Zack Greinke salió lastimado, y ahora los Dodgers tendrán que lidiar con el dolor

Justo cuando las fuerzas de la paz en el béisbol comenzaban a pensar que quizás habían logrado erradichar la tonta tradición de peleas en el montículo, llega Carlos Quentin.

Parece que nunca le enviaron ese memorando.

Estoy dispuesto a apostar que, antes del jueves, ningún otro jugador en la historia del béisbol había corrido a pelear en el montículo luego de ser golpeado por un lanzamiento en conteo de 3-2 en un partido con ventaja de una sola carrera.

Pero parece que Carlos Quentin tampoco recibió ese otro memorando.

Así que gracias a que el peleador de los Padres inexplicablemente corrió a chocar contraZack Greinke el jueves en la noche, lo que desató la trifulca más inolvidable en el béisbol en los últimos años, la temporada completa de $217 millones de los Dodgers está en precario.

Y las respercusiones podrían sentirse por meses. O quizás más tiempo.

¿Por qué? He aquí las razones:

Jake Roth/USA TODAY SportsGreinke se lastimó la clavícula cuando chocó con Quentin en su pelea en la sexta entrada.

• Todo indicaba que Greinke se podría perder dos meses de juego, o quizás más. Eso podría sumar una docena de aperturas. O quizás más. Estamos hablando de un tipo que, en su temporada de Cy Young en el 2009, tuvo un valor de 10.4 Victorias sobre Reemplazo, y que estaba lanzando muy bien en lo que va de temporada hasta que se encontró con Quentin, con efectividad de 1.59 y un WHIP por debajo de 1.00 en dos salidas. Así que no hay manera de reemplazar ese nivel de dominio. Imposible. La mayor razón para creer en este equipo era la dupla de Greinke-Clayton Kershaw en el tope de la rotación. Así que si esta lesión le cuesta de dos a cuatro victorias, eso es matador. Recuerden, el Oeste de la Liga Nacional se ha decidido por tres juegos o menos de diferencia en seis de las últimas nueve temporadas.

• Por otro lado, esa edición de Cy Young de Zack Greinke no es algo que aparece todos los años. Quizás hayan notado eso. Tuvo un valor combinado de 3.6 Victorias sobre Reemplazo para los Cerveceros y los Angelinos el año pasado, su WAR fue de 1.5 victorias en la temporada antes de esa y en 3.4 en el año después de haber ganado el Cy Young. Así que sí él es el tipo que los Dodgers tienen que reemplazar, ellos tienen tantas herramientas como cualquier otro equipo allá afuera. Por varios meses, la gente ha preguntado las razones para quedarse con tipos como Chris Capuano y Ted Lilly cuando no había espacio para ellos en la rotación. Ahora van a tener que recurrir a uno o a ambos para que hagan las salidas que le correspondían a Greinke. Y en lo que vale, Capuano estaba valorado en 2.1 victorias más que un lanzador de reemplazo el año pasado. Así que si esta es una ausencia de poca duración de su as, el no haber salido de esos lanzadores "en exceso" podría convertirse en la mejor movida que hayan hecho los Dodgers.

• El otro tema que ronda el mundo del béisbol este viernes fue el levantado por el manager de los Dodgers luego del partido del jueves: ¿Debería permitírsele a Quentin jugar un partido antes de que Greinke vuelva a juego? "Estoy 100 por ciento de acuerdo con Mattingly", dijo un ejecutivo de la liga Americana. "Quentin tiene que perder tanto tiempo de juego como Greinke". Bueno, eso no va a suceder. En las últimas ocho temporadas, ocho bateadores han sido suspendidos luego de haberse involucrado en trifulcas en el montículo. La sentencia más extensa dada a cualquiera de ellos fue de ocho juegos -- a Nyjer Morganen 2010. Coco Crisp recibió siete juegos de suspension en 2008, y Richie Sexson fue suspendido por seis en el 2008. Pero incidentalmente, no hubo ni un solo incidente como este la temporada pasada.

• Pero aquí está la diferencia entre este incidente y cualquiera de los ocho anteriores: Este tuvo como consecuencia una lesión seria, de un jugador importante, bajo circunstancias que nunca se debió permitir que sucedieran. Así que entre lo que se comentó el viernes la pregunta que más se hacía era: ¿Cuánto debe pesar la lesión de Greinke, y su prolongada ausencia, en la posible suspensión de Quentin? "Uno tiene que tomar eso en consideración, ¿no crees?" se preguntó un ejecutivo veterano. "Tiene que haber consecuencias con algo como esto, o te corres el riesgo de que hayan más incidentes. Y no puedes permitir que se siente ese precedente".

