24 DE MAYO 2013 - 07:10 AM
¿Qué pensaría el "Conejo" Luis Matheus de su tocayo Luis "Mono" Zuloaga?
Dos nombres principales del beisbol venezolano se nos han ido en cosa de 10 días.
En Barquisimeto, primero, el amable reportero que llevaba al día los numeritos de los Cardenales. Y ahora, en Caracas, el legendario ex lanzador del Cervecería y los Leones.
Dos personas buenas. Jamás oímos a alguien expresarse mal de ellos.
Tuvimos elgusto de conocer al "Conejito" y conversar con él cada vez que nos unió la pelota profesional. No sabemos si ellos dos también se conocieron, o si el prolijo estadígrafo llegó a ver lanzar al serpentinero carabobeño, lo que dudamos.
Pero al saber de la muerte del "Mono", héroe del viejo estadio de San Agustín, el hombre que jamás se marchó de esa zona de Caracas, donde por décadas tuvo su tienda de artículos para la práctica deportiva; al invadirnos lentamente esta sensación que tiene de nostalgia y tiene de tristeza, la pregunta que nos asaltó fue precisamente esa: ¿qué pensaría el"Conejo" Matheus del "Mono" Zuloaga?
Zuloaga fue exaltado al Salón de la Fama del Beisbol Venezolano por el Comité Histórico. Disfrutó en vida del homenaje, qué alegría.
Las nuevas generaciones posiblemente hayan oído de su leyenda, pero la verdad es que nuestra breve historiografía peloteril dice poco de su legado.
Alguna vez nos preguntó un amigo, amante de los numeritos: ¿merece realmente el "Mono"estar en el templo de Valencia?
Fue un zurdo de corto recorrido en la pelota profesional. No llegó a tiempo para formar parte de los Héroes del 41 (tenía 18 años de edad cuando la gesta de La Habana) y su período más dominante fue breve: dejó una brillante efectividad de1.91 en la temporada 1946-1947, apenas inferior al líder de ese departamento, Julio Bracho, su compañero en el Cervecería, que puso 1.54. Y un año después tuvo su apoteosis. No sólo completó 118 innings, una cifra impensable hoy, sino que además compartió el liderato en victorias con 10, todo un privilegio, porque esa fue la única categoría de la Triple Corona que Don Newcombe se permitió empatar en esa zafra 1947-1948.
Zuloaga tuvo 2.52 de efectividad esa vez, pero nunca más volvería a exhibir tan notables logros.
En sus próximas ocho campañas, las que le quedaban por lanzar, tuvo marca de 9-6 y permitió 97 carreras en 145.1 episodios.
No son, ciertamente, las estadísticas que conducen al pabellón de los mejores. Ni siquiera contando las tres justas que disputó con el Cervecería en la Primera División, entre 1942 y 1945, ni su muy repetido éxito en la pelota de Puerto Rico o los momentos cumbres de su carrera en el diamante: aquella tarde del 26 de diciembre de 1947, cuando dejó en un hit a los Patriotas del Venezuela, un sencillo de Carlos De Souza en el primer turno del juego, que le impidió al "Mono" la alegría de completar el primer no-hit no-run de la LVBP (nadie más ledio inatrapables y nadie le pisaría la intermedia, mientras vencía a Max Surkont en el duelo de pitcheo); o el día en que se anotó el triunfo en lavictoria 17, la última, precisamente, en la insólita seguidilla del Cervecería en la temporada 1950-1951.
Zuloaga fue mucho más que un corto período brillante en nuestra pelota.
Su exaltación al Salón de la Fama se justificó por su leyenda, sí, pero se sostuvoprincipalmente en su obra fuera de los diamantes, al ayudar en el nacimiento y consolidación de esa formidable obra que son los Criollitos de Venezuela.
Tal vez por eso, sí, también por eso, recordamos de inmediato al "Conejito", que fue un venezolano a carta cabal, noble y solidario, un amigo que tuvo la gentileza de querernos y a quien, gracias a la nostalgia que nos ha dejado el "Mono", podemos darle hoy este último abrazo.
@IgnacioSerrano
www.elemergente.com
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