Los cinco jugadores más mejorados en el 2013

Josh Donaldson logró transicionar de la receptoría a la antesala, y lo ha logrado con un bate caliente.

Cada año, siempre hay un grupo de peloteros que recompensa la fe que los gerentes generales o los visores de talento tuvieron en ellos. Las dificultades y el fracaso son parte de la vida en el béisbol, pero para los peloteros que las superan, la redención es mucho más dulce.

Hay muchos jugadores que han mejorado esta temporada, como Justin Upton y Matt Moore, pero la diferencia entre ellos y los cinco que describimos a continuación es que se esperaba que ellos fueran buenos.

Así que echemos un vistazo a los cinco jugadores con la mejoría más significativa en 2013, y examinemos qué hicieron para superar sus problemas.

1. Josh Donaldson | 3B | Atléticos de Oakland

Luego de ver a Donaldson en Oakland la semana pasada, me convencí de que él es el jugador de más mejoría que he observado esta temporada. Siempre ha tenido poder natural desde que los Cachorros de Chicago lo reclutaron en la ronda compensatoria de 2007 procedente de Auburn.

Pero siempre mostraba huecos en el plato, y muchos se cuestionaban si podía batear. Así que sus ocho cuadrangulares esta temporada no son necesariamente una sorpresa, pero su ridículo poder hacia los jardines derecho y central definitivamente llamó mi atención. Lo que me impresionó más fue su habilidad para conectar lanzamientos en ambos costados del plato. Si le lanzas afuera, él va por ella, si le lanzas adentro, la halará.

Es un receptor transformado en antesalista, y hacer el cambio a la tercera base fue una prueba bajo presión. Él solamente había jugado 53 partidos en esa posición en las Menores antes de 2012, y fue instalado en la esquina caliente en Oakland el verano pasado. Los resultados fueron mixtos, ya que él claramente inició por debajo del promedio entre los antesalistas. Luego de verlo la semana pasada haciendo jugadas espectaculares con lances a su izquierda y su derecha, mostrando control excelente de su cuerpo mientras atacaba la pelota y mostraba su brazo, observé que Donaldson se ha transformado en un tercer base con calibre de Guante de Oro en apenas un año.

El manager Bob Melvin dijo esta semana que Donaldson ha sido el mejor jugador ofensivo y defensivo de los Atléticos esta temporada, y por lo que vi, espero verlo representando a los Atléticos en el Juego de Estrellas este año.

2. Chris Davis | 1B | Orioles de Baltimore

Davis se ha convertido en el mejor primera base con bateo de poder en la Liga Americana, lo que es algo impresionante considerando que la Americana está plagada con inicialistas de primer nivel como Prince Fielder, Albert Pujols yEdwin Encarnación. Pese a la presencia de esos hombres, Davis encabeza a los inicialistas de la Liga Americana en carreras, hits, cuadrangulares, carreras remolcadas, porcentaje de embase y en promedio de OPS.

Él fue una estrella en ciernes la temporada pasada, cuando bateó .270/.326/.501 con 33 jonrones, pero ha llevado su juego a otro nivel este año. Nunca ha bateado para promedio alto y siempre fue propenso a poncharse con bolas en rompimiento y rectas en ciertas partes de la zona. Sin embargo, ha reducido su acción preliminar en su swing, y mantiene muy quieta su cabeza. Ahora él deja que la bola le llegue y mueve la parte gruesa del bate en una trayectoria directa y con un contacto directo en la zona donde se concentra la fuerza. Su estrategia en el plato es sencilla: ahora entiende realmente la zona de strike.

También ha mejorado con su guante en la inicial: ahora rutinariamente toma trabajo adicional y se enorgullece por su defensa. En su temporada con 27 años, Davis ha llegado a su mejor época -- al igual que a los años de arbitraje -- y luce listo para un gran día de paga en enero próximo.

3. Alex Cobb | RHP | Rays de Tampa Bay

Cobb posee un IQ de béisbol por encima del promedio, instintos y hace ajustes constantes para mejorar su juego. Ahora lanza su recta solamente el 45 por ciento del tiempo, porque sabe que no puede tener más poder que los bateadores. Lanza su cambio aproximadamente 35 por ciento del tiempo, y su curva el otro 20 por ciento. La clave para Cobb es mezclar su repertorio para mantener a los bateadores adivinando y fuera de balance. Él ataca la zona de strike, cambia las alturas, los planos, rotaciones y velocidad, y ha disminuido sus bases por bolas. Simplemente, Cobb sabe cómo lanzar. Él ha sido el segundo mejor abridor en la rotación de los Rays atrás de Matt Moore y es una de las razones principales por la cual los Rays se han mantenido en la pelea.

4. Carlos Gómez | CF | Cerveceros de Milwaukee

Gómez, de 27 años, es un talento de cinco herramientas que nunca había estado a la altura de las expectativas generadas en un inicio. La temporada pasada, las luminarias comenzaron a encenderse para Gómez en la segunda mitad. Esta temporada, él se ha convertido en uno de los jugadores más completos del béisbol. Originalmente, fue firmado por los Mets de Nueva Yorkcomo agente libre en 2002, procedente de la República Dominicana. Fue transferido seis años después, como pieza central del canje que envió al zurdo Johan Santana de Minnesota a Nueva York. Luego de dos años de decepciones, que incluyeron errores en su corrido de bases, una ausencia de fundamentos -- como no lanzar bien desde los jardines hacia el tiro de relevo -- y un desarrollo lento al bate, los Mellizos perdieron la paciencia y Gómez fue enviado a los Cerveceros en el otoño de 2009, en cambio por el torpedero J.J. Hardy.

Sin embargo, los escuchas de los Cerveceros nunca se rindieron con Gómez por sus cualidades por encima del promedio. Defensivamente, era muy superior en jardín central con un rango tremendo, que compensó el tener algunas trayectorias deficientes. Él tenía una velocidad relampagueante en las almohadillas, que compensó ciertas deficiencias en su forma de correrlas.

Como muchos otros jugadores de Grandes Ligas que llegan a la madurez entre los 26 y los 31 años, comenzó a comprender las cosas en el plato. Estudió el deporte y realmente aprendió cómo jugarlo. A finales de la temporada pasada, él bateaba .260 -- promedio más alto en su carrera-, con 19 jonrones.

Esta temporada, batea .331, y sus 10 cuadrangulares y 10 robos de base lo han convertido en una amenaza legítima para el club 30-30. Él encabeza la liga en slugging, sus trayectorias son mejores y sus errores en el corrido de bases se han reducido. Llámenlo madurez o confianza, pero Gómez es uno de los jugadores más emocionantes en el béisbol y ya les dije que yo creo que podrá mantenerse.

5. Zach McAllister | RHP | Indios de Cleveland

A los 25 años, la carrera de McAllister ha sido nada distintiva hasta este punto. Una selección en la tercera ronda del sorteo por los Yankees de Nueva York en 2006, él fue el jugador a ser nombrado posteriormente en un modesto canje con los Indios por Austin Kearns en 2010.

En siete temporadas en las Menores, McAllister acumuló un récord decente de 56-39, con efectividad de 3.43 y WHIP de 1.25. Sin embargo, su primera taza de café en las Mayores fue horrible, y registró efectividad de 6.11 con 26 imparables permitidos en 17 entradas y 2 tercios. Mejoró ligeramente el año pasado, pero su efectividad de 4.24 en 22 partidos no inspiraba confianza.

Mientras McAllister batallaba, recuerdo que el gerente general de los Indios, Chris Antonetti, me decía que él y su equipo de visores creían firmemente que McAllister se convertiría en un sólido abridor a mitad de la rotación. Esta temporada, McAllister está recompensando la fe de Antonetti, y es el pitcher abridor con mayor mejoría en el staff de los Indios. Él ha sido su mejor abridor atrás de Justin Masterson, permitiendo tres carreras o menos en sus nueve inicios esta temporada.

La recta de McAllister ronda en el rango de 90 a 92 millas. Él está comenzando a lanzar su curva con mayor confianza; su cambio y su splitter ocasional también han sido efectivos. La clave para McAllister es su dominio de la recta, un lanzamiento que realiza casi el 70 por ciento del tiempo, y él ha realizado un buen trabajo esta temporada al mantener la bola fuera de la parte media del plato. Quizá no sea un as, pero ha mejorado lo suficiente para ser un eslabón en la rotación de la Tribu.

 Jim Bowden   /   ESPN