• Otro factor en las deliberaciones disciplinarias: Los Dodgers y los Padres jugarán de nuevo desde el lunes en Los Angeles. Así que está no va a ser una de esas ocasiones en las que las suspensiones se dan a conocer una semana después de la trifulca. Todas las suspensiones tienen que darse a conocer antes de que ambos equipos se enfrenten nuevamente. Así que el debate disciplinario fue movido al tope de la lista de prioridades de la oficina del comisionado este viernes. Buen plan.

• Y ahora otra pregunta fascinante: ¿Hubo alguna posibilidad -- alguna -- de que Greinke estuviera intentando golpear a Quentin a propósito -- en conteo completo de 3-2, en un juego con ventaja de una carrera, al primer bateador de la sexta entrada? Solo hay que mirar el lenguaje corporal del receptor, A.J. Ellis. Si esto hubiese sido premeditado, ¿no habría sido lógico verlo saltar al frente de Quentin para asegurarse de que no saliera corriendo al montículo? En cambio, Ellis se levantó de forma normal, con una mirada curiosa, pero no alarmado por la reacción de Quentin. "Y no solo él", dijo un ejecutivo de la Liga Nacional. "Miren a [el árbitro del plato] Sam Holbrook. Tipicamente, uno vería a un árbitro o al receptor brincar para meterse en el medio [si es que piensan que el bateador está pensando salir corriendo hacia el montículo]. Pero no se vio eso -- porque ninguno de ellos pensó que eso fuese posible".

• Pero si están interesados en formar parte del equipo de defensa de Quentin, aquí les doy una estadísticas para considerar, aunque la misma parece más siniestra fuera del contexto de esta situación particular: Desde el 2008, Greinke ha golpeado a Quentin con un lanzamiento en tres ocasiones en 31 apariciones en el plato. Eso significa un promedio de un pelotazo por cada 10.3 viajes al plato. Él se ha enfrentado a 4,279 bateadores que no se llaman Carlos Quentin en ese periodo -- y ha golpeado a solo 19 de ellos. Eso es unpromedio de un pelotazo por cada 225.2 viajes a la registradora. Que pase el siguiente testigo.

• OK, aquí está la respuesta de un ejecutivo al que le di esa estadística el viernes en la mañana: "No es que solo le hayan dado tres pelotazos [desde el 2008], todos por Zack Greinke. Sino que todo lo que haceeste hombre es recibir pelotazos. Se perdió la mitad de la temporada el año pasado, y aun así fue golpeado 17 veces". Eso podría ser cierto. De todos los jugadores dede 1900 que han sido golpeados al menos 100 veces en sus carreras, ¿adivinen quien tiene la proporción más alta de pelotazos por apariciones en el plato? Ese es Carlos Quentin -- uno cada 24.1 turnos.

• Por supuesto, Greinke tampoco puso de su parte para apaciguar la situación. Cuando Quentin dió el primer paso hacia el montículo, Greinke pudo haber hecho algún gesto, el que fuera, para disculparse. Pero en cambio, claramente se vio cuando le dijo alguna palabrota inflamatoria. (Usen su imaginación.) Pero, ¿fue eso razón suficiente para que Quentin saliera corriendo hacia la loma? Por favor. "Digamos que le dijera alguna palabrota", dijo el mismo ejecutivo citado más arriba. "Uno pensaría que eso es -- ¿qué? -- la segunda o tercera vez que [Quentin] haya escuchado algo así? Esa no es razón para hacer lo que hizo. No hace sentido".

Bueno, al menos para Carlos Quentin sí le hizo sentido en el calor del momento, dado el historial de su relación llena de golpes y moretones con Zack Greinke. En el calor de un momento como ese, ningún jugador está pensando en todas las posibles razones por las que la pelota se dirigió hacia él.

Sin embargo, el salir corriendo a pelear hacia el montículo siempre es una idea tonta. Y gracias a esta, la conclusion es la siguiente:

La bonita -- por no mencionar costosa -- temporada 2013 de los Dodgers podría no volver a ser igual.