lanzó de manera diferente en este partido, trabajando más la esquina de afuera y mezclando los picheos rompientes, si bien es cierto batalló con su control concediendo 5 pasaportes, completó la proeza y lanzó un inesperado juego sin hit ni carrera que a la postre se ha convertido en la reiterativa historia que ejemplifica perfectamente que no existen barreras físicas o mentales para alcanzar los sueños más extraordinarios.

 

 

Eventualmente Abbott, cuyos números de por vida (87-108 4.25) no son para nada impresionantes, pero ganó fama y notoriedad siendo invitado a varios programas televisivos, incluyendo un cameo que realizó en la entretenida serie (que por cierto me tocó ver durante la infancia) "Boy meets world" o titulada en español "Aprendiendo a vivir" donde interactúa con el personaje principal Cory Matthews y al que aconseja nunca rendirse para alcanzar su sueño de llegar a las ligas mayores.

 

Hoy en día, Abbott ocupa su tiempo realizando conferencias motivacionales, contando su historia y explicando cómo se puede canalizar la adversidad y los tropiezos hacia un camino positivo, tratando de inspirar a niños y personas con discapacidades físicas para que puedan descubrir su verdadero potencial y desarrollarlo, podemos encontrar gran parte de sus vivencias en su libro autobiográfico: Imperfect: An Improbable Life